April 29, 2024

Lina Botero: la fotógrafa de las letras y la bohemia

Por primera vez la fotógrafa oficial de la historia de la Feria Internacional del Libro de Bogotá es un mujer. Hablamos con Lina Botero, la fotógrafa oficial de la Filbo 2024.

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“Las fotos de Lina Botero crean (uni)versos” – Irene Vallejo

En junio de 2021, dos meses después de que comenzara el Estallido Nacional en Colombia, Lina Botero sumó 80 voces en un poema que llamó Funeral: a las muertes mal narradas en una patria boba, un grito colectivo contra la brutalidad policial que vivieron las y los manifestantes en las calles. Esas voces eran de artistas, poetas, periodistas, presentadorxs, gestoras culturales, poetas, personas del mundo de la cultura. Quizás esa fue la primera vez que supe de ella, de Lina, la poeta capaz de poner en palabras lo que muchas personas sentíamos en ese momento y hacerlas poesía con imágenes, con personas. Después supe que, además, era fotógrafa, caleña y que tenía una sensibilidad particular por la música, las canciones, el origen de las canciones, y la bohemia. Luego nos hicimos amigas, muy amigas, de esas amigas no se hacen tan fácil después de los 30, que parecen de infancia o de otras vidas; y conocí a su gato Nicanor, las tertulias en su casa que a veces no acaban o acaban con el azul reproche, los libros que atesora y cuida más que a cualquier otra cosa material y su capacidad casisúperpoder de conmoverse hasta las lágrimas con la belleza más simple, de disfrutar y exprimir el presente como lo que es, una ofrenda que ella registra, a veces en la libreta que lleva a todas partes -porque además tiene el don de dibujar-, a veces con la cámara, y otras, con palabras.

Entonces, no se me hizo raro, ni a mí ni a Victoria Holguín, ni a Isabella Bernal, nuestras amigas fotógrafas, también caleñas (a.k.a el nuevo grupo de Cali), que fuera ella, Lina Botero, la poetógrafa, la llamada a ser la fotógrafa oficial de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, una de las ferias literarias más importantes de Latinoamérica y el Caribe. Por supuesto, tenía que aprovecharla y preguntarle qué se sentía retratar a Irene Vallejo, a Rosa Montero, a Silvia Rivera Cusicanqui y a tantas autoras, autores y poetas que admira entre los 60 personajes que retrató en 12 días. La visité brevemente durante la feria, en el estudio improvisado que se armó en el hotel donde se hospedan la mayoría de invitadxs, y conversamos. Esta, más que una entrevista, es una conversación entre amigas.

Ita: Como poeta y fotógrafa que conoce y entiende la conexión y el encuentro entre la palabra y la imagen, ¿cómo ha sido retratar a todas estas personas donde habitan las palabras y las historias y estar a cargo de su imagen?

Lina: ¿Es curioso, sabes? Porque por mucho tiempo pensé que retratar a un escritor, a una autora, a una persona que escribe era trasladar SUS palabras a mis imágenes. Luego me di cuenta que de eso no va esta historia. Los retratos son encuentros y acuerdos de ese momento. Si tienes 7 minutos o 10 minutos con una persona, es más importante hablar de ese encuentro y del personaje que estamos escogiendo en ese momento que de toda la historia de su literatura, de su poética. Entonces las imágenes que me interesan son las que narran el acontecimiento efímero, las palabras que se dijeron en ese acontecimiento. Claro, la mirada está cargada de lo que se ha escrito y de lo que se ha vivido, pero eso no aparece en la imagen que se hace en tan poco tiempo. Sí aparecen, en cambio, la conexión entre quien mira y quien es mirado. La confianza que se entregan, el cuidado que se le pone a un ser que entre muchas cosas, está siendo vulnerable al dejarse mirar por una cámara y por una mujer. Así que creo que ha sido una experiencia preciosa que me ha entregado la FiLBo al confiarme ese tiempo, ese instante. De repente un día escribe Catalina, la matrona de comunicaciones de la Cámara del libro y me dice que si me interesaría hacer estas fotos. Yo grité, debo confesar que grité. Retratar personas que admiro o retratar personas que crean con las palabras o con la música es de los oficios más hermosos que existen. Y la experiencia ha sido hermosa, de repente toca a la puerta una autora, un autor, y es un encuentro de dos. Nadie más entra en esa sala, somos dos personas conversando sobre la vida. Qué chimba que la Filbo me permitiera y se permitiera hacer memoria con las imágenes.

Ita: Creo que es la primera vez que los retratos de lxs invitadxs a la FiLBo, están a cargo de una fotógrafa colombiana y no de un reconocido fotógrafo extranjero. ¿Crees que existe algo diferente en la mirada de una mujer al retratar? ¿La mirada feminizada o female gaze? ¿Una sensibilidad distinta, particularmente al retratar a otras mujeres?

Lina: Creo que sí, en la medida en que hay una acción de cuidado. Hablo por mí, al menos. Me interesa cuidar y hacer sentir cómoda a la persona que tengo frente a mis ojos. Es como un poco una sesión de terapia. Yo me pongo en disposición a escucharte. Quiero escuchar desde el caparazón con el que llegas, todas esas capas que te cubren por ser o tener el nombre que tienes y estar lista para el momento en que te las quieras quitar o aceptar si no quieres hacerlo. Al menos de mi parte, existe una sensibilidad con y para el otro. Quiero cuidar ese momento, quiero hablarte, quiero escucharte, quiero hacerte sentir bien, quiero que confíes en mí y atesorar eso. Responderte con una imagen que sirva de cierto modo de espejo. Pero no un espejo que hiere o que empequeñece o agranda tu ego, sino un espejo que te dice, esto también sos vos. Este pequeño instante, también te conforma.

Ita: ¿Por qué eliges retratar en blanco y negro?

Lina: A mí me gusta coleccionar cosas y me gusta cuando las cosas se ven como catalogadas, como que ves imágenes repetidas. También hay una cosa de que el protagonista sea el rostro y no lo que está alrededor, y eso hace el blanco y negro, que te fijes en el personaje y no tanto en todos los detalles. Si yo pongo estas fotos en color notas que las cortinas son grises, que las sillas son azules, pero cuando todo se vuelve blanco y negro, está la atención en el personaje, sus gestos y las formas. Y yo veo mucho las formas.

Ita: ¿De dónde viene tu pasión por todo esto? ¿Esa necesidad de registrar los momentos, narrar las canciones, las historias y el origen de esas historias con tus imágenes?

Lina: Una vez le leí a Rosa Montero que le gustaba leer biografías porque hacían las veces de hojas de ruta sobre la vida. Concuerdo con ella. Sin embargo, prefiero vivir biografías, acompañar biografías, hacer parte de las biografías de quienes tienen una vida que se mueve, que muta, que cambia. Me gustan las vidas en movimientos constantes. Me gusta aprender de esas vidas. Y creo que me fascina retratar música, retratar personas que crean con distintos lenguajes porque soy una egoísta. Porque quiero vivir una vida que se mueve, que se agita en experiencias extra – ordinarias. Me gusta la gente que llora, que grita cuando se emociona, que necesita silencio para escribir, que ve una piedra y ve cien mil posibilidades de historias o de canciones. Me gusta la gente que ve en una cosa millones de cosas. Entonces sí, mi necesidad de narrar las vidas de las personas creativas creo que está en que me gustan sus vidas, me gusta tomar nota. Es exactamente la misma sensación que me produce ir a una librería y salir con muchos libros, o ir a un concierto y cantar todas las canciones. Toda mi familia por parte de mamá ha padecido de Alzheimer, así que creo que en parte hay un miedo permanente a olvidar. Entonces narrar las historias de las canciones y del arte es expandir la forma de un libro o la forma de una canción para crearle múltiples dimensiones, para que no mueran, o al menos para que pueda volver a ellas algún día si es que un día llego a olvidar.

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Estos son algunos retratos de autoras presentes en la más reciente edición de la FiLBo; una galería que abre la puerta a un nuevo registro histórico con mirada de poetógrafa.

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One thought on “Lina Botero: la fotógrafa de las letras y la bohemia

  1. Me ha gustado mucho esta entrevista. Es tan natural y fluidas las palabras como las bellas fotografías. Lina es siempre tan inspiradora. Mis relatos agradecen siempre tus enseñanzas.

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