El 14 de junio de 2024, en Cancún, Quintana Roo, falleció Jean Succar Kuri, libanés nacionalizado mexicano que cumplía una sentencia de 93 años por pederastia. Además de delitos sexuales contra menores, el Caso Succar Kuri expuso la corrupción con políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y la violencia contra periodistas.
Los primeros viajes de Jean Thouma Hannah Succar Kuri (19 de septiembre de 1944) a México fueron en su adolescencia, cuando visitaba a sus tíos en Guanajuato, uno de los estados con mayor migración libanesa en el periodo porfirista. Después de unos años en la capital guanajuatense, se mudó a Guerrero, pues veía en Acapulco una oportunidad para incursionar en el sector turístico. Sin embargo, en 1975 autoridades migratorias lo llevaron al Distrito Federal (ahora CDMX), donde conoció a Kamel Nacif Borge (“El rey de la mezclilla”), empresario que también ha sido señalado de pedofilia y tortura contra la periodista y autora de Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil (2005), Lydia Cacho.
Nacif, además de utilizar su influencia con los agentes de migración para que dejaran salir a Succar Kuri, fue quien le recomendó abrir una fuente de sodas en un supermercado (Comercial Mexicana) de Acapulco. Tras hacerse popular entre los empresarios locales, en 1984, Succar Kuri (conocido como “Johny”) llegó a Cancún e invirtió en propiedades en la zona hotelera. Esto lo acercó a empresarios y políticos, principalmente del PRI, partido que gobernó la entidad desde finales de 1920 hasta 2016.
Su círculo cercano
Fue precisamente el libro de Lydia Cacho el que denunció el círculo político-económico que blindó los delitos de Succar Kuri. Además de Kamel Nacif, el pederasta estuvo vinculado a Joe Rank (dueño del emporio de ropa ACA JOE), Alejandro Góngora Vera (exfuncionario de aduanas en Quintana Roo y exdelegado del Fondo Nacional de Fomento al Turismo) Miguel Angel Yunes Linares (exsubdirector de general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, exsecretario de seguridad pública y exgobernador de Veracruz), Emilio Gamboa Patrón (exsenador de la República y miembro del PRI) y Mario Marín (juez y exgobernador de Puebla).
De acuerdo con el diario La Jornada, la red de trata y explotación sexual de menores de Succar Kuri se expandió a España, Colombia, Brasil, Venezuela, Inglaterra, Singapur y Taiwán. Asimismo, el gobierno estadounidense expresó preocupación por los constantes viajes del pederasta a Los Ángeles, Nevada, Las Vegas y Hong Kong. Las denuncias contra Succar Kuri fueron públicas cuando México todavía no contaba con la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, promulgada el 27 de noviembre de 2007.
Modus operandi
En Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil Lydia Cacho recuperó testimonios de algunas de las víctimas de Succar Kuri. Con historias como la de Emma, que lo conoció en 1998, cuando ella tenía 13 años, se sabe que el pederasta se acercaba a menores de edad en situaciones de vulnerabilidad (paternidades ausentes, con problemas de adicción, entornos familiares violentos o problemas económicos) para presentarse como una persona cariñosa y protectora.
“Al principio, Johny me decía cosas bonitas (…) Mi papá biológico se fue cuando era niña (…) lo he buscado y me rechaza. Mi mamá era alcohólica (…) [y] nunca estudió, por eso vendía gelatinas [además] perdió un brazo (…) Cuando estudiaba segundo de secundaria (…) escuché a otras niñas más grandes contar que conocían a un señor llamado Johny, que era muy bueno, les daba dinero y les ayudaba a comprar cosas”, contó la jovencita.
En el texto escrito por Cacho se detalla que niñas y adolescentes recibían invitaciones de Succar Kuri para pasar el fin de semana en la alberca de una de sus propiedades, en “la villa número nueve del hotel Solymar”. Testimonios como el de Emma revelaron que antes de insultarlas, abusarlas sexualmente y grabarlas, les ofrecía regalos (chocolates, por ejemplo). Algunas de ellas fueron obligadas a tener sexo oral con chicas más grandes. Después de las agresiones, el “Tío Johny” las amenazaba con desprestigarlas, dañar a sus familias o dejarles de pagar la escuela. En las declaraciones niñas y adolescentes también corroboraron las alianzas políticas de Succar Kuri, especialmente con Alejandro Góngora Vera, Kamel Nacif y Miguel Ángel Yunes.
¿Qué sucedió cuando se denunció a Jean Succar Kuri?
De acuerdo con Eje Central y CBS News, las primeras denuncias contra Jean Succar Kuri por corrupción y delitos sexuales contra menores se remontan a 2003 y, según Proceso, la red de pornografía y prostitución infantil operaba desde 1995. Cuando medios nacionales empezaron a circular la noticia, en noviembre de 2003, también se supo que Succar Kuri ya había promovido un amparo ante la justicia federal y huido a Estados Unidos. En esas mismas fechas, el subdirector de la Policía Judicial en la zona norte de Quintana Roo, Luis Germán Sánchez Méndez, dictó órdenes de cateo para las propiedades de Succar Kuri y dijo que se solicitaría la intervención de la Interpol en el caso.
Mientras tanto, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) local comenzó a dar atención a las niñas y niños denunciantes. El 24 de noviembre de 2003, autoridades estadounidenses detuvieron a Succar Kuri por delitos contra al menos 20 menores y se dio inicio al proceso de extradición. Meses después, en febrero de 2004, se supo que el pederasta también enfrentaría cargos por lavado de dinero. Al historial de Succar Kuri se sumaron denuncias por amenazas de muerte contra niñas, niños y adolescentes, según la exProcuraduría General de la República (PGR).
En julio de 2006, cuando se logró la extradición, las autoridades mexicanas determinaron que el exempresario sería ingresado en la Cárcel Pública Municipal de Quintana Roo y enfrentaría cargos federales por corrupción de menores, violación equiparada, abusos deshonestos y pornografía.
Pasaron casi seis años para que, el 30 de marzo de 2011, el Poder Judicial de la Federación dictara sentencia (13 años de prisión y el pago de una multa de 350 mil pesos a las entonces siete víctimas que siguieron el proceso penal) a Succar Kuri por los crímenes mencionados. Semanas después, en agosto de ese mismo año, la PGR informó que la sentencia subiría a 112 años en prisión y el pago de casi 2.5 millones de pesos como reparación del daño. Las autoridades impartidoras de justicia aseguraron que Succar Kuri había incurrido en tráfico de menores de edad.
No obstante, en febrero de 2020, el Primer Tribunal Colegiado de Quintana Roo revocó esta resolución bajo el argumento de que “existieron vicios” en el proceso penal de Kuri y, por ello, se necesitaban definir “las circunstancias de tiempo, lugar y ejecución de la agresión en contra siete menores de edad, entre el 5 de noviembre del 2000 y noviembre del 2003”.
Finalmente, en octubre de 2021, se determinó una sentencia de 93 años. Entre 2011 y 2023, el Caso de Succar Kuri también causó preocupación por los traslados entre penales. En 2011, el pederasta fue enviado a una prisión de máxima seguridad en el Altiplano y luego al Centro de Reinserción Social de Cancún. Para finales de 2023 se le llevó a un Centro Federal de Readaptación Social en Chiapas y en septiembre de ese mismo año se le regresó a un reclusorio de baja y mediana seguridad en Cancún, según el recuento de la organización Artículo 19.
¿Qué tuvo que ver Jean Succar Kuri en el caso de violencia contra la periodista Lydia Cacho?
Además de los delitos sexuales contra infancias y adolescencias, a Jean Succar Kuri se le vincula con la detención y tortura a Lydia Cacho. En vísperas navideñas, el 16 de diciembre de 2005, judiciales del estado de Puebla detuvieron a Lydia en Cancún, Quintana Roo. Compañeras periodistas de diferentes estados se organizaron para investigar sobre la detención de la autora de Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil. El traslado de Lydia a Puebla duró aproximadamente 20 horas. En este lapso, se le amenazó de muerte y se le privó de la ingesta de alimentos. También fue víctima de agresiones verbales, tortura psicológica, tocamientos e insinuaciones sexuales.
Un mes después, en enero de 2006, las periodistas Carmen Aristegui y Blanche Petrich revelaron un audio en el que Kamel Nacif agradeció a Mario Marín, exgobernador de Puebla, por haber arrestado a la periodista Lydia Cacho.
Además de que tanto Nacif como Marín fueron de los hombres más cercanos a Jean Succar Kuri, no se puede olvidar que Lydia denunció al pederasta como presunto autor intelectual de tentativa de homicidio en su contra.
A principios de mayo de 2007, Lydia llegó al aeropuerto de Ciudad de México y abordó una camioneta enviada por la propia PGR. A los pocos minutos del trayecto, el vehículo comenzó a tambalearse y cuando el conductor, Mario Urquiza, revisó la camioneta se dio cuenta de que cuatro tuercas estaban safadas. La Agencia Federal de Investigación (AFI) comunicó “que parecía el montaje para un accidente provocado”.
Asimismo, es fundamental tener presente que la violencia contra Lydia antecedió a la publicación de Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil. En noviembre de 2003 Lydia recibió la llamada de un hombre que se identificó como Jean Succar, quien le dijo: “Pinche vieja, no te metas en mi vida. Si te sigues metiendo te van a matar”. Además, en mayo de 2005, Lydia escuchó la recomendación que el abogado Wenceslao le hizo a su cliente, Jean Succar Kuri: “Quiero que la demandes por usurpadora; ni siquiera es periodista“.