Por Lilo Peñuela González
De acuerdo con un comunicado de prensa, este miércoles 23 de junio a la 1:30 (GMT-7), Britney Spears se presentará de forma virtual en el palacio de justicia Stanley Mosk en la ciudad de Los Ángeles para hablar sobre la tutela que ha estado en el centro de la opinión pública durante los últimos años, especialmente después del lanzamiento del documental Framing Britney Spears (2021), llenando las redes sociales de especulaciones acerca de su vida y de la tutela que cuestiona a quienes la han rodeado, manejado su vida personal y profesional desde el año 2007. ¿Romperá finalmente su silencio sobre las violencias de las que ha sido víctima?
Entre esas personas que han ejercido control sobre la vida de la cantante está su padre, Jamie Spears, quien parece haber tomando decisiones que van desde lo relacionado a su carrera (sus contratos y proyectos) hasta lo relacionado con su salud (las cosas que puede comer y la dieta que debe seguir) y su vida social (a quienes puede ver y con quienes puede salir). Y aunque nadie sabe a ciencia cierta cómo se ha sentido Britney bajo el control de su papá, sí sabemos que de ninguna manera una mujer debería estar bajo la tutela de un hombre. Es por eso que el movimiento #FreeBritney, una iniciativa multitudinaria creada por sus fans, ha buscado desenmascarar lo que consideran es una tutela corrupta que va en contra de los derechos humanos, pues la princesa del pop ha sido víctima de diferentes formas de violencia que sufren las mujeres a diario en el mundo: la sexualización de las adolescentes, el slutshaming, el mommy shaming, el gaslighting, entre otros.
¡Britney Jean Spears es un fenómeno cultural! Este es el nombre con el que fue bautizada la princesa del pop hace 39 años, pero ya ni su nombre le pertenece. Desde hace trece años, está bajo una tutela que la ha dejado como si fuera una menor de edad que no puede tomar sus propias decisiones, literalmente. Ese nombre ya no parece ser una identidad, sino una marca sobre la que ella no tiene ningún control. Es así como el movimiento #FreeBritney cobra más sentido que nunca, pues cada vez son más las personas allegadas a Britney que han testificado sobre los abusos de los que ha sido víctima y su caso es cada vez más explorado por el cine y la televisión.
Desde que en febrero del 2021 el New York Times lanzó el documental Framing Britney Spears, Britney ha sido una de las artistas femeninas más buscadas en Google del 2021. Su nombre está cada vez más presente en todas partes, sobre todo en las opiniones de los famosos (y no famosos) que han expresado su arrepentimiento por las formas en las que “le fallaron” a la artista cuando atravesó los peores momentos de su vida en el ojo público, con los medios de comunicación y la opinión pública de verdugos. Las redes sociales se han saturado no solo de disculpas, sino también de videos y comentarios de personas admirando su talento, como si estuviéramos viviendo una segunda Britneymanía: a pesar de su retiro indefinido, han aumentado las vistas en sus videos y se ha convertido en la artista (de antes de los 2000) más escuchada del año, con más de 5 billones de reproducciones en Spotify. Además, muchos jóvenes que eran muy pequeños a inicios de la carrera de Britney, se han interesado por ella y han reconocido su talento en redes sociales. Al éxito del documental, se suma el debate desatado por la película de Netflix I care a lot, en la que, a través de una historia de ficción, se explora la corrupción de las tutelas (en inglés “guardianships”) impuestas a personas de la tercera edad o a personas que “no son capaces de valerse por sí mismas”.
#FreeBritney
El hashtag #FreeBritney le ha dado la vuelta al mundo y ha sido tendencia en redes sociales en múltiples ocasiones. Todo comenzó en abril de 2019, cuando Tess Barker y Barbara Gray (unas fans de Britney que tienen un podcast llamado Britney’s Gram en donde hablan detalladamente de los posts de Britney en IG) revelaron que tenían información sobre la cantante, que había sido vista por última vez en enero de ese año en el Drive Thru de un restaurante de comida rápida junto con su novio Sam Asghari, apenas días después de haber hecho un post en IG en el que cancelaba su muy esperado show Domination, que empezaría ese mismo año como parte de su residencia en Las Vegas. La publicación consistía en una foto de cuando ella era pequeña con su papá y su mamá, con un texto que decía que debía cancelar el espectáculo porque “su padre se encontraba muy enfermo y debía poner a su familia primero”.
