julio 27, 2023

Patti Smith, la leyenda viva

Patti Smith, “la madrina del punk”, la leyenda —quizás la última viva de su generación—, vino por primera vez a Colombia a sus 76 años, a refrendar un legado cultural intergeneracional de 5 décadas o más. No se trata solo de música o poesía, fotografía, performance o visuales, Patti Smith es todo eso y más. Es también conexión, reclamo,protesta, revolución, resiliencia, sensibilidad bohemia y Beat, amalgama cultural y una demostración de poder femenino que ha trascendido barreras y fronteras.

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En palabras de la poetógrafa caleña Lina Botero, “es una de las mujeres que más ha reivindicado la poesía fuera del papel, la poesía performática, la poesía con sonido, la poesía con el cuerpo. No se queda solo en la música, cree en la potencia de juntar lenguajes, es una artista virtual, es todo. Fue una de las mujeres que sacó la poesía del papel y, junto a sus grandes amigos poetas, reivindicó también la calle como poesía. Fue una mujer para la que fue importante registrarlo todo, escribirlo todo, tomarle fotos a sus amigos, ritualizar, llenó de objetos la vida. Ritualizó la poesía. Y también reivindica la vejez, ella aceptó ser vieja, valora también observar la mujer que está siendo, que es otro tipo de mujer. Smith hace parte de la historia, de la cultura y está viva. De todas las personas que fueron importantes en términos de poesía y música punk, es la que queda”.

Una vida para ser contada, cantada y retratada

La cantante, compositora, poeta, pintora, performer, activista y autora capricorniana nacida en Chicago, se interesó por la música desde temprana edad y su madre, Beverly Smith, quien fue cantante de jazz, tuvo bastante que ver, exponiéndola desde niña a influencias musicales que iban desde Harry Belafonte y Patience and Prudence, hasta Bob Dylan. En 1967, Patti enfrentó un embarazo no deseado y renunció a una maternidad para la que no estaba preparada —como ha dicho en repetidas ocasiones— dando en adopción a una familia elegida por ella misma. Su decisión le costó la salida de su núcleo familiar y posteriormente la expulsión del Glassboro State College, pero le abrió las puertas al mundo.

“Es imposible describir la inesperada calma que me invadió. La arrolladora sensación de que tenía un objetivo en la vida eclipsó mis temores (…) Me sentía totalmente dueña de mí misma. Cumpliría con mi deber y me mantendría fuerte y sana. Jamás miraría atrás (…) Sería una artista. Demostraría mi valía” 

En Nueva York, conoció al fotógrafo Robert Mapplethorpe, quien sería amor, compañero, amigo y una de las personas más influyentes e importantes de su vida; en su libro “Just Kids”, en el que cuenta la historia de su relación, Smith se refiere a él como el artista de su vida y su fotografía austera acompañó la portada del que sería su álbum debut e hito para el punk rock y la poesía contemporánea: Horses (1975). “Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos”, el extracto de “Oath”, uno de los primeros poemas de Smith y la versión de» Gloria” de Van Morrison», abrían ese capítulo, que cambiaría la historia y a su vez sería el preludio de una vida de carrera que no acabó a los 40, ni a los 50, ni a los 60, ni a los 70, como está escrito y con tinta roja para las mujeres. Patti Smith sigue viva y activamente creando, retando estereotipos, paradigmas y al statu quo y ha sido influencia fundamental para artistas como Michael Stipe de REM, Shirley Manson de Garbage, The Smiths, Morrissey, Johnny Marr, U2, Elliot Page, Courtney Love y Madonna.

En sus letras, entrevistas y discurso público, Smith ha sentado postura contras las guerras y el conflicto armado, ha sido crítica de la iglesia (aunque por momentos ha vuelto a acercarse y reconciliarse con su formación religiosa) y de la sexualización de la mujer en la música, y aunque toda ella puede leerse como una declaración de principios feministas,  también ha sido crítica del feminismo. 

Tuvo 2 hijos con Fred «Sonic» Smith, ex guitarrista de la banda de rock de Detroit MC5 y Sonic’s Rendezvous Band: Jackson (1982), baterista de The White Stripes y Jesse Paris (1987), música y compositora. Tras la muerte de su esposo en 1994, Smith dedicó más tiempo a la “fotografía pura”, su método para capturar objetos fijos sin flash. En el 2011, presentó su primera exposición fotográfica, Camera Solo, llamada así por un letrero que vio en la morada del Papa Celestino V, que traduce “una habitación propia”, lo que Smith asoció a su método de fotografía. La exposición incluía elementos y lugares asociados a artistas que influyeron fuertemente en la obra de Smith, como Rimbaud, Baudelaire, John Keats y William Blake. 

Hoy, más de una década después de esa primera exposición fotográfica, esa habitación propia se expande hasta “Correspondences”, la exposición instalación multicanal que recoge la colaboración de más de 10 años junto al colectivo franco-alemán Soundwalk Collective, está en Bogotá, dando acceso a la capital colombiana a ese mundo-memoria de Patti, de amigos poetas, cineastas, revolucionarios y del pedazo de historia que vivieron y narraron y registraron.

“Nunca nos imaginamos poder tener la posibilidad de ver en el centro de Bogotá a la madrina del punk, a la mismísima Patti Smith, acercándose ya casi a sus 80 años”, nos dijo la periodista musical Simona Sánchez, después de asistir a uno de los 2 shows performáticos realizados como preludio de la instalación, en el Teatro Colón. “No solo es una artista que es un clásico y emblemática, sino que es la representación de una generación.  Creo que (el show) también era como aterrizar el símbolo. Esto le vuela a la cabeza a cualquiera, es absolutamente contemporáneo, es una narrativa muy potente, desde muchos frentes, sonoros, narrativos, poéticos, visuales. Es muy conmovedor también esta sensación de tal vez esta sea la última vez que vaya a poder verla, la primera y última vez. Yo salí con eso, con un montón de preguntas, como que uno aterriza a sus ídolos y por fin los puede ver, sobre todo cuando uno consumió músicas de otras formas, a través de otros canales, como que la información llegó de otra manera, para mí fue sublime”.

Para la autora Juliana Abaúnza, fue “justo lo que esperaba que fuera; ella más que una cantante siempre ha sido una ✨artista✨, una poeta, y esta performance fue eso. Patti compartiéndonos su talento como poeta y performer”. 

“Correspondences” estará hasta el 4 de octubre en la Sala Fanny Mikey del Centro Nacional de las Artes de Bogotá. Si tienen la oportunidad de ir, no se la pierdan.

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