El jueves 18 de julio, Daniela, una niña de 11 años, fue reportada como desaparecida en el municipio de Cerralvo, en Nuevo León. Horas más tarde, en la madrugada del viernes, su cuerpo sin vida fue hallado con signos de violencia en una zona despoblada del municipio de Agualeguas, también en Nuevo León, pero a casi 40 kilómetros del lugar donde la vieron con vida por última vez. La niña había salido de su casa ese día en la tarde para verse con una de sus tías, pero en el camino, un hombre identificado como Antonio H presuntamente la subió a su auto y la secuestró.
Antonio H, el presunto responsable, se entregó a las autoridades y ya fue vinculado a proceso por feminicidio; estará bajo investigación en los próximos tres meses. Desde Volcánicas nos solidarizamos con la familia de Daniela y exigimos celeridad en la investigación, así como justicia, verdad y no repetición.
Nuevo León no es el único estado inseguro para las niñas y adolescentes. El 17 de julio, tras 8 años de búsqueda, María del Rosario Macías supo del paradero de su hija, María Guadalupe Alcalá Macías, de 16 años, desaparecida desde el 24 de marzo de 2016, en los Eucaliptos, Tlajomulco de Zúñiga, uno de los municipios con el mayor número de desapariciones en el estado. Aunque las autoridades encontraron sin vida a María Guadalupe en septiembre de 2016, apenas el 17 de julio de este año notificaron a María del Rosario que el cuerpo de su hija había estado 8 años en el Servicio Médico Forense (Semefo).
Los de Daniela y María Guadalupe no son casos aislados.
En 2023, México superó las 100.000 personas desaparecidas; se estima que más de 15.000 son infancias y adolescencias. De acuerdo con el proyecto Red Lupa, en lo que va de 2024, las desapariciones han aumentado un 6.3%.
Desde 2022, organizaciones como el Centro Prodh han alertado que México enfrenta una grave crisis de desaparición de niñas y adolescentes . Por ello, ONGs y grupos de la sociedad civil han hecho llamados a incorporar la perspectiva de género y niñez en los protocolos y mecanismos de búsqueda.
Según la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB), en el Estado de México, el feminicidio y la trata con fines de explotación sexual, adopción ilegal y la realización de actividades delictivas son las causas principales de la desaparición de niñas y adolescentes.
Nuevo León y Jalisco, estados en los que desaparecieron y fueron halladas sin vida Daniela y María Guadalupe, se identifican como puntos rojos de la desaparición de niñas y mujeres, según datos de Red Lupa.
Desde 2018, en Nuevo León, han aumentado los casos de desaparición de mujeres (sobre todo de adolescentes). De acuerdo con una investigación de la antropóloga Séverine Durin, difundida por el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C (IMDHD), en este estado del norte de México las problemáticas vinculadas a la desaparición de mujeres, niñas y adolescentes son la violencia sexual y feminicida, la violencia familiar y la trata de personas.
Jalisco, además de ser el primer estado con el mayor número de desapariciones, ocupa el cuarto lugar del país en desaparición de mujeres, adolescentes y niñas y reporta una alta incidencia de delitos como el feminicidio, trata de personas y violencia sexual, según la directora ejecutiva del IMDHD, Silvia Chica. En Jalisco, el 63% de las mujeres desaparecidas son menores de 19 años.
ES URGENTE QUE LAS AUTORIDADES ATIENDAN ESTA CRISIS. JUSTICIA, REPARACIÓN Y NO REPETICIÓN. LAS NIÑAS Y ADOLESCENTES MERECEN VIVIR LIBRES DE VIOLENCIAS.