October 29, 2024

GUTS: o cómo Olivia Rodrigo nos ayudó a entender por qué estamos tan enojadas

El 29 de octubre, Olivia Rodrigo: GUTS World Tour llegó al catálogo de Netflix. Para revivir la presentación especial del Intuit Dome, en Los Ángeles, compartimos algunas reflexiones que nos llevamos del segundo álbum de la estrella pop.

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Olivia Rodrigo guts netflix concierto reseña
Olivia Rodrigo en Los Ángeles como parte de la gira promocional de GUTS. / Fotografía: Netflix. Intervención: An Flores

Un esmalte carmesí a punto de expirar regado sobre una alfombra tapizada con recortes  de revistas: tests para saber si eres correspondida o si lograste pasar página con tu ex, rutinas caseras de skincare, consejos de amistad, datos curiosos de celebridades y anuncios de prendas y accesorios que deberían estar en tu clóset: un par de converse de bota, minifaldas con lentejuelas o tableadas, medias de red, clips de pelo en forma de mariposa, croptops con frases chic al estilo fanzine: all-american bitch.  

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Solo tres años separan a la Olivia Rodrigo que, en plena pandemia, llegó a destrozarnos de manera brutal con “driver’s license” y a la estrella que, con guiños a Kim Gordon y Fiona Apple, ha sido congratulada por Billboard por el evento de rock de 2024. Pero ella siente que ha crecido 25 años. 

La inmediatez con la que abraza el paso del tiempo resulta paradójica, pues SOUR fue una antología detallada del agobio que le causaban las fiestas de cumpleaños: una expresión tangible de la presión para no cometer el mínimo error mientras crecemos. Sentir vergüenza, frustración y encono por cada tropiezo, por cada lección que ‘aprendimos a la mala’. “Madurez”, le llama el discurso adultocentrista. 

Tres días después de cumplir los 21, Olivia, además de aclarar que ya podía consumir alcohol legalmente, inició Guts World Tour: su primera gira con sold outs en arenas de todo el mundo en la que, tanto niñas que no rebasan los 12 años, como las que atraviesan por su primera ruptura amorosa a los 17 y las que a los casi 30 escuchan “brutal” para canalizar la rabia por espacios laborales precarios, corean las 23 canciones que componen el setlist. Una escena que anhelaba Olivia a los 14 años cuando el scrolling en YouTube ampliaba su gusto por íconos noventeros como Alanis Morissette, The Smashing Pumpkins, Pearl Jam, The White Stripes y Hole

“En un concierto de Olivia Rodrigo todos los gritos son existenciales”, tituló The Washington Post al identificar y enlistar algunas razones por las que las baladas pop y el grunge (Liv’s Version) se han colado en las biografía musicales de quienes, desde hace años, sintieron fastidio por el [childteenunderage] star system de Disney o quienes, por sobrevivir en una industria tan hostil y sexista como el periodismo musical, renunciamos al placer de disfrutar de espectáculos que terminan con confetti en forma de estrella, plumas de sombreros vaqueros y cintillos adornados con la característica tipografía de los bailes de homecoming gringos. 

sour prom olivia rodrigo
SOUR Prom / Foto: Olivia Rodrigo (Página oficial de Facebook)

Escuchar “love is embarrasing” y “get him back!” en todos los charts de plataformas streaming no sólo es un deja vu para las infancias y adolescencias que descargamos Tidal (1996) en Ares y, como práctica autodidacta del inglés, memorizamos cada metáfora de Taylor Swift, St. Vincent, Avril Lavigne y Lorde.

Desde un altavoz, GUTS refirma lo que Olivia Rodrigo ofreció desde un principio: la validación de emociones que no son socialmente aceptadas y que, históricamente, han sido criminalizadas —pero rentabilizadas a conveniencia por una industria cultural profundamente sexista —cuando se trata de las mujeres: el enojo, los celos y el despecho. 

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La periodista y editora musical Caryn Ganz (The New York Times y Rolling Stone) destaca que Olivia Rodrigo es una artista que ama a las mujeres que se enfadan. Para la oriunda de Temecula, California, el enojo, la irritabilidad y el hartazgo —la víscera, pues— funcionan a manera de símil para “la miseria ama la compañía”, esa frase tan citada por la literatura y caricaturas satíricas de MTV como Daria. 

Con GUTS, Olivia Rodrigo y la audiencia que la ha seguido por cada rincón del mundo —desde Thousand Palms hasta Sydney— han mostrado que el disgusto y la irritabilidad no sólo tienen como destinatarias a las personas que dedicamos “vampire”, “logical” o “bad idea right?” La indignación también tiene como origen incertidumbres que, a estas alturas, las riot grrrls habrían esperado fueran certezas: unas en las que nuestros derechos no estuvieran en disputa. 

En los 90, discos como Live Through This (1994), de Hole, las presentaciones en las que Kathleen Hanna (Bikini Kill) exigió que las chicas estuvieran al frente y el artivismo a través de zines tomaron a la libertad sexual y reproductiva como estandartes. Aunque en ese entonces iban más de dos décadas de Roe vs Wade, la tercera ola del feminismo —una que navegó entre estruendosas melodías punk rock, la lucha antirracista y el auge de las denuncias de las Guerrilla Girls en el ámbito artístico— enfatizaron la necesidad de aferrarnos a nuestras conquistas en la vida pública y política.

GUTS World Tour arrancó el 23 de febrero de 2024, ocho meses después de que la Corte Suprema eliminara la protección constitucional del derecho al aborto, derogando la sentencia Roe vs Wade. En ese inter, Olivia se presentó en su primer Glastonbury y cantó a dueto con Lily Allen: una victoria para su carrera artística y, a la vez, la denuncia de uno de los episodios más amargos de la historia reciente de los Estados Unidos.

“Estoy compartiendo este escenario con Lily. Es el sueño más grande hecho realidad. Pero también estoy desconsolada por lo que sucedió ayer. Estoy devastada y aterrorizada. Muchas mujeres y niñas van a morir por esto”, dijo antes de dedicar “Fuck You!” a lxs congresistas Samuel Alito, Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Amy Coney Barrett y Brett Kavanaugh.

El show del Spectrum Center (8 de marzo de 2024, Charlotte, EUA), además de la euforia de centenares de adolescentes al escuchar las primeras notas de “Can’t Catch Me Now”, ocupa un lugar importante en la gira y carrera de Olivia por haber sido la primera fecha en la que sus conciertos fueron una oportunidad para que organizaciones proaborto y de educación sexual integral (ESI) se acercaran a las poblaciones jóvenes y les hicieran conocer su labor.

Paralelamente, el GUTS World Tour fue motivo de celebración entre las feministas por el lanzamiento de fund 4 Good, una iniciativa global para combatir las violencias hacia niñas, adolescentes y mujeres. 

@livieshq

olivia has launched Fund4Good, a global initiative committed to building an equitable and just future for all women, girls and people seeking reproductive health freedom. get more info & donate at http://oliviarodrigo.lnk.to/fund4good

♬ original sound – livies hq ❤️

En Estados Unidos —un país en el que el movimiento antiaborto ha estado marcado por al menos 11 asesinatos, 42 bombardeos, 200 incendios provocados y 531 agresiones a centros y personas que proveen servicios de interrupción del embarazo—, la postura de Olivia Rodrigo a favor de los derechos sexuales y reproductivos, la repartición de flyers informativos, píldoras de emergencia, kits con métodos anticonceptivos en los conciertos y fans promoviendo el trabajo de ONG como Right By You no tardaron en generar uan profunda molestia en los sectores conservadores y ultraconservadores. 

Entre las publicaciones de redes sociales en las que se acusó a la intérprete de “happier” de “promiscua”, “nazi” y ‘promover’ el sexo adolescente se encontró la de Bill Eigel, senador de Missouricon una de las leyes más estrictas en materia de interrupción del embarazo y uno de los nueve estados que votará sobre el derecho al aborto en las elecciones de noviembre 2024— dijo sentirse “horrorizado” por cómo Olivia estaba “dañando” a las mujeres. Por supuesto, el representante republicano, sumado a difundir información falsa y tendenciosa sobre ‘las consecuencias’ del aborto, defendió su posición antiderechos con la ‘preocupación’ por las infancias. 

Otra de las reacciones que llamaron la atención por el discurso criminalizante de la defensa de la salud sexual y reproductiva de las mujeres fue la de Breitbart News Network, website de extrema derecha, que catalogó a Rodrigo de ser una “sacerdotiza del sacrificio de niños”. A lo largo de toda la gira de GUTS, Breitbart News Network también ha descalificado el apoyo de la cantautora a la candidatura presidencial de Kamala Harris y cubierto de manera burlona errores en el escenario. 

En una línea similar, AnnenbergMedia —sitio perteneciente a la Universidad del Sur de California, institución privada con una acentuada tendencia conservadora y religiosa— ‘alertó’ que Olivia Rodrigo no es una artista apta para niñxs y que sus shows no estaban dirigidos a las familias. “Las actuaciones de Rodrigo en el GUTS World Tour reflejan el contenido del álbum. Si bien algunas canciones están hechas como baladas, números como “obsessed” y “bad idea right?” son sexuales y provocativos […] Si las canciones hablan sobre sexo, sus fans deberían tener la edad suficiente para entender qué son los anticonceptivos”, escribió la periodista Katie Simons. En ciudades como Milwaukee, padres y madres de familia incluso escribieron guías de cómo disfrutar del show aunque “no sea apropiado”.  

A mediados de marzo, la Red Nacional de Aborto (NNAF, por sus siglas en inglés) comunicó a Variety que el equipo de Olivia Rodrigo había decidido suspender la distribución gratuita de anticonceptivos en los conciertos. Las organizaciones agradecieron a la estrella pop la apertura y el apoyo, pero también lamentaron que limitaran su acercamiento a únicamente repartir trípticos, stickers y gorras. “Si las niñas y los niños no están recibiendo la educación que necesitan en la escuela, al menos pueden confiar en las ONG de salud reproductiva de sus comunidades”, apuntó Destiny Spaeth, de Prairie Abortion Fund. 

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El 22 de octubre, con una cuarta fecha sold out en Sydney, Australia, Olivia Rodrigo cerró el GUTS World Tour de 2024. En cada una de sus presentaciones la también actriz aclaró que sus canciones favoritas son en las que se muestra furiosa. En una entrevista con The New Yorker la galardonada al Grammy resaltó que “ya no es la chica de 17 años que atravesaba por una ruptura amorosa”. Y es cierto. 

Aunque la música de Olivia Rodrigo sigue siendo un reclamo colectivo a lo engorroso que es crecer y un repertorio de todo lo que quisimos decir a nuestrxs traitors, GUTS es ese recordatorio de que hay muchos motivos para estar furiosas y que tenemos derecho a señalar a quiénes alimentan —y luego juzgan— el enojo.

“Si esta noche alguien te está jodiendo, quiero que lo grites”, se escucha decir a Olivia Rodrigo en su presentación en el Intuit Dome de Los Ángeles que fue grabada para Netflix. Es nuestra oportunidad para decirlo en voz alta: estamos encabronadas. Gritamos desde nuestras entrañas porque la amenaza de atentar contra nuestros derechos, contra nuestros cuerpos, contra nosotras, es una constante. 

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Autor

  • Comunicadorx política graduadx de la UNAM, especializadx en regulación de medios audiovisuales y usos sociopolíticos de la tecnología. Colabora de manera independiente en periodismo musical a través de su newsletter “Music for the Vampires” y ha contribuido a medios como Indie Rocks!, Radio Nopal, Sound & Vision y Vibras. Su cobertura incluye la escena musical alternativa/under/goth, así como temas de justicia reproductiva, movilización social, políticas afectivas y gestión de recursos públicos, especialmente en salud. Además, es fundadorx de ALAIT (Aborto Legal, Acompañado e Informado para Todes), un proyecto para contrarrestar la desinformación sobre el aborto.

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