
La Fiscalía podría poner en riesgo el derecho al escrache, protegido por la Corte Constitucional, en el caso de acoso judicial que emprendió Hollman Morris, uno de los protegidos del presidente Petro, contra una de las varias mujeres que se han atrevido a denunciarlo públicamente.
La víctima es la defensora de DDHH Lina Castillo, quien denunció en redes sociales y medios de comunicación que sufrió de acoso cuando asistió a la oficina de Morris, mientras este era Concejal de Bogotá. Después de que la exesposa de Hollman Morris lo denunciara públicamente, Lina publicó en redes sociales que en la oficina del concejal Morris era sometida a maltratos verbales, como frases en las que Morris le decía “hoy quiero comer negra”, entre otras insinuaciones de índole sexual. Esta información fue corroborada por 2 mujeres más, como documentamos en nuestro reportaje “Denunciantes de Hollman Morris advierten sobre amenazas y hostigamientos”.
Como lo han dicho las cortes colombianas, Lina tiene derecho a contar esto públicamente, pero Morris y la Fiscalía piden que se meta presa a Lina por usar sus derechos. Tanto la Fiscalía como la jueza han señalado que el enfoque de género no debe aplicarse aún. Como si la investigación, acusación y preparación para el juicio no fueran etapas en donde se necesita enfoque de género. Pero, si el enfoque de género no sirve para entender y reconocer un derecho como el escrache, ¿para qué sirve?
Algunas de las irregularidades en este caso:
- Lina tiene suficientes pruebas para respaldar sus denuncias, pero la Fiscalía ni siquiera las ha revisado y prefirió enfrentarla, de forma revictimizante, a uno de los funcionarios más poderosos del Estado, quien además ha sido acusado de estas violencias en varias ocasiones.
- La Fiscalía ha dicho abiertamente que no ha aplicado el enfoque de género al caso.
- Morris se conecta a las audiencias usando el logo de RTVC de fondo, EL SISTEMA DE MEDIOS PÚBLICOS DEL PAÍS, evidenciando el poder que inviste.
De esta manera, la Fiscalía General de la Nación ha prestado toda su colaboración para que Hollman Morris pueda acosar judicialmente a Lina Castillo y a cualquier mujer que decida usar su derecho constitucional al escrache.
El avance de este proceso y la posible condena de Lina implicarían que el derecho al escrache de las mujeres en Colombia es un papel que las instituciones no respetan y que este caso podría enterrar. Esto es alarmante. La Fiscalía no puede seguir revictimizando ni desconociendo la jurisprudencia que la Corte Constitucional ha creado para proteger el derecho de las mujeres a denunciar estas violencias.