La DANA o Depresión Aislada en Niveles Altos es un fenómeno meteorológico caracterizado por la presencia de una masa de aire frío en las capas altas de la atmósfera que se aísla de las corrientes de aire principales, dando lugar a intensas lluvias en poco tiempo que, a su vez, provocan inundaciones. La DANA es especialmente peligrosa en zonas con infraestructuras limitadas para manejar grandes volúmenes de agua en poco tiempo. Aunque el fenómeno es conocido en la región mediterránea en otoño y primavera, el cambio climático y el aumento de la temperatura del mar han intensificado su frecuencia y magnitud en los últimos años.
La DANA del martes 29 de octubre en Valencia alcanzó los 500 lts de lluvia metro cuadrado en cuestión de horas, esto es el equivalente a la lluvia de todo un año. El suelo no pudo absorber tanta agua y las inundaciones y el barro llegaron hasta las regiones de Castilla La Mancha y Andalucía. La municipalidad de Paiporta fue la zona cero de la catástrofe y la más afectada. Se trata del peor desastre natural en la zona y una de las peores catástrofes humanitarias de España en décadas.
Al martes 5 de noviembre había 215 personas fallecidas (211 en la Comunidad Valenciana; tres en Castilla-La Mancha; y una en Andalucía) y 89 desaparecidas. Además de las pérdidas humanas, hay daños en viviendas, infraestructuras y comercios, afectaciones a cientos de familias que perdieron enseres y parte de su patrimonio. Muchas personas lo perdieron todo.
Inacción y oportunismo político
La mañana del martes 29 de octubre, la Agencia Estatal de Metereología de España elevó el nivel de alerta al máximo, sin embargo, las autoridades locales no tomaron las medidas necesarias ni emitieron la órden de evacuación. La alerta llegó muy tarde, cuando ya las calles se estaban inundando. Además, se ha reprochado la lentitud e insuficiencia de la respuesta del gobierno, tanto local como central. La falta de una mejor planificación urbana y sistemas de drenaje eficaces agravaron la situación.
La indignación y justa rabia del pueblo se hicieron sentir ante la llegada tardía de los reyes de España, Pedro Sánchez, el Presidente del Gobierno central de España y Carlos Mazó, Presidente de la Generalidad Valenciana, 5 días después de la tragedia, cuando aún no daban paso a cuerpos de bomberos, rescastistas y servicios de emergencia. El repudio ante la visita protocolaria fue evidente.
También se ha evidenciado el repudio hacia grupos neonazis simpatizantes de la extrema derecha y partidos de ultraderecha como VOX, que han llegado a ayudar pues, aunque toda ayuda es necesaria, se señala la hipocresía en actitudes como el negacionismo del cambio climático que se encuentra entre las causas de esta tragedia. La prevención de la tragedia así como la precarización de la vida y de la atención a la emergencia también un asunto político. El gobierno local de Valencia actualmente está en manos del Partido Popular, un partido de derecha.
En contraste la comunidad se ha organizado desde el primer momento para ayudarse entre vecinxs y desconocidxs brindando refugio, comida, apoyo emocional y cuidado. Miles de voluntarios han llegado a los pueblos más afectados para ayudar como puedan en las labores de limpieza y atención de la emergencia. Ante la ineficiencia estatal, los lazos comunitarios en Valencia han recordado una vez más que SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO.