En medio de las sesiones que avanzan en el juzgado de Aviñón, al sur de Francia, Gisèle relató en su testimonio las lagunas mentales y cómo en la citación en la comisaría, tras la incautación de los dispositivos móviles por parte de la Policía en 2020 a Dominique, descubrió las violaciones filmadas en video que su expareja organizaba en su casa con decenas desconocidos a través de internet, durante una década.
Con ansiolíticos y somníferos, el abusador aprovechaba las capacidades disminuidas de la víctima para rechazar la agresión y así cometer la violación a través de la sumisión química. Según la Cruz Roja de España, “esta práctica se ha convertido en un problema de salud pública que se relaciona, con frecuencia, a agresiones sexuales o abuso de menores. Por lo tanto, deben tomarse todas las medidas necesarias desde el ámbito sanitario, ya que es en los servicios de urgencias de los hospitales donde se diagnostican la mayoría de los casos”.
De acuerdo con las cifras recolectadas por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, durante 2021, una de cada tres agresiones sexuales registradas en España, la víctima habría estado bajo sumisión química. En el estudio hallaron que de los 994 análisis por sospecha de sumisión química, el resultado fue positivo en el 72 % de los casos. Además, en el 92 % de los casos recolectados en el estudio, la víctima era mujer.
En el juicio, Gisèle aseguró sentirse como una “muñeca de trapo” al observarse en las grabaciones y fotografías drogada y abusada sexualmente por desconocidos. Algunos de los acusados manifestaron que Dominique les hizo creer que su esposa sabía de estos encuentros y hacía parte de un juego sexual dentro de su matrimonio, cuando en realidad no fue así.
Los síntomas como el cansancio, cosquilleo en el cuerpo y las lagunas mentales de Gisèle la llevaron a pensar a ella y sus tres hijos que padecía de Alzheimer, o que tenía un tumor cerebral. Las visitas a médicos especialistas como ginecólogos y neurólogos, incluso junto a Dominique Pélicot, fueron frecuentes, pero las hipótesis de los médicos nunca apuntaron a que realmente era abusada sexualmente en repetidas ocasiones bajo la sumisión química.
Mientras el juicio avanza, uno de los 50 hombres que abusó sexualmente de Gisèle también es señalado por drogar y violar a su pareja. Se trata de Jean-Pierre M, de 63 años, quien replicó exactamente lo mismo que hizo Dominique pero con su propia esposa. Durante el juicio, la hija de este acusado calificó como “imperdonable” tras descubrir que su padre le suministraba ansiolíticos a la pareja para luego tener relaciones sexuales con ella, muchas veces en compañía de Dominique. En el juicio, Jean-Pierre M aceptó los cargos por los que se le acusan.
#MendorsPas, la fundación que sensibiliza sobre la sumisión química
Caroline Darian, hija de Gisèle Pelicot, también testificó en el juicio. En 2022, dos años después de descubrir cómo su padre drogaba, violaba y permitía que otros hombres abusaran sexualmente de su madre, Caroline publicó un libro titulado “Y no te llamé más papá”, en el que habla de cómo la sumisión química ejercida por Dominique afectó a todo su núcleo familiar.
Según los fragmentos del libro, Dominique preparaba una mezcla de ansiolíticos y somníferos que introducía en la taza de café o la copa de vino que le daba a Gisèle con la que lograba que permaneciera dormida hasta por ocho horas seguidas. “La administración de drogas es más común de lo que la gente cree, no siempre se trata de una pastilla en un vaso en una fiesta. La sumisión química también puede tener lugar en el seno de una pareja”, relata Caroline en su libro.
A través de la fundación #MendorsPas, que traduce “no me duermas”, Caroline Darian busca que las autoridades públicas y la sociedad civil se involucren en el tema de la sumisión química en el hogar a través de la sensibilización y la educación, para que las personas estén mejor informadas sobre esta práctica a la que recurren abusadores sexuales. De esta manera, se podría mejorar la detección temprana de los casos y así ofrecer mejor apoyo a las víctimas.
De acuerdo con la más reciente encuesta de la Agencia Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios, citada por #MendorsPas en su página web, en Francia “es el entorno cercano, profesional o amistoso, y en particular el círculo familiar, especialmente dentro del hogar, el que está involucrado en primera línea. Las víctimas son personas a menudo particularmente vulnerables, abusadas o maltratadas (químicamente) a veces de manera prolongada y repetida”. Además, la misma entidad sostiene que el 41% de los autores suelen ser conocidos de la víctima.
Bajo este contexto, para la víctima es mucho más complicado denunciar ante las autoridades si su agresor se encuentra en círculos cercanos y, además, si no cuenta con recuerdos claros de la agresión sexual producto de la sumisión química y si tampoco reconoce los síntomas.
En una declaración a medios de comunicación este lunes 16 de septiembre, Gisèle Pelicot envió un mensaje a las víctimas de violencia sexual en todo el mundo y agradeció a las cientos de personas que se manifestaron en Francia este sábado. “Gracias a todos vosotros tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final. Esta lucha que dedico a todas las personas, mujeres y hombres que en el mundo son víctimas de violencia sexual. A todas esas víctimas, quiero decir hoy, mirad a vuestro alrededor, no estáis solos”, expresó Gisèle.
Por su parte, el juicio contra Dominique Pelicot permanece suspendido por un tiempo incierto debido a una infección renal del acusado, según lo explicó su abogada, Béatrice Zavarro, por lo que su estado actual de salud le impidió asistir este lunes 16 de septiembre al tribunal de Aviñón.