Sin embargo, en marzo de ese mismo año, el papá de Britney fue visto por varias personas en una fiesta, causando gran sorpresa entre los fans quienes tenían entendido que su enfermedad era muy grave. Luego, en abril, la prensa reportó que Britney había sido internada en una institución de salud mental porque los quebrantos de salud de Jamie la habían afectado bastante.
En el podcast se dio a conocer que, contrario a lo reportado por la prensa, Britney se encontraba instituida en contra de su voluntad y se reveló que existía un mensaje de voz del 2009 en el que Britney le decía a su abogado que quería abrir un proceso para terminar con la tutela bajo la que se encontraba desde hacía un año. Esta nueva información alarmó a los fans de Britney, desencadenando una serie de eventos y revelaciones sobre un caso que se pondría cada vez más sospechoso y que dio origen al hashtag y movimiento #FreeBritney.
Este movimiento cuenta con fans de la cantante que buscan que se le restituyan los derechos vulnerados y que su proceso sea transparente. Entre ellos hay estudiantes de leyes y abogados que explican en redes sociales los documentos de la corte y los avances que va teniendo el caso. A la ola de activismo se han sumado también figuras públicas, e incluso políticos, como Matt Gaetz y Jim Jordan, para comunicar un mismo mensaje: es hora de que Britney recupere su libertad y salga del dominio de su padre.
La posesión sobre las hijas
El caso de Britney Spears parece sacado de siglos pasados, cuando era norma que las vidas de las mujeres dependieran de sus padres o cónyuges. Es increíble que en pleno siglo XXI la vida de una mujer pueda ser manejada por un hombre, sea su padre o esposo. Britney nació en una familia de cinco y desde muy pequeña empezó a trabajar para convertirse en la artista que quería ser. Sin embargo, ni ella misma imaginó que podría alcanzar tal nivel de éxito.
Y ahora su padre, Jamie Spears, quien fue distante con ella desde siempre, podía controlar ese éxito. Se convirtió en su custodio financiero y, tan solo hasta hace dos años, también fue su custodio “personal”. En el documental Framing Britney Spears, Kim Caiman, una ejecutiva de su extinta compañía discográfica, dice que jamás vio a Jamie presente. Que solo habló con él una vez y que él dijo: “Mi hija va a ser tan rica que me va a comprar un bote”. El talento que Britney desbordaba desde muy pequeña tal vez fue su misma condena porque, una vez Britney alcanzó la fama, se resolvieron los problemas de dinero de la familia Spears. No podemos olvidar que Jamie Spears no logró proveer por su familia y que pasaron por situaciones económicas muy difíciles mientras Britney crecía y hasta se declaró en bancarrota. Es inconcebible, entonces, que a un hombre sin preparación o experiencia se le haya concedido el poder de manejar la fortuna de una de las mujeres más importantes del mundo del entretenimiento.
