julio 11, 2024

Musical “Malinche”: lavado y blanqueamiento histórico

“Malinche, un musical de Nacho Cano” busca llegar a México. El espectáculo del exintegrante de Mecano es un ejemplo evidente del lavado y blanqueamiento histórico.

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“Malinche, un musical de Nacho Cano” busca llegar a México. El espectáculo del exintegrante de Mecano es un ejemplo evidente del lavado y blanqueamiento histórico. 

Tras ser detenido por la Policía de Madrid, Nacho Cano reiteró su pretensión de traer su musical a Latinoamérica. Este martes 9 de julio, las autoridades españolas lo señalaron de cometer delitos contra los derechos de la población inmigrante y contra los derechos de los trabajadores. 

Nacho reconoció que tiene a 17 jóvenes mexicanos en su show, pero aseguró que no son empleados, sino “estudiantes” que “están haciendo prácticas”. El productor enfatizó que estos artistas serán parte del elenco que monte el espectáculo en México. Después de ver los elementos centrales de la obra, dudo que esta reciba el mismo aclamo que consiguió en tierras europeas. 

Primero, debo aclarar, yo no he ido a una función del espectáculo (perdón, no vivo en España). Lo que sí hice fue ver el proceso de creación del show a través de un documental titulado “La creación de Malinche: Un documental de Nacho Cano”. De acuerdo a lo que el propio Nacho deja ver, el show pretende ser un material propagandístico para lavarle la conciencia a las personas españolas a las que les atormenta aprender sobre la conquista. 

El propósito del musical no es ser un material de aprendizaje didáctico, sino servir para difundir la idea de que, esencialmente, la muerte de hasta 3.5 millones de personas indígenas era necesaria. Incluso, algo positivo. La trama se fundamenta en el supuesto romance entre Hernán Cortés y Malinalli (mal llamada “Malinche”). Pareciera que Nacho vio Pocahontas de Disney y pensó entusiasmado: “¡Ey! ¡Yo también puedo hacer eso!”. Recordemos, ambos se conocieron en 1519, cuando Malinalli de unos 15 años “fue regalada” a Cortés, que tenía 34. 

Esta presunta relación amorosa es fundamental en el musical de Nacho. Por ello reiteradamente se afirma en el documental promocional que en el espectáculo pretenden mostrarnos “la historia de amor que cambió al mundo”. A pesar de ello, el exintegrante de Mecano fue incapaz de mostrar en su documental a una sola historiadora o historiador que sustentara su teoría de que la adolescente esclavizada y el conquistador eran una feliz pareja. La única persona a cuadro que lo confirmó es el músico Armando Manzanero, que declara sin citar fuente alguna: “Indudablemente la Malinche se enamora de Cortés”.  

Pintar la relación entre el conquistador y la intérprete esclavizada como una bonita historia de amor sirve para cubrir las violaciones masivas que ocurrieron en el territorio. Al fin y al cabo, la mayoría de las relaciones entre hombres españoles y mujeres indígenas pudieron ser sólo romances genuinos, vean a Cortés y Malinalli como ejemplo. ¿Qué es eso de las dinámicas de poder? Nótese el sarcasmo

Otro propósito del musical “Malinche” es imponer la idea de que “América es fundamentalmente cristiana”, y que Malinalli debe ser celebrada porque fue “la mayor precursora del cristianismo” en el continente. No lo digo yo. Estas son citas directas del documental de Cano. Un eje adicional es imponer que México le debe la mayor parte de su cultura a sus conquistadores. Esto lo afirma en la película el académico Pedro Francisco Sánchez Nava, que sostuvo: “nuestra principal raíz es la española”. Como si no fuera suficiente, la cinta termina con una cita de Modesto, padre de Nacho, que sostiene que “los conquistadores que arrastraron la mayor epopeya de la historia (…) en la expansión de nuestra lengua fueron los que merecen todos los honores”. 

A pesar de que Nacho Cano trata de reiterar la importancia que le dio a la veracidad histórica, esa pretensión tampoco se trasladó al casting. En la puesta en escena que presentó en su documental, Melissa Barrera, actriz mexicana (no indígena) fue la que interpretó a Malinalli. Por lo que deja ver en su filme, Nacho tampoco contrató a personas indígenas para otros roles. Hasta el actor en el rol de Moctezuma es blanco. La vestimenta de las supuestas “mujeres indígenas” tampoco busca ser fiel a la realidad. En vez de ropajes tradicionales, portan brasieres de encaje decorados con plumajes. Se asemejan más a bailarinas de Río de Janeiro en un carnaval que a habitantes de Tenochtitlán. 

En resumen, el musical de Cano busca instaurar que en México deberíamos estar felices y agradecidxs por la invasión española. Nacho quiere replantear lo acontecido bajo el supuesto de que, como asegura Melissa Barrera “a todos los mexicanos nos han contado esta historia mal”. El propósito es blanquear la historia para justificar la tragedia; convertir la aniquilación de un pueblo, en un musical romántico. 

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Autor

  • Sofía Otero

    Mujer mexicana, analista política, creadora de contenido digital y estudiante de Comunicación con enfoque en periodismo. Apasionada del cuestionamiento al poder. Ha colaborado con diversos medios como Milenio, Nexos/MCCII, POSTA, Entre Ladrillos e Ibero 90.9.

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