May 7, 2025

Guía básica para entender el cónclave

¿Qué es el cónclave? ¿Cómo funciona? ¿Desde cuándo se hace así? ¿Quiénes votan? ¿Cuántas veces se puede votar? Así se elige al nuevo papa.

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Desde que se estableció formalmente el sistema de cónclave en 1274 por el papa Gregorio X, se han celebrado 76 cónclaves. Antes de esa fecha, las elecciones papales no seguían un protocolo cerrado ni aislado, y solían estar marcadas por influencias externas, conflictos políticos y largas demoras. La elección más demorada fue la de Gregorio X (1268–1271) que duró 33 meses. Ocurrió antes de que existiera el cónclave y se volvió tan caótico que las autoridades civiles de Viterbo encerraron a los cardenales y hasta les quitaron el techo para forzar una decisión. De ahí surgió la necesidad de reglamentar el proceso. La elección más corta ha sido la de Pío III (1503), que duró unas pocas horas, seguida de la de Pío XII (1939), que se resolvió en tres rondas de votación en un mismo día. De los papas más recientes, la elección de Benedicto XVI (2005) duró dos días y 4 votaciones y la de Francisco (2013) dos días y 5 votaciones. Este 7 de mayo el Vaticano entra en cónclave para elegir al sucesor de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, fallecido el 21 de abril de este año. Las influencias y conflictos políticos se mantienen pero ahora a puerta cerrada.

¿Qué es el cónclave?

Es el proceso secreto y ceremonial mediante el cual se elige al nuevo papa o líder de la Iglesia católica. La palabra proviene del latín cum clave (“con llave”), refiriéndose al aislamiento estricto de los cardenales durante la elección. Se realiza en la Capilla Sixtina, dentro del Palacio Apostólico del Vaticano, en Roma.

¿Quiénes pueden votar?

Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar. Actualmente, hay 135 cardenales electores de 71 países, todos hombres, por supuesto, pues la iglesia no admite mujeres cardenales. En esta ocasión solo dos cardenales no podrán estar por motivos de salud.

El proceso de votación

Cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta y la deposita en una urna. Se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo papa. Si no hay un elegido en la primera votación, se pueden realizar hasta cuatro votaciones en el día (dos por la mañana y dos por la tarde). Si después de tres días no hay consenso, se toma una jornada de reflexión. Quizás podrían reflexionar sobre la abolición de la figura del papa en lugar de elegir otro más o sobre la falta de transparencia real en las discusiones internas. Las decisiones siguen siendo tomadas entre élites eclesiásticas, sin participación del laicado ni de mujeres.

Fumata negra y fumata blanca

Después de cada votación, se queman las papeletas. Si sale humo negro de la chimenea de la Capilla Sixtina, no hay elección. Si sale humo blanco, ya hay nuevo papa. Como un gender reveal pero en papa.

Elección y anuncio

Una vez elegido, el nuevo papa acepta su cargo, elige un nombre y se viste con la sotana blanca en la “Sala de las Lágrimas”. Luego, es presentado al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con el anuncio: “Habemus Papam”.

Similitudes con la película Cónclave

La película Cónclave retrata con precisión varios aspectos del proceso de elección del nuevo papa: el aislamiento de los cardenales, la destrucción del anillo del papa fallecido, los rituales y simbolismos del cónclave, pero sobre todo, las dinámicas de poder dentro del Vaticano.

Esta elección es política y busca perpetuar el poder que ha mantenido la iglesia. Aunque hay candidatos con posturas más “progresistas” y “favorables” hacia ALGUNOS derechos de mujeres y personas LGBT+ (NO TODOS), la iglesia sigue siendo una institución patriarcal, colonial, jerárquica y conservadora que ha jugado un rol clave en la reproducción histórica de desigualdades y lo seguirá siendo.

Aunque el Papa se vista de progre, Papa se queda…

Sin embargo, de entre todos los candidatos, hay 2 que destacan por su compromiso con las reformas planteadas por el Papa Francisco. Su elección podría significar una continuación y profundización de esas reformas: El italiano Matteo Zuppi (69 años), considerado un continuador del legado progresista de Francisco y conocido por su defensa de los marginados y el filipino Luis Antonio Tagle (67 años), crítico hacia la manera en que la Iglesia se ha referido tradicionalmente a las personas LGBT+ y a los católicos divorciados y vueltos a casar, abogando por un enfoque más comprensivo. También está alineado con el ala progresista de la Iglesia.

Amanecerá y veremos si llega un papa más o menos progre que Francisco, sabiendo que eso no significa mucho en una institución patriarcal y colonial.

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