La sexualización de las niñas y adolescentes
Cuando Britney empezó su carrera, la imagen que mostraba era la de una niña “inocente”, una representación totalmente “normal”, digamos, de lo que podía ser y hacer una chica de su edad (aunque estaba evidentemente curada para propósitos de marketing). Una niña de 17 años, como era Britney en ese entonces, es una niña-adolescente ¡y punto! debe ser tratada como tal. No se le debería preguntar sobre su vida sexual, o sobre sus partes corporales, como sí se le preguntaba a ella. Britney iba a entrevistas en las que le preguntaban si era virgen o si se había operado los senos. Ella trataba de navegar las preguntas sonriendo y contestando que “iba a esperar al matrimonio para perder la virginidad”. Incluso en el episodio de Saturday Night Live del 2000, del que fue anfitriona, aprovechó para burlarse de los rumores sobre sus senos. Ese episodio lo transmitieron el sábado 20 de febrero de ese año y ahí Britney demostró que, a pesar de su edad, era muy madura y fuerte contestando esas preguntas. Además de las entrevistas en televisión, muchas veces alteraron las fotos de Britney para que se viera mucho más sexy. Por ejemplo, esta portada de GQ, en la que Britney aparece con un escote muy pronunciado mientras que en la foto original tenía la chaqueta cerrada:
Slutshaming: la “mala mujer” culpable de acabar con su relación
Otra forma en la que Britney fue violentada, fue el machismo de la sociedad y de su primer novio, Justin Timberlake, quien, al final de su relación, mostró sus “verdaderos colores” usando la imagen de Britney para conseguir fama. Como dice Wesley Morris, periodista y crítico del New York Times, Estados Unidos no tiene realeza, pero sí tiene a los famosos. Britney y Justin eran ese cuento de hadas que todos amaban, pero cuando esa historia llegó a su fin, la que asumió el costo, y fue culpada por todo, fue Britney. Justin Timberlake, que era integrante de NSYNC, se lanzó como solista y utilizó la relación de los dos como catalizador de su carrera. El primer single, “Like I Love You” (2002), no tuvo tanto éxito, pero el siguiente, “Cry Me A River” (2002), fue una bomba mediática. El video muestra a una doble de Britney y la canción cuenta cómo él fue “engañado por ella”. A partir de ahí, los medios de comunicación y la opinión pública se encargaron de culpar a Britney por el fin de la relación, a pesar de que ella nunca dijo nada sobre las razones de la ruptura. Timberlake también reveló detalles sobre su intimidad como pareja y alardeó en una entrevista radial que se había acostado con Britney.
Diane Sawyer, en una entrevista de 2003, le dijo a Britney que Justin estaba sufriendo por culpa suya y además de recordarle su ruptura, le señaló problemas y mala publicidad que había tenido en ese año y la increpó intensamente hasta el punto de hacerla llorar. Y bueno, aunque eso fue hace muchos años, y ambos eran muy jóvenes e inmaduros, la historia no paró ahí. Todavía en el 2006 Justin seguía mencionando a Britney y a su ruptura en las entrevista o promociones de sus proyectos. En una entrevista con Barbara Walters, el artista cantó una canción llamada “Horrible Woman” insinuando que Britney era una “mala mujer” (aunque luego afirmó que ninguna canción de su álbum estaba dedicada a Britney). En conciertos llegó a cantar “Cry Me A River” con una fusión de “Rehab”, de Amy Winehouse, justo cuando Britney estaba en plena crisis y estaba en rehabilitación (un pésimo chiste del que muchos se rieron). También, en un concierto de 2013 dijo: “A veces en tu vida crees que conoces a la indicada, pero luego descubres que es tan solo una perra”. Los fans de Britney ya lo sabíamos, pero con el documental de Framing Britney Spears, Justin quedó finalmente expuesto ante el mundo como lo que fue: un oportunista sexista y machista. Y aunque, muy convenientemente pidió disculpas con la foto de una nota que había escrito en su celular, en la que incluye el “incidente” que tuvo con Janet Jackson durante un show de el Super Bowl, el daño ya estaba hecho: durante muchos años la gente consideró a Britney como “la arpía”, “la perra”, “la mala mujer”.
Nunca le creemos a las mujeres…
Como si fuera poco, en el 2004 la cantante vivió un episodio que la marcaría para siempre: se casó con Kevin Federline. A partir de este momento, los paparazzi empezaron a perseguir a Britney aún más y sus fotos llegaron a valer un millón de dólares en el mercado de los tabloides. Todo esto empeoró cuando nacieron sus hijos: Sean Preston y Jayden, en 2005 y 2006. Britney siempre había querido tener una familia y su deseo parecía haberse cumplido. Sin embargo, el matrimonio se acabó a los dos años: Britney presentó los papeles del divorcio y este se finalizó en 2007. Kevin pidió la custodia de sus dos hijos, por lo que la princesa del pop debió pagarle una manutención mensual de más de 20,000 dólares al mes. Pero cuando estuvieron casados, Kevin aparecía poco y tuvo a sus hijos prácticamente en el abandono: en una carta escrita a mano por Britney, ella cuenta cómo Kevin le falló a ella y a sus hijos, pero, de todas formas, nadie le creyó. A Britney le negaron la custodia de sus hijos y otra vez quedó ante la opinión pública como “la mala madre”, “la mala mujer”.
