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La tercera temporada de Bridgerton, confirma que la serie de romance de Netflix sigue siendo uno de los más grandes éxitos de la plataforma. Desde su lanzamiento, la nueva temporada ha permanecido en el top 3 de vistas a nivel mundial. Y la primera temporada, a cuatro años de su estreno, es la cuarto contenido en inglés más visto de la plataforma, con 113.300.000 de vistas globales, al día de hoy.
La serie, está basada en las ocho novelas de la autora estadounidense Julia Quinn, que narran la historia de amor de cada uno de los ochos hijos de la familia Bridgerton a inicios del siglo XIX. A pesar de no ser particularmente fiel a los aspectos históricos de la época (desde los colores y telas que visten, hasta la diversidad racial que se muestra en la alta sociedad inglesa), es innegable que a la audiencia le fascina este universo ficticio de bailes, rumores y romances de una aristocracia y clase alta británica inexistente, acompañados de versiones instrumentales de los más grandes éxitos de Billie Eilish y Pitbull. Y aunque la serie es un rotundo éxito que no tiene que gustarle a todo el mundo, por supuesto, tiene sus detractores y, entre ellos, los que se quejan porque “no pasa nada en ella”.
Pero, ¿en realidad no pasa nada, o acaso los temas que trata son leídos como femeninos y estos, entonces, resuenan principalmente en una audiencia de mujeres?
Y es que si algo le interesa a las mujeres, sean libros, series, películas, música o incluso colores, ese algo es rápidamente catalogado de infantil, banal, de poca calidad o de poco valor intelectual, no merecedor de la atención del público “verdaderamente conocedor” (que es, claramente, el público masculino y sus afiliadxs que creen que cualquier cosa que los relacione con algo “femenino”, lxs hace menos merecedorxs de respeto y admiración). En ese sentido, ¿cómo puede una serie como Bridgerton, ser digna de un lugar en nuestra conversación? Bueno, en primer lugar es clave recordar que hablamos de una serie de entretenimiento y no necesitamos que todo producto audiovisual sea un compendio intelectual, a veces solo queremos distraernos un poco y ya. ¿O acaso a los fans de Rápidos y Furiosos también les exigen justificar su interés en términos intelectuales?
Pero también, puede ser, que ese espacio en la agenda pública se deba a que la nueva temporada de Bridgerton trata, a su manera, varios temas muy relevantes en la conversación actual; empezando por la protagonista de esta tercera entrega, Penélope Featherington.
A partir de aquí, hay spoilers de la serie y de los libros.
A pesar de ser la pluma detrás de la misteriosa Lady Whistledown y, por lo tanto, uno de los personajes más importantes de la serie, a Penélope, se la reduce muchas veces a una sola cosa: su peso. Su apariencia es un tema tan recurrente que, en los libros (Libro 4: “Seduciendo a Mr. Bridgerton”), cