
Sandra Martínez tiene 28 años, es del Caquetá, un departamento en el sur de Colombia que ha sido especialmente golpeado por la violencia del conflicto armado, y la última vez que supieron algo de ella fue cuando le avisó a su hermana, Luz Alba, que iba para una reunión en El Paujil, un municipio del mismo Caquetá, y que se iba a quedar sin señal algunas horas.
Hoy se cumplen 2 semanas y un día desde que desapareció.
La angustia tampoco es menor porque el panorama para les líderes sociales en Colombia no es alentador. Además, es necesario sumar que las mujeres lideresas sociales también reciben violencias diferenciadas a la hora de ejercer sus trabajos. Violencia psicológica, sexual, económica, estética, amenazas, desplazamientos y, por supuesto, violencia homicida.
En el episodio más reciente de La Semanaria hablamos con Luz Alba, la hermana de Sandra, para poder alzar la voz sobre su desaparición. También, hablamos con Li Cuéllar, directore de Sentiido, quien es amigue de Sandra y la conoce por sus labores como lideresa.
Adicionalmente hablamos con investigadora del Observatorio de conflictividades y derechos humanos de Indepaz, el mismo observatorio que lleva el conteo y analiza el asesinato de lideres sociales, firmantes de paz y masacres en Colombia. Y, finalmente, con Laura Bonilla, Subdirectora de la fundación Paz y Reconciliación PARES, para entender mejor el panorama que sobreviven las lideresas sociales en Colombia.