La mala mamá
A Britney también se le juzgó su maternidad y la tildaron de “mala madre”. Mientras salía su divorcio, vimos fotos de Britney con Paris Hilton. En ese entonces, todo el mundo juzgó su relación: eran un par de chicas que solo querían ir de fiesta; pero también sabemos que Paris invitaba a Britney a dormir en su casa y salían con su bebé de compras. Quizás, viéndolo hoy, Paris fue un apoyo importante en la vida de Britney cuando su matrimonio se derrumbó y cuando, aparentemente, Kevin la estaba traicionando con la actriz porno Kendra Jade en Las Vegas, un mes antes de la solicitud de divorcio. Los medios siempre pintaron a Paris como una chica “fiestera” y “problemática”, hasta que el año pasado lanzó un documental en YouTube Premium (This is Paris) en donde narra que fue víctima de abuso físico en un internado, quedando con secuelas de estrés postraumático y graves afectaciones en su salud mental. Su testimonio cambió mucho la percepción de la gente sobre ella: una chica que, aunque muy privilegiada, también fue víctima de abuso y eso se reflejó en su forma de relacionarse con sus parejas sentimentales. Hoy día Paris Hilton apoya públicamente el movimiento #FreeBritney y contó que se vio con Britney el verano pasado.
Coincidencialmente, hay un rumor que asegura que Jamie castigó a Britney por haber “salido con una amiga” que, se especula, podría ser Paris. Aparte de que es absurdo que un hombre castigue a su hija de 39 años, Jamie ya no tiene la custodia personal de Britney. Ahora es Jodi Montgomery la encargada de sus decisiones personales. Los rumores también indican que Britney no tiene servicio de internet en su casa y que, desde hace unos meses, Jamie ha aumentado sus medidas de seguridad.
El abuso de los seres queridos
Y no solo Britney ha sufrido los abusos de su padre. También los ha sufrido su familia, como sus hijos Jayden y Sean Preston, e incluso su prima, Alli Sims. Hace dos años, uno de los hijos de Britney fue víctima de agresión por parte de Jamie, Britney los retiró y los llevó a un lugar seguro. Kevin, inmediatamente, le puso una orden de restricción a Jamie. Desde ese momento, la cantante perdió un porcentaje de la custodia: pasó de tener el 50% al 30%. El mismo hijo de Britney dijo que su abuelo era “un idiota” en un live desde su cuenta de Instagram. Hace unos días Alli Sims, quien además fue asistente de Britney durante sus tiempos más difíciles, contó que Jamie amenazó su vida y por eso perdió contacto con Britney. Nunca volvió a contestar sus llamadas después de las amenazas de su padre.
Además, en documentos de la Corte, el abogado de Britney dice que ella “le tiene miedo a Jamie” y que se niega a que él siga siendo su custodia. Y si esto es lo que es de conocimiento público, ¿cómo será lo que guardan en privado? ¿Cómo será la vida de Britney desde que su papá tomó control de ella? Bien sabemos que Britney no puede conducir, no puede votar, no puede gastar su dinero libremente y además su padre debe aprobar sus relaciones amorosas. Su novio Sam Asghari, con quién lleva más de cuatro años, ha dicho que Jamie “es un idiota” y parece que se ha cansado de que esté metiendo en su relación con Britney.
“Está loca y no es capaz de manejar su vida”
Tenemos que preguntarnos por qué, cuando una persona está en una situación vulnerable, se justifica pasar por encima de su estado como sujeto jurídico y, también, por qué razón se le deben violar sus derechos y libertades civiles. El caso de Britney ha abierto la conversación sobre los “conservatorships” y “guardianships” que, supuestamente, buscan proteger a una persona que se encuentra incapacitada para manejar sus asuntos personales y financieros debido a su edad o discapacidades. ¡Caso que no aplica a Britney! Cuando Jamie solicitó ser el tutor o custodio de Britney, este declaró en los documentos que Britney tenía demencia. ¿Cómo una persona con demencia puede hacer todo lo que ha hecho Britney? ¿Pasar por aros de fuego, hacer acrobacias en el aire con los ojos vendados y sin seguridad, ser lanzada en el aire, cumplir con horarios y proyectos (como lo hizo en su residencia en Las Vegas que duró cuatro años) pero, aún así, no estar “lo suficientemente bien” para manejar su vida? ¡Esto es absurdo y absolutamente injusto!.
