
Sandra Ramírez Lobo, firmante de la Paz, tiene 58 años y es santandereana de la Provincia de Vélez. Fue guerrillera de las FARC-EP en donde militó por 35 años. Fotógrafa de los paisajes de la geografía colombiana y su conflicto. Luego del Congreso constitutivo fue la mujer que más votos obtuvo. Integrante de la dirección nacional del naciente partido hoy llamado COMUNES. Hizo parte también de la comisión exploratoria que daría paso a la fase de diálogos formales entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la extinta guerrilla Farc- EP.
Actualmente es integrante del Consejo Político Nacional de Comunes, surgido de la firma de los acuerdos de paz. También es Senadora de la República y ocupa el cargo de la Vicepresidenta de la Comisión de Derecho Humanos del Senado. Integra la Comisión VI Constitucional. Fue segunda vicepresidenta del Senado en el Periodo 2021-2021, defensora de Derechos Humanos de los campesinos, la comunidad LGBTIQ+, de políticas ligadas a la educación, las vías, el transporte, La Paz y la igualdad para Colombia. Hace parte de la Bancada Alternativa de oposición (Convergencia por La Paz, la vida y la democracia)
Volcánicas: ¿Qué entiende usted por feminismo?
Sandra Ramírez: Para mí el feminismo es un espacio de construcción y de lucha pero el feminismo que no lo vamos a poder hacer solitas las mujeres. Para mí el feminismo se hace con los hombres. Por eso es importante un espacio de construcción de nuevas masculinidades, pero también de construcción de una nueva sociedad en donde sean prioritarios los derechos de la mujer.
Hay que pensar cómo educamos a un hombre a quien por años el sistema capitalista y el patriarcado le ha dado insumos para someter a la mujer, volviéndolo víctima de un machismo que no es de los hombres, no es del ser humano, pero que sí le da insumos a ellos para que sometan a mujeres y niños.
El sistema patriarcal nos dice desde que nacemos que la mujer es para la casa, que la mujer es la que hace todas las labores del hogar, que la mujer además de parir el hijo tiene que criarlo. Pero lo más terrible es que nosotras lo asumimos así. Deconstruir eso nos va a costar un tiempo a todas nosotras y nosotros, porque es una lucha mancomunada.
El feminismo es una lucha por construir una nueva sociedad con rostro de mujer. Estas luchas que estamos desarrollando, y que han desarrollado miles y miles de mujeres, nos va a llevar un tiempo, pero que lo logramos, lo logramos. Puede ser que yo no lo vea, pero las mujeres jóvenes van a ver una sociedad justa con las mujeres.
Por ejemplo, mientras en la guerrilla avanzamos en derecho, regresar a la sociedad ha sido un tramo impresionante porque nuestra sociedad colombiana no ha avanzado en esos derechos que nosotras sí construimos en la guerrilla. Aquí hay leyes, pero están en papeles y tener leyes no es sinónimo de eficiencia de un estado.
Volcánicas: ¿Se consideras una mujer feminista?
S.R: Sí considero una mujer feminista. Y me considero una mujer feminista campesina. En el campo las mujeres campesinas somos las primeras que nos levantamos y las últimas que nos dormimos. Todo el día laborando en la huerta y en la casa y, al final del día, termina nuestro bolsillo pelado. Es un trabajo que no se reconoce.
Volcánicas: ¿Cómo podría su partido (Comunes) ser más inclusivo y responsable en los temas de género para garantizar que no haya machismo y sexismo?
S.R: En la guerrilla se expresó el machismo indudablemente, porque somos una sociedad machista. Entonces evitar que eso se expresara era imposible. Y en nuestro partido claro que hay expresiones machistas, pero lo importante es reconocerlo y pensar cómo podemos contrarrestarlo poco a poco. Nuestro partido tiene lista cremallera en el Senado: hombre, mujer, hombre, mujer. Empezamos con un hombre, y hubiera sido magnífico que fuera una mujer, pero todavía nos toca un trabajito duro. Esto quiere decir que nosotros estamos haciendo el esfuerzo desde la Comisión de Género del partido por empoderar a la mujer, darles participación, apoyar mucho a la mujer porque la mujer necesita mucho apoyo.
