¿El Presidente Petro realmente dijo que las periodistas éramos muñecas de la mafia? Sí, lo dijo y pueden leer el discurso completo en la página de presidencia.
“Las periodistas del poder, las muñecas de la mafia, construyeron la tesis del terrorismo en la protesta y la criminalización del derecho genuino a protestar” fue exactamente lo que dijo el presidente el pasado viernes 30 de agosto, en Nuquí, Chocó, durante el discurso que dio en el acto de posesión de la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, primera mujer en ocupar este cargo. Al día siguiente, el Presidente publicó el siguiente mensaje en su cuenta de X: “No amigo, @ElNuevoSiglo, no desinformes. Las periodistas no son muñecas de la mafia, pero la mafia ha tenido periodistas a sueldo, o se nos olvidó”.
«Las muñecas de la mafia» es una novela colombiana sobre mujeres que acaban siendo parejas de narcos colombianos y luego fue adaptada a serie. Es decir que el Presidente Petro comparó a las periodistas con esposas de narcos, según él para dar a entender que hay periodistas vendidas al poder. Y aunque esto último puede ser cierto pues periodistas y prensa hegemónica han tenido vínculos con políticos, familias poderosas y grandes grupos económicos del país, no han sido solo mujeres. ¿Por qué nadie dice «los muñecos de la mafia» para referirse a los hombres periodistas de derecha o cercanos al poder? Hay una carga evidente de misoginia al elegir una comparación que cosifica a las mujeres para cuestionar su idoneidad profesional y esa elección consciente del presidente, alimenta una nueva oleada de violencia contra TODAS las mujeres periodistas pues la misoginia no distingue cuál es cuál y a qué poder se refiere el presidente Petro, que ahora mismo ocupa el máximo poder político del país. Llamar a las periodistas (aunque sean de derecha) muñecas de la mafia, va más allá de asociarlas al poder (poder que ahora ocupa el presidente Petro). Apunta a la esfera íntima de la mujer, no a su falta de rigor o de profesionalismo como periodistas.
Es apelar a estereotipos misóginos que cosifican a las mujeres y las reducen a la “esposa/novia de”. Mujeres en función de los hombres.
El silenciamiento de las mujeres
Esta no es la primera vez que el presidente arremete contra las mujeres periodistas. Hace un par de meses asoció a la periodista Maria Jimena Duzán con el periodismo Mossad, desatando una ola de violencia digital contra ella y otras mujeres periodistas. Tras varios encontronazos con la prensa, el presidente Gustavo Petro se reunió con la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Reporteros sin Fronteras y se comprometió a crear un canal directo para tratar con urgencia los casos de violencia contra periodistas. Sin embargo, este nuevo mensaje estigmatizante llega a menos de dos semanas de esa reunión.
De acuerdo con el informe Violencia de género en línea hacia mujeres con voz pública basado en un estudio de Ingrid Beck, Florencia Alcaraz y Paula Rodríguez y publicado por ONU Mujeres y la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información, las mujeres con voz pública, especialmente las periodistas, comunicadoras y defensoras de derechos humanos, somos el objetivo particular de una violencia de género en línea sistemática. El informe muestra que esas amenazas virtuales hacia mujeres con voz pública tienen efectos reales. “En la encuesta de Reporteros sin Fronteras, las entrevistadas mencionan la autocensura y un repliegue en las redes sociales como consecuencia de los ciberataques. Repliegue y autocensura son efectos frecuentes entre las entrevistadas para el presente estudio”, explica el informe sobre las consecuencias. Entre sus conclusiones el estudio arroja que:
- El 80% limitó su participación en las redes: omite opinar o manifestarse sobre determinados temas.
- 40% manifestó haberse autocensurado evitando escribir o hablar sobre un tema de su pertinencia en el medio o ámbito en el que se desempeña.
- Un tercio cambió de puesto laboral.
- La cuarta parte vivió el despido o la no renovación del contrato. La mitad tiene
miedo de perderlo. - 80% temió o teme por su integridad física y hasta por su vida.
Este lunes 2 de septiembre la FLIP advirtió por medio de un comunicado que la violencia contra las mujeres periodistas se intensifica con el discurso estigmatizante del presidente Petro. Según la FLIP, entre el 1 de enero y el 26 de agosto de 2024, se cometieron 67 violaciones a la libertad de prensa contra mujeres periodistas, 13 de ellas fueron resultado de violencias basadas en género.
No es sólo con órdenes del régimen talibán que nos silencian a las mujeres. También es con este tipo de estigmatizaciones misóginas que buscan replegarnos a lo doméstico y lo privado hasta silenciarnos.
Un tufillo patriarcal
Aunque la expresión “muñecas de la mafia” fue lo más indignante del reciente discurso del presidente, hubo otro fragmento del mismo sobre el papel de las mujeres que merece atención: “Quién más puede defender al pueblo de Colombia de sus vicisitudes, de su desprotección permanente, si no son las mujeres las que tienen que tomar las banderas que dejamos a media asta, a media victoria. Medio victoriosas, medio ensuciadas de sangre, medio enlodadas por la traición. Las mujeres son las que tienen que limpiar esas banderas, rehacerlas, volverlas a coser, quitarle las heridas, bañarlas de amor y de besos, y levantarlas con la dignidad que muchos hombres no tuvieron. Levantar las banderas de una nación donde se respete al ser humano”. Es evidente que al presidente todavía le falta mucho por deconstruir de su machismo pues su entendimiento de las mujeres sigue anclado al cuidado, al sacrificio y al amor. Para eso, además, no hacía falta una terna para Defensora, pues es lo que han hecho por mucho tiempo las mujeres en este país, sostener la vida mientras ellos hacen la guerra. Era necesaria la llegada de una mujer al cargo de Defensora para responderle, como lo hizo la recién posesionada Defensora que, junto a muchas otras mujeres y organizaciones rechazó las declaraciones del presidente.
Es impresentable que el presidente de un país, progresista y que se dice dispuesto a deconstruir su machismo siga estigmatizando a las periodistas en lugar de garantizar la libertad de prensa en condiciones libres de violencia para las mujeres. Este nuevo ataque nos afecta no solo a las mujeres periodistas que a diario recibimos violencia digital, si no también a la libertad de prensa, de expresión y a la democracia.