Además, muchas familias de adultos mayores que han sido asignados a un custodio han dado a conocer cómo, de repente, de un día para otro y sin aviso, sus familiares fueron puestos en una custodia legal. Precisamente ese tema aborda la película I care a lot, mencionada anteriormente, protagonizada por Rosamund Pike, cuyo personaje, Marla, vive del negocio de tomar en custodia a personas mayores: tomar posesión de sus propiedades y mandarlos a vivir en casas de adultos mayores para hacer dinero. El caso de Britney ha destapado una olla podrida en el tema de las custodias legales, en donde les quitan todo el dinero y las propiedades a adultos mayores y no permiten a sus familiares volverlos a ver.
Seguramente a Britney sus allegados la han hecho sentir que no es capaz de manejar su propia vida, muy probablemente ha sido además víctima de gaslighting. También genera miedo entre sus fans, que los medios de comunicación han difundido información sobre su salud mental, cuando los únicos que deben tener acceso a su historial médico, y quiénes han tomado las decisiones sobre los tratamientos a seguir y medicamentos que debe tomar, son sus médicos y su padre. La semana pasada, el manager irlándes Louis Walsh (quien reemplazó como jurado en el Factor X a Simon Cowell durante un tiempo en la temporada en la que estuvo Britney como jueza en el año 2012) dijo que Britney estaba tan severamente medicada que a veces colapsaba y tenían que parar la producción para sacarla de ahí. ¿Qué pasaba en realidad con la salud de Britney? No podemos sino preguntarnos por qué, si Britney estaba tan enferma o si le estaban ajustando su medicación para un diagnóstico que aún no conocemos, estaba trabajando en el Factor X como jueza. A raíz de las declaraciones de Walsh, los fans sacaron a la luz un video de una entrevista en la que se nota que Britney no toma las decisiones sino que debe cumplir con los compromisos que su equipo le diga. Un ejemplo de esto fue su aparición en la serie Glee.
El Senado estadounidense
El representante al Congreso Matt Gaetz, que pertenece al partido Repúblicano, ha pedido a los senadores demócratas que traigan el caso de Britney a discusión en plenaria en el Senado. El caso de Britney es un ejemplo del abuso que están viviendo muchos estadounidenses a quienes les han quitado sus derechos. Matt Gaetz está haciendo una campaña para llevar al Congreso el caso de las tutelas legales impuestas a adultos, citando el caso de Britney y, por primera vez, parece que los republicanos y democratas se ponen de acuerdo en algo, generando algo de esperanza entre los fans de Britney.
Sin embargo, Gaetz es un personaje que ha despertado polémica porque esta siendo investigado por delitos sexuales que involucran tráfico sexual, relaciones sexuales con menores de 17 años y ofrecimiento de dinero o regalos a cambio de sexo con mujeres. Y aunque Gaetz no ha sido acusado formalmente, y niega las acusaciones, en redes sociales ha sido “cancelado”. ¿Con esos “amigos” para qué enemigos?
Las últimas actualizaciones sobre el caso de Britney
El documental Framing Britney Spears desató la preocupación del público en general, pero también se han dado actualizaciones en la Corte. El 17 de marzo de 2021 se llevó a cabo una audiencia con la intención de revisar la contabilidad de Britney, pero esta fue aplazada para abril y en cambio, su abogado expresó que iba a pedirle a la Corte “retirar a Jamie como tutor o custodio” y que iba a solicitar que Jodi Montgomery (la custodia temporal) se convirtiera en la permanente. Pero para poder hacer oficial dicha solicitud, Sam Ingham (el abogado designado por la Corte) debía enviar la petición a la Corte, y justo hace unas semanas, lo hizo oficial.
Otra novedad relacionada con las tutelas es la aprobación de la ley SB-724 por el Comité Judicial del Senado del Estado de California, en una primera audiencia el 13 de abril. Esta ley cambiaría el requisito del abogado en las custodias, permitiéndoles a las personas, bajo una tutela, elegir su propio abogado. Sin embargo, a principios de este mes, hubo un retroceso y el senador Ben Allen retiró la ley, por posibles presiones de la sección de impuestos e inmuebles de la Asociación californiana de abogados, lo que dejó a los fans de Britney decepcionados. El senador Allen aseguró al público en un tweet que la ley no ha sido archivada y que está comprometido con pasar la ley en enero.
En cuanto a Britney, a pesar de que la última audiencia del 27 de abril no logró cumplir con los objetivos y fue pospuesta para el 14 de julio, Britney alcanzó a manifestar, a través de su abogado Sam Ingham, su intención de hablar en la Corte. Inmediatamente y después de revisar su agenda, la jueza Brenda Penny programó en su calendario el 23 de junio como la fecha en la que Britney se presentará en la Corte para hablar.
Britney Spears está atrapada…
¿Por qué es tan difícil que Britney salga de la tutela? ¿Por qué ella misma no puede demandar a su padre y a las demás personas que la han mantenido bajo esta tutela durante trece años? Estas salidas le resultan imposibles porque, debido a las restricciones legales que tiene, no puede escoger a su propio abogado. Fue por eso que la Corte le asignó a Sam Ingham y es esa la razón por la cual solamente él puede intervenir por Britney ante la misma. Lo extraño es que, según la ley, cualquier familiar o persona cercana a Britney podría pedir disolver la tutela, lo que ha creado división entre sus fans pues algunos se preguntan por qué su madre, Lynne, no se ha atrevido a abogar por ella.
Britney ha sido tildada de loca desde que se rapó la cabeza, aunque después de eso siguió con su carrera y demostró ser una buena madre, profesional y jamás ha dejado de ser la Britney que trata bien a todo el mundo. Ahora que se ha retirado indefinidamente y comparte videos bailando y fotos en sus posts de Instagram, la gente le pregunta si ella está bien, pero no en un tono de preocupación genuina. Otros la ven muy triste y dicen que no es la misma de antes: la joven que tenía chispa y que lo dejaba todo en el escenario, cuyas entrevistas eran divertidas y siempre lograba salir muy bien de ellas después de las preguntas impertinentes y sexistas que le hacían los periodistas. Pero todas las personas somos susceptibles a tener una crisis, a sentirnos derrotadas, a vivir y sufrir, incluso los famosos, quienes deben luchar contra sus demonios en público. Debemos preguntarnos por qué a mujeres como a Britney o a Paris se les juzga más que a los hombres. Muchos famosos como Robert Downey Jr. o Justin Bieber han cometido errores, pero el público los ha perdonado y ahora que son “hombres de familia”, cambiaron, no son los mismos de antes, y nadie se los critica. Pero a una mujer como Britney, cuyo único pecado fue vivir una posible depresión postparto, un divorcio, un corazón roto, y el acoso de los medios de comunicación y los paparazzi, está loca y no es capaz de encargarse de sí misma.
Quién sabe si Britney retome su carrera artística, pues ella misma dijo en un video en IG que está pasando por una transición y que no está segura si volverá o no a los escenarios en los que se ha desempeñado desde que era niña. ¿Dónde está la energía que caracterizó a Britney desde pequeña? Algunos dicen que en sus ojos se ve tristeza. ¿Y cómo no? Si desde el día que aceptó la tutela, para poder compartir la custodia de sus hijos, Britney perdió el derecho hasta de usar su nombre y de firmar con él, no solo contratos, sino que tampoco puede dar autógrafos a sus fans. ¡Sus amados fans! Sin duda, Britney es un reflejo de lo que pasa con muchísimas mujeres: tienen que esforzarse más y, cuando se tropiezan, nadie está ahí para levantarlas. Esperemos entonces que ella pueda contar su verdad el próximo miércoles 23 de junio y que le sean devueltos sus derechos humanos y su libertad.