Hace unos días la artista caleña KarySol hizo una denuncia pública por los hechos de discriminación y violencia que sufrió en una tienda de ropa de la marca Bershka en Bogotá. En un video publicado en su red social de Instagram, @karysoloficial, explica detalladamente cómo la vigilante de la tienda de ropa Bershka la detuvo de una manera hostil para una revisión. Kary pidió una explicación porque era la única detenida y le revisaron el bolso. Al demostrar que no se había robado nada, confrontó el racismo de la vigilante diciéndole: “viste que yo no soy ninguna ladrona”, y la vigilante continuó escupiendo más racismo y estigmatizando su apariencia física. Esta situación escaló a las agresiones físicas, cuando la vigilante le pegó una patada a Kary y Kary le dio una cachetada.
La intervención de la policía por supuesto empeoró las cosas. Kary fue abordada violentamente por varios policías; sin tomarle una declaración, la agredieron físicamente para ponerle unas esposas, que además de ser un castigo simbólico con una larga historia racista, le dejó secuelas físicas como una lesión en la mano. Fue así que esta experiencia de compra en Bershka ya no solo tenía incluidos perfilamiento criminal por ser una mujer negra, requisa en actitud hostil, agresiones verbales racistas, una patada, sino que además, de ñapa incluía violencia policial. Todo esto completamente gratis por ser una mujer negra.
Yo les invito a cancelar esta experiencia de compra, no solo a las mujeres negras sino a todas las personas. Les invito abiertamente al boicot y a la protesta. A que les demos donde más les duele, en lo que más les importa: ¿la plata! No volvamos a comprar en Bershka.
¿Alguna vez han escuchado sobre el perfilamiento racial?
El perfilamiento racial es una práctica racista ampliamente utilizada en las instituciones educativas, policiales y de seguridad privada, que no se basa en hechos o malas conductas individuales de cualquier persona, sino en los prejuicios y la premisa racista de que todas las personas negras, indígenas, árabes, gitanas, etc, son sospechosas, y por esa razón dirigen gran parte de sus energías a vigilar y castigar a estas poblaciones marcadas socialmente por idea de la raza. Esto tiene entre muchas otras consecuencias, el uso desproporcionado de la fuerza policial en los barrios populares, lo cual nos ha costado muchas vidas negras, más probabilidades de ser expulsados del colegio, más paradas por la policía del tránsito, más probabilidades de tener una extra requisa en un aeropuerto, mientras caminas en la calle o, como KarySol, en una tienda de ropa. Obviamente todo esto hace que crezcan las probabilidades de ir a la cárcel.
Algo que me parece muy cruel e inhumano de todo esto es que frente a toda esta constante de violencia y persecución, la sociedad espera que reaccionemos serenamente, porque si no toda esta injusticia será irrelevante para una sociedad que gustosamente nos vigila bajo el estereotipo de que las personas negras somos muy violentas. Una reacción acalorada frente a un ataque injusto es más que aceptable en un hombre blanco de clase alta; de hecho, ellos son violentos impunemente sin que nadie les haga nada. Sin embargo, para las personas racializadas mantener la serenidad se convierte en una estrategia de supervivencia, porque de nuestra reacción depende que nos echen del colegio, que nos linchen en las redes, o que nos mate un policía.
Aunque el perfilamiento racial es una práctica racista de los agentes en las instituciones, como sociedad somos cómplices y responsables de esta práctica, especialmente cuando matan a los pelaos negros en las periferias y nos complacemos con imaginar (solo juzgando por su apariencia) que “en algo malo andaba”, o cuando vieron a Karysol siendo agredida y arrestada en la calle por la policía, y la gente que pasaba se conformó con la idea de que había robado en la tienda de Bershka. Desgraciadamente la mayoria de victimas letales del perfilamento racial son desproporciadamente los hombres negros, pero la experiencia de KarySol nos alerta de que las mujeres negras no salimos ilesas de esta práctica racista.
Quiero aprovechar esta publicación para mandarle un gran abrazo lleno de fortaleza y afrosororidad a KarySol. Lo que te dije en privado te lo reitero públicamente, aquí estamos para apoyarte, si quieres seguir hablando de lo que pasó para desahogarte, para sanar, para confrontar. Aquí estamos en pie de lucha porque los episodios de discriminación racial, no son hechos aislados, ni una experiencia individual. La discriminación racial hace parte de un sistema estructural que pone en peligro constante la dignidad y la vida de todas las personas racializadas. Esto que te pasó nunca debió pasar, ni a ti ni a nadie, y por eso seguimos uniendo fuerzas desde las luchas antirracistas para generar conciencia sobre el racismo en Colombia y América Latina. No se pueden solucionar problemas que a nadie le interesa ver, aquí estamos para visibilizarlos.