El 16 de enero el partido del fujimorismo tomó la decisión de suspender al congresista peruano, Juan Carlos Lizarzaburu, por un periodo de seis meses mientras que la Comisión de Ética Parlamentaria del Congreso del Perú continúa con las investigaciones por los comentarios de Lizarzaburu contra Patricia Juárez durante una sesión de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso.
Los hechos se dieron el 13 de diciembre del año pasado, después de que Patricia Juárez, también congresista por Fuerza Popular, hubiera dado su voto en la sesión. Lizarzaburu, creyendo que su micrófono se encontraba apagado, lanzó comentarios sobre el cuerpo de Juárez. “Todas se ponen sostenes con relleno, y Patty Juárez no es la excepción. Tiene unas tetitas, la miré bien ya”, dijo. Pese a que esto pudo escucharse en toda la sala, la sesión siguió como si nada hubiera ocurrido.
El 14 de diciembre, a través de su cuenta de X, Patricia Juárez calificó los comentarios de Lizarzaburu como “deleznables” y anunció la denuncia de la Bancada Fuerza Popular ante la Comisión de Ética del Congreso de Perú.
Por su parte, ese mismo día, la Bancada Fuerza Popular, órgano parlamentario de proyección y acción conformado por los congresistas del partido Fuerza Popular, también emitió un comunicado desde su cuenta de X expresando “total rechazo” hacia las expresiones del congresista. Asimismo, el Partido Político Fuerza Popular expresó en su comunicado, también a través de su perfil de X, su “enérgico rechazo a toda falta de respeto, especialmente con aquellas que atentan contra la dignidad de la mujer”. Además, declararon que se iniciaría el proceso disciplinario contra este.
Pese a esto, Lizarzaburu no hizo más que minimizar la agresión al manifestarse sobre los hechos en una rueda de prensa. “Lamento que se haya filtrado a través de los micrófonos una conversación privada con un compañero congresista y un asesor, hablando sobre las bondades de la anatomía de las féminas”, dijo. Es decir, aludiendo al “locker-room talk” o ‘charlas de vestuario’, en otras palabras, conversaciones y comentarios machistas que se dicen entre hombres; lo que no reconoce el verdadero problema: que la misoginia no es admisible en ningún contexto.
El 15 de enero, la Comisión de Ética comenzó la revisión de tres denuncias contra Lizarzaburu. Una de estas fue presentada por Susel Paredes, congresista por Cambio Democrático-Juntos por el Perú, por estas mismas declaraciones. Durante la sustentación, mencionó haberle pedido perdón a Juárez, quien desmintió esta versión, afirmando que Lizarzaburu la llamó para “dar una explicación absolutamente trivial” sobre expresiones que salieron de “una conversación de hombres”.
Se espera que en el transcurso de dos semanas la Comisión de Ética emita la sanción contra el congresista. Sin embargo, no es la primera vez que es llamado ante esta entidad. El 2 de febrero de 2023 llamó “mantel de chifa” que “fue adoptado por algunos resentidos sociales bolivianos” a la Wiphala, el símbolo que representa a los pueblos indígenas. A pesar de las declaraciones discriminatorias y ofensivas, solo recibió una sanción de 10 días en junio del mismo año. Es por esto que ahora se hace un llamado a que se le de una sanción ejemplar.