January 23, 2025

#NiUnaConductoraMenos: Violencias a las que se enfrentan las trabajadoras de taxis de plataforma 

La falta de respuesta de Uber ante el feminicidio de Karla Patricia Cortés Cervantes (29 de diciembre de 2024) en CDMX es una muestra de las omisiones de las plataformas digitales en la protección de las trabajadoras

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¿Qué pasa con las conductoras de taxis de plataforma? / Portada: Isabella Londoño

A Karla le gustaba la música sonidera y platicar con lxs pasajerxs, así lo recuerda Brisa, su hija mayor, mientras ata una manta de tela en la entrada de las oficinas de Uber, en Ciudad de México. Al lado de su hermana, colectivos de mujeres y trabajadoras organizadas, Brisa exige justicia por su mamá, quien la tarde del 29 de diciembre salió de casa a trabajar como conductora de la plataforma Uber con la meta de completar el dinero para su cena de Fin de Año. 

La madrugada del día siguiente Brisa fue interrogada por la Fiscalía de Investigación del Delito de Feminicidio y reconoció el cuerpo de su mamá. Karla Patricia Cortés Cervantes, de 41 años, fue secuestrada, golpeada y asesinada en la alcaldía Azcapotzalco mientras laboraba como conductora. Su cuerpo fue hallado con rasguños y una herida de bala en la cabeza. Sus hijas desconocen si también fue víctima de violencia sexual. 

Al día de hoy, pese a la cobertura mediática y distintas movilizaciones en la capital, Uber no ha dado una respuesta íntegra. De la empresa, Brisa y su hermana únicamente han recibido un pésame en X y respuestas automáticas del chat.

En las últimas semanas organizaciones feministas y en defensa de los derechos laborales como la Unión Nacional de Trabajadoras por Aplicación (UNTA) han denunciado las condiciones de vulnerabilidad y riesgo a las que se enfrentan las conductoras de plataformas digitales como Uber, DiDi, BlaBlaCar, Cabify, inDrive y Bolt

A la historia de Karla se suma la de Daniela Martell Orozco, cuya familia no ha sabido de su paradero desde el 6 de enero de este año, después de una cena con sus hijos, cuando salió a trabajar en la colonia Tequisquiapan, en San Luis Potosí. El 15 de enero, la Fiscalía estatal halló su auto calcinado. Daniela es conductora de inDrive, empresa que también fue mencionada en el caso de Dariana Posadas, que en septiembre de 2024 fue asesinada con arma de fuego por dos hombres mientras hacía un servicio, también en San Luis Potosí. En 2024 grupos de Facebook reportaron la desaparición y localización sin vida de Sara Elizabeth Ponce Tierrafria, conductora de taxi de aplicación en Celaya, Guanajuato.

inDriver Daniela Martell Orozco

Laborar en condiciones seguras: una de las grandes deudas con las conductoras de plataformas digitales

En los últimos tres años, trabajadorxs de plataformas de transporte han alertado sobre el aumento de inseguridad. Esta no sólo deriva de que en estados como Quintana Roo y San Luis Potosí el conflicto con los taxistas es latente o de contextos de violencia generalizada como en Culiacán, Sinaloa. Tan solo entre diciembre de 2022 y enero de 2023, las agresiones (amenazas, golpizas, daños a los vehículos y hostigamiento) incrementó un 200%, según compartió Uber a Milenio

Desde mediados de 2024, la prensa local ha reportado la actividad de la Banda del Cora, responsable de múltiples robos con violencia a conductorxs en Estado de México. Mientras tanto, en ciudades como Morelia, Michoacán, lxs trabajadorxs de plataforma contabilizan hasta tres asaltos diarios y 20 al mes, como ocurre también en Toluca (Edomex). La incidencia delictiva ha provocado que, además de la detección de las “áreas rojas” (zonas de alto riesgo), lxs conductorxs circulen videos en TikTok y Facebook para prevenir sobre los modus operandi de los criminales que incluyen la creación de perfiles falsos y el uso de armas de fuego

Además de la inseguridad, lxs operadorxs de Uber, DiDi, BlaBlaCar, Cabify, inDrive y Bolt han protestado por las condiciones laborales: tras la pandemia por COVID-19, las plataformas les han llegado a cobrar hasta una comisión del 50%, se les castiga por la desconexión y, desde su entrada al mercado mexicano, han gozado de una falta de regulación que ha derivado en atropellos a la Ley Federal del Trabajo (LFT), particularmente en lo que respecta a la seguridad social. 

En el caso de las conductoras, la situación se incrementa y agrava de manera diferencial. “A las compañeras nos ven más vulnerables para los asaltos”, comparte Ivette Pichardo, trabajadora de diferentes plataformas digitales de transporte y delivery desde hace ocho años, madre y parte del colectivo Conductores Por Juárez en Chihuahua. Recuerda que en diciembre del año pasado, una de las operadoras fue asaltada, amarrada y amenazada con un cuchillo. 

Ivette ha sido víctima de robo de todas sus pertenencias en dos ocasiones y si bien comenta que “es más factible que los delincuentes las asalten a ellas porque las ven solas en un espacio cerrado”, asegura que una de las violencias específicas y más frecuentes es la de índole sexual. A los “intentos de violación a compañeras” se suman el hostigamiento, acoso y la violencia digital a través del envío de material íntimo sin consentimiento, delito que desde 2021 está tipificado en la Ley Olimpia. “Aunque no hayan tenido alguna insinuación al interior del auto, hay algunos usuarios que cuando se bajan te envían imágenes e invitaciones sexuales. Son muy groseros. Todas las compañeras estamos muy vulnerables”, detalla Ivette sobre agresiones a las que las empresas de taxis de plataforma no han prestado la debida atención, pese a denuncias en las que las trabajadoras también han demandado la implementación de protocolos de acción y prevención. 

“Hay aplicaciones que no cuidan nuestra información personal, como el número telefónico. Eso es peligroso para nosotras porque se les queda grabado a los usuarios. Aparte, cuando terminamos el viaje, ya no podemos reportar la cuenta. Lo único que podemos hacer es bloquear al usuario, pero no tenemos la seguridad de que no nos va a tocar en otro viaje. Hacemos muchos viajes por día, entre 15 y 20. Entonces, no te grabas a todas las personas que se suben. Muchas veces, cuando hemos reportado, lo único que recibimos [de las aplicaciones] es un mensaje de disculpa y que se tomarán medidas. Sin embargo, ha habido compañeras que les vuelve a enviar viaje con esos usuarios. No existe un reglamento para que en caso de que una mujer reporte un suceso de este tipo la aplicación sea muy estricta y bloquee el viaje”, explica a Volcánicas

¿Mujeres dirigiendo sus vidas?: las empresas presumen contar con medidas contra las violencias, pero no cuentan con medidas integrales

En Facebook y TikTok cada vez son más frecuentes las publicaciones en las que mujeres preguntan por la experiencia de conductoras de taxi de plataforma y les piden consejos. Además de cancelar viajes en las áreas rojas y solicitados por usuarixs en estado de ebriedad, las principales recomendaciones son trabajar de día y configurar la aplicación para brindar el servicio exclusivamente a mujeres. En noviembre de 2020 Uber activó la función de “Ellas” en Guadalajara, Chihuahua, San Luis Potosí, Hermosillo, Torreón, Cuernavaca, Morelia, Toluca, Puebla y León. Esta medida fue adoptada por DiDi (DiDiMujer) y Bolt (BoltMujer) un año después. 

Aunque las tres empresas han asegurado que dicha estrategia tiene como finalidad preservar la seguridad, Ivette subraya que no hay un análisis integral de las necesidades de las trabajadoras. A la fecha, de manera oficial, solo se sabe que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tiene registradxs a 658 mil trabajadorxs de aplicaciones digitales, sin contar con los datos estadísticos y demográficos precisos. No obstante, Ivette asegura que, por la flexibilidad de horario, al menos en Ciudad Juárez, gran parte de las conductoras son “madres autónomas, estudiantes, pensionadas y esposas a las que sus esposos les comparten el auto por ratitos”

En una entrevista con MURAL (Grupo Reforma), Mónica Sánchez, del Consejo de Conductores de Jalisco y del Movimiento Amazonas GDL, destacó que la mayoría de las trabajadoras de plataformas de transporte ​​—muchas de ellas “cabezas del hogar”—toman el turno de la noche porque durante el día atienden a sus familias y hogares. “Realmente nosotras tenemos mucho más trabajo”, secunda Ivette, al recordar que en México las mujeres dedican al menos 37.9 horas semanales a las labores de los cuidados

La limitación de tiempo —por lo general, el horario de trabajo de las madres autónomas conductoras corresponde únicamente al lapso en que sus hijxs están en la escuela (entre 5 y 7 horas diarias, en promedio)— es una de las razones por las que Ivette considera que la configuración para brindar servicio exclusivo a mujeres es una medida parcial. “Esto puede mermar nuestros ingresos. Como nuestro tiempo tiene que ser dividido, no podemos estar con esa merma de tiempo. Por ejemplo, ahora en enero que el trabajo baja muchísimo, tenemos que estar trabajando hasta en cuatro aplicaciones. Entonces, aunque quieras trabajar en la aplicación más segura, tienes que conectarte en las otras porque tiene que salir el gasto para el día”, dice. 

Los vacíos de la reciente reforma laboral y la regulación a las plataformas digitales

Con la entrada del gobierno de Claudia Sheinbaum (1 de octubre de 2024) el tema de la regulación de las plataformas digitales se posicionó en la agenda pública. A dos semanas de asumir el cargo, el 16 de octubre, la presidenta presentó la iniciativa para que a través de modificaciones a la Ley Federal del Trabajo se reconocieran y garantizaran los derechos laborales (acceso a la atención médica en el sistema público de salud, crédito del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, seguro contra accidentes, pago de utilidades e implementación de protocolos con perspectiva de género contra acoso y hostigamiento)  de las personas  inscritas en estas empresas. 

Tras la publicación de la misma en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 24 de diciembre del año pasado, se ha dialogado al respecto y colectivos como #NiUnRepartidorMenos han señalado que, pese a reconocer varias necesidades básicas, el proyecto no recoge todas las demandas de lxs trabajadorxs. Desde los feminismos, también se ha expresado que la reforma sigue sin contemplar la importancia de la flexibilidad de horarios para las mujeres. 

“Aparte de cuidar a nuestros hijos, cuidamos de otros familiares como nuestra madre o padre. Trabajamos, vamos a la escuela o queremos emprender proyectos. Estaría bien que la aplicación diera la oportunidad de detectar el tiempo que trabajas, cuando los niños están en la escuela, por ejemplo, y que diera un poquito más [de dinero] en los viajes. A pesar de que con estos cambios vamos a obtener algunos beneficios, la seguridad sigue siendo un tema a tratar”, aclara Ivette Pichardo en eco a la denuncia que ella y varias de sus compañeras han hecho a la empresa y las autoridades de que la preservación de su bienestar depende sólo de ellas, de cómo se organizan autónomamente y de si cuentan o no con los recursos para comprar equipos como cámaras de vigilancia. “Tenemos que utilizar nuestros propios medios. Ponemos cámaras en nuestros autos que a veces nos son arrebatadas por los delincuentes y nos quedamos sin forma de avisar los abusos y los asaltos”, reitera. 

Sobre la reciente reforma a la Ley Federal del Trabajo (particularmente en el Artículo 291-R), la Cámara de Diputados enfatizó que las empresas de plataformas digitales deben adoptar una perspectiva de género y proteger a las trabajadoras “de actos de discriminación, violencia laboral, violencia sexual, acoso u hostigamiento con motivo de su trabajo, y que permita conciliar el trabajo con la vida personal y familiar”. 

Sin embargo, tanto en discurso como en medidas concretas, sigue habiendo un vacío significativo en las responsabilidades que tienen las empresas en el acompañamiento, el apoyo y la reparación de daños con víctimas y familias de víctimas de otros delitos como la desaparición, el secuestro y el feminicidio. Es urgente contar con leyes, políticas públicas, protocolos y mecanismos que reconozcan, nombren y garanticen los derechos que las mujeres ven vulnerados por las violencias a las que se enfrentan al momento de trabajar y llevar sustento a sus hogares. 

El recordatorio es para las empresas, el Estado mexicano y las instancias procuradoras de justicia: LAS CONDUCTORAS Y REPARTIDORAS DE PLATAFORMAS DIGITALES SON TRABAJADORAS, NO SOCIAS. 

NI UNA MENOS.

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Autor

  • Comunicadorx política graduadx de la UNAM, especializadx en regulación de medios audiovisuales y usos sociopolíticos de la tecnología. Colabora de manera independiente en periodismo musical a través de su newsletter “Music for the Vampires” y ha contribuido a medios como Indie Rocks!, Radio Nopal, Sound & Vision y Vibras. Su cobertura incluye la escena musical alternativa/under/goth, así como temas de justicia reproductiva, movilización social, políticas afectivas y gestión de recursos públicos, especialmente en salud. Además, es fundadorx de ALAIT (Aborto Legal, Acompañado e Informado para Todes), un proyecto para contrarrestar la desinformación sobre el aborto.

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