Volcánicas: ¿De qué se trata la Comisión de Género de su partido?
S.R: Es una Comisión de Género en donde se han hecho varios encuentros y diferentes talleres que le dan herramientas a las mujeres para enfrentar el sistema y las instituciones patriarcales que tenemos. Ver qué rutas hay en la institucionalidad en las cuales nos podamos apoyar y, desde ahí, empezar a hacer nuestra lucha. En la Comisión de Género, y en el partido en general, pensamos que esto se logra con la educación de mujeres y hombres. Hay que empoderar a las mujeres. Otra cosa importante para el partido son las mujeres que son madres, porque somos conscientes que ser madres quita tiempo. Queremos que las mujeres que son mamás puedan ejercer su maternidad pero también participar dentro del partido: que sean parte de las juntas, de los comités, de la asociación. Que ser madres no sea un impedimento para desarrollar la capacidad de liderazgo que todas tenemos.
Volcánicas: ¿Ha sido víctima de violencia política en la guerrilla o en el congreso? ¿Ha sufrido algún tipo de discriminación en su carrera política?
S.R: Claro que sí he sido víctima de violencia en esta carrera política y en el Congreso. He sido víctima cuando me amenazan por el hecho de ser mujer y por haber sido ex combatiente. He sido víctima cuando en las redes las bodegas uribistas nos discriminan y nos violentan con un vocabulario soez e inapropiado, un vocabulario muy descalificador. Eso es violencia contra las mujeres, es violencia psicológica. El mensaje que mandan es que “soy una aparecida”, que qué hago en el Congreso. Me violentan cuando no me dan la palabra oportunamente. Uno se siente violentada, claro que sí.
En la guerrilla nos respetaban. Mi palabra y mi voto tenían muchísimo valor. Allá teníamos el reconocimiento de uno como mujer y como ser humano. Si sumercé es importante, yo también soy importante. Todos somos importantes.
Volcánicas: Pero hay múltiples denuncias de abuso sexual dentro de la guerrilla…
S.R: Usted me dice que en la guerrilla hubo violaciones sexuales y yo le digo una cosa: quien lo haya sufrido que vaya a la JEP porque yo duré 35 años de mi vida en la guerrilla y viví solo dos casos en donde la persona responsable pagó con su vida, con la pena máxima, porque eso es atroz.
En la guerrilla evitamos que se dieran ese tipo de cosas sobre todo con la educación, el reconocimiento y el respeto a la mujer. Eso era un trabajo del día a día. Entonces sí se presentaron algunos casos, seguramente no nos enteramos, porque si hubiésemos recibido el informe seguro que eso no habría pasado desapercibido. Allá eso era muy delicado. Con la vida se pagaba ese delito, porque eso es un crimen, es horrible para una persona.
Yo en mi vida guerrillera atendí tres jóvenes que llegaron huyendo de sus hogares por que estaban sufriendo violencia sexual y decidieron buscar refugio en las filas guerrilleras. Una de ellas porque su padrastro la violó y su mamita le decía que era culpa de ella y la juetiaba.
Volcánicas: ¿En las FARC ustedes practicaban el feminismo insurgente? ¿De dónde sale la Teoría Feminista Fariana que acuñaron las ex combatientes Victoria Sandino y Olga Marín?
S.R: En la guerrilla no se aplicaba, tengo que ser muy sincera contigo. No se aplicaba el feminismo insurgente porque ya éramos combatientes en igualdad de deberes y derechos. Lo que sí teníamos era mecanismos para contrarrestar las manifestaciones de machismo. Y la construcción de la Teoría Feminista Fariana nació en La Habana con la ayuda de organizaciones sociales de mujeres que pedían ser incluidas en el Acuerdo de Paz. Sin embargo, esta es una construcción que va a llevar años y años.
Volcánicas: ¿Cuáles son las necesidades que ha identificado como urgentes para mejorar la calidad de vida de las mujeres del país durante sus años como congresista?
S.R: Yo he estado caminando por la Colombia profunda y he encontrado un abandono impresionante. Por ejemplo, la mujer colombiana y la mujer rural necesitan salud de cero a siempre: desde que nacemos y para toda la vida. Otra cosa importantísima es la educación porque en el campo se encuentran muchísimas mujeres de 50 y de 60 años que ni siquiera saben firmar su nombre.
Necesitamos apoyo del Estado para las mujeres desplazadas y víctimas del conflicto, porque muchas están en las calles o en un ranchito de cartón o de lona verde, si es que han podido conseguirla. Son mujeres que trabajan en las casas de familia de los ricos mientras sus hijos se van para la guerra. Son mujeres que alimentan tres o cuatro bocas con un salario mínimo o menos. Son mujeres que durante el día no saben qué pasa con sus muchachos, qué están haciendo sus hijos. Por eso se le debe dar un apoyo enorme a las madres cabeza de hogar, que son muchísimas, particularmente a las víctimas del conflicto que quedaron sin tierra. A las viudas. A las niñas huérfanas. A las mujeres que tienen sus hogares destruidos.
Todas ellas necesitan muchísimo apoyo del Estado y eso es lo que queremos cambiar en el Congreso, cambiar esa correlación de fuerzas, renovar el Congreso de la República. ¿Se imaginan 1,2,3,5 madres comunitarias en representación de todas las madres comunitarias o las madres cabeza de hogar en el Congreso de la República? ¿Se imaginan lo que haríamos con una representación de la juventud en el Congreso de la República? La juventud tiene un conocimiento enorme.
Volcánicas: usted viene de una familia campesina y ha impulsado diferentes proyectos de ley que benefician al campesinado. Para este nuevo periodo legislativo ¿Tiene pensados proyectos que beneficien puntualmente a las mujeres campesinas?
S.R: Estuve por mi tierra, donde nací, y pasé por una carretera que hace 40 años está igual. Es un río seco, es decir, piedra y huecos. Lleva 40 años y tiene dos contratos donde dice que la pavimentaron. Ese olvido estatal afecta a hombres y mujeres del campo, pero particularmente a las mujeres que necesitan salud reproductiva y que necesitan apoyo para no tener más hijos. Necesitan atención cuando se enferman de cáncer de mama, útero o ovarios. Todo eso necesita cuidados y para ellas es muy difícil obtenerlos, porque es muy difícil salir de donde viven y mucho menos esperar que alguna atención médica llegue donde están ellas. Y cuando logran desplazarse y por fin llegan a la ciudad, muchas veces les cambian la cita y se las dejan para otro día. Los funcionarios y el sistema no se dan cuenta que ellas para poder cumplir con la cita tiene que pagar un transporte, y que de ahí a que consigan la plata para regresar a la nueva cita puede pasar mucho tiempo.
Volcánicas: ¿Cuáles son sus propuestas dirigidas a mujeres jóvenes, población LGBTIQ+? ¿Cuáles son sus propuestas sobre el medio ambiente y para fortalecer la construcción de paz en el país?
S.R: Propuestas para la juventud: becas en educación técnica, tecnológica y superior. Sacar las universidades del centro de Bogotá y del país y llevarlas al territorio para que los jóvenes se queden allá y se vuelvan científicos, agrónomos, veterinarios. Que puedan hacer la carrera desde el territorio. Necesitamos que la educación llegue al campo. De igual forma impulsar proyectos juveniles en los territorios para que los jóvenes no migren a la ciudad. Yo quiero hacer una campaña fuerte de retorno al campo, pero para eso hay que proveer a los jóvenes de condiciones para retornar. Y las condiciones no son solamente la tierrita. La tierra debe ir acompañada con salud, educación, apoyo tecnológico, apoyo de créditos, inversión, sistemas de riego, capacitación tecnológica y técnica. Además de impulsar espacios recreativos, culturales y deportivos para la transformación social de la juventud.
Tambien hay un proyecto de ley, que ya cursó su primer debate, sobre la regulación de los derechos de grado. Que el Estado le aporte al joven mínimo el 80% o el 85% de lo que vale graduarse, que es mucho. Un joven que ya está endeudado pagando su universidad y, si a eso le sumamos los derechos de grado, imagínese la carga. Además sale el joven de estudiar y le piden tres o cinco años de experiencia o le pagan la mitad del salario mínimo. Eso es insostenible.
Propuestas para las mujeres: salud integral desde cero a siempre, con énfasis en la salud sexual y reproductiva. La inclusión laboral para las mujeres, y en este caso también para hombres, de la tercera edad, ya que es extremadamente difícil para las personas mayores integrarse al mercado laboral.
Propuestas sobre paz: Paz y reconciliación es mi tema. Yo he dicho que es hora de mirarnos a los ojos y de reconocernos. Eso hace parte de la reconciliación que nos toca a nosotros: pedir perdón por los hechos que cometimos. No por el discurso, hay que sentir el dolor, sentir al que está al frente de uno. Entonces la reconciliación es importantísima, porque eso va a permitir empezar a reconstruir el tejido social, los núcleos familiares. La reconciliación nos acerca a construir una paz con justicia social. Y una herramienta muy importante para eso es el Acuerdo de Paz y hay que darlo a conocer. Que la gente del común sepa de qué se trata, qué puntos tiene, qué beneficios le trae a la sociedad y porque es tan importante que todos lo apoyemos.
Propuestas para la comunidad LGBTIQ+: garantizar rutas de acceso a derechos para la comunidad LGTBI y promover el respeto y la inclusión de la diversidad sexual. Nosotros ya tenemos unas políticas públicas en cuanto a la diversidad sexual pero necesitamos que empiecen a caminar, que sean efectivas y no que se queden en papel. No podemos permitir que los funcionarios las interpreten a su antojo y según sus intereses.
Propuestas sobre el medio ambiente: El Congreso tiene que aprobar el acuerdo de Escazú, el cual es muy importante porque le da derechos a los defensores del medio ambiente. Estamos ante un desastre ambiental y por eso, desde el Congreso, tenemos que proteger las zonas forestales y las zonas hídricas. Si no nos preocupamos por este tema, vamos por un despeñadero ambiental impresionante.
Volcánicas: ¿A cuál candidate presidencial va a apoyar? ¿Como partido van a apoyar a alguien?
S.R: El candidato que se comprometa con la paz y con la implementación del acuerdo y le sumamos otras cositas: la salud, la educación gratuita y de calidad. El derecho al trabajo digno y el derecho a la tierra. El candidato que tenga esos compromisos con Colombia y que no solo sean promesas. Ese candidato va a contar con mi voto. Y, como partido, estamos por supuesto apoyando candidatos del Pacto Histórico, pero aún no hemos tomado la decisión. Pero de pronto uno de los candidatos más opcionados sea Petro.
Volcánicas: sabemos que Gustavo Petro está rodeado, y que apoya, a hombres acusados de violencia en contra de mujeres como Hollman Morris y a detractores de los derechos de las mujeres como el pastor Alfredo Saade ¿Por qué, a pesar de todo esto, usted votaría por él?
S.R: Construir una nueva sociedad requiere el esfuerzo de todos (a excepción de quienes son acérrimos defensores del proyecto fascista). Pero construir nuestra sociedad es un esfuerzo y es una construcción de hombres, de mujeres, de empresarios, de madres comunitarias, de los pobres, de los que se creen ricos, de los que de pronto tienen algo de riqueza. Es una construcción de todos. No nos neguemos a escuchar y a construir en medio de esa diferencia de la diversidad que tenemos y, por supuesto, de adversidades.
Volcánicas: ¿Cuál es la posición suya y del partido sobre el aborto?
S.R: Nosotros como partido somos partidarios del aborto. Son derechos de nosotras las mujeres. Quien esté en contra de eso está violentando y discriminando a una mujer, por más cura y por más pastor que sea. Mis ovarios no son de la iglesia, mis ovarios son míos.
Volcánicas: ¿Qué mensaje le enviaría a las mujeres jóvenes para que se animen a ejercer su derecho al voto?
S.R: ¿Quién se movilizó el 28 de abril? las mujeres. ¿Y cuáles mujeres? las jóvenes. Nosotras tenemos que estar a la altura de ese momento político que vivió el país, de ese estallido social que se dio. Y, ¿cómo podemos estar a la altura? haciendo del voto una herramienta importantísima, siendo conscientes que nosotras las mujeres podemos elegir presidente. Usar la herramienta del voto es lo más importante que podemos hacer con nuestra vida. Las mujeres somos poderosas con el voto.