El uso de sustancias psicoactivas implica riesgos para todes, la única manera de mitigar esos riesgos, cuando queremos consumir, es con un consumo informado, no con la abstinencia. Lo mismo para nosotras. Las personas con vih tenemos tanto derecho al placer, e incluso a equivocarnos, como cualquiera. Hacernos exigencias morales extra, o imponer restricciones a lo que decidimos hacer con nuestros propios cuerpos es discriminación.