*Este artículo fue publicado originalmente en el más reciente número de la revista Ideas Verdes de la Fundación Heinrich Böll Stiftung, dedicado a Causa Justa, el movimiento que impulsó un logro histórico en Colombia: la aprobación de la Sentencia C-055 de 2022 que amplía el derecho al aborto según razones propias y sin la amenaza de cárcel, hasta la semana 24 de gestación. En esta publicación comparten la historia, las estrategias, los logros y los aprendizajes de este movimiento Colombia para luchas y procesos en otras latitudes del mundo*
Los pañuelos verdes han dado color a las calles, las plazas y los diversos espacios públicos en los países de América Latina durante los últimos años para acompañar y representar la reivindicación y las demandas por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, en particular, por el derecho al aborto. El pañuelo de color verde retomó el símbolo histórico heredado por las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, quienes desde 1977 empezaron a usar el pañuelo blanco mientras buscaban a sus hijas e hijos desaparecidos en la dictadura cívico-militar. Años después, durante el XVIII Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de Rosario en 2003, se promovió el uso del pañuelo verde y desde 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito[1] instaló su uso y difusión con el estampado del nombre de la campaña un pañuelo blanco en el centro y alrededor el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
Con mucha más fuerza a partir de 2018, en un contexto regional de movilización e incidencia política para exigir cambios constitucionales a los Estados latinoamericanos, el pañuelo trascendió fronteras y adoptó las demandas por la legalización y despenalización del aborto de cada país. En Colombia varias colectivas, grupos, activistas, académicas, plataformas y organizaciones sociales portaron el pañuelo para reclamar autonomía reproductiva con consignas como “Aborto libre”, “Aborto legal ya”, “Aborto libre, seguro y gratuito… No bastan 3 causales”, entre otros, hasta llegar al pañuelo con un lema que se convertiría en histórico: “Causa Justa, por la eliminación del delito de aborto”.
Aunque la llamada “marea verde” tomó lugar en el ámbito global, América Latina fue protagonista de la implosión de los movimientos feministas y de mujeres en la lucha por sus derechos, en particular por los derechos sexuales y reproductivos. Movimientos del Cono Sur hasta Colombia, Centroamérica y el Caribe han logrado posicionar o llamar la atención sobre el aborto en el debate público y en las agendas políticas. Por más polémico que este sea, la mayoría de la sociedad conoce a qué hace referencia, aunque la desinformación sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) siga siendo uno de los principales retos por abordar. Las movilizaciones han permitido a las mujeres, organizaciones y colectivas feministas no solo articularse en torno a unas demandas específicas sobre sus derechos sexuales y reproductivos, sino también ser escuchadas y reconocidas en espacios públicos y en escenarios de toma de decisiones.
Como referente y líder en los avances en materia del derecho al aborto en América Latina (e incluso en el mundo) surge Colombia con la Sentencia C-055 del 21 de febrero de 2022, que establece la despenalización del aborto hasta la semana 24 —el límite gestacional más amplio hasta ahora logrado— permitiendo a las mujeres, niñas, hombres trans y personas no binarias interrumpir el embarazo de acuerdo a sus decisiones y sin tener que brindar explicaciones. Posterior a este plazo, aplican las tres causales establecidas en la anterior Sentencia C-355 de 2006 (peligro para la vida o salud integral de la mujer, malformación fetal y violación o incesto).
Este logro histórico es resultado del movimiento Causa Justa. Por eso, en reconocimiento a tan colosal victoria, esta edición número 37 de la revista Ideas Verdes está dedicada a Causa Justa como movimiento por la autonomía y libertad reproductivas, y a las mujeres que hicieron historia. Causa Justa surgió en 2017 por iniciativa de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres (La Mesa), que lleva 25 años defendiendo los derechos sexuales y reproductivos en el país. En 2020 otras organizaciones de mujeres, feministas y de derechos humanos, prestadores de servicios de salud, académicas y centros de pensamiento se integraron a Causa Justa, formándose de esta manera un movimiento que hoy en día está integrado por más de 100 organizaciones en más de 20 territorios en Colombia. Cinco organizaciones de Causa Justa (La Mesa, Women’s Link Worldwide, Católicas por el Derecho a Decidir, Grupo Médico por el Derecho a Decidir y Centro de Derechos Reproductivos), presentaron en septiembre de 2020 la demanda ante la Corte Constitucional con el fin de eliminar el delito del aborto del Código Penal.
A esta estrategia jurídica (robustecida con 90 argumentos) la acompañaron la movilización en las calles, la incidencia y el cabildeo ante la rama ejecutiva y legislativa, el tejido en red y el fortalecimiento organizativo, así como la estrategia comunicativa y de medios[1]. Todo esto durante los más de 500 días que la demanda estuvo en la Corte Constitucional hasta lograr una respuesta favorable de su parte en febrero de 2022. En los textos que componen esta revista, pioneras, fundadoras e integrantes de Causa Justa comparten la historia, las estrategias, los logros y los aprendizajes de este movimiento en Colombia para luchas y procesos en otras latitudes del mundo.
Asimismo, a lo largo de los diferentes artículos, se hace un llamado a la permanente planeación, análisis y acción colectiva en diferentes dimensiones porque las respuestas negativas y mecanismos de retroceso de los grupos antiderechos (tanto de sectores religiosos como políticos) recuerdan que no todo está ganado. Con el logro del fallo histórico, Causa Justa no ha bajado la guardia y sigue fortaleciendo su trabajo en red por la despenalización social del aborto, la implementación y protección de la sentencia, la construcción de la política pública y el marco regulatorio integral, la incidencia, el fortalecimiento organizativo y del movimiento, la producción de conocimiento e información con argumentos para las diferentes audiencias y la producción de mensajes junto a un plan de comunicaciones activo permanentemente.
En últimas, Causa Justa tiene toda una estrategia integral que es ejemplo e inspiración no solo para otras luchas y otros movimientos de mujeres y feministas, sino para el movimiento social en general que busca transformaciones sociales, políticas y culturales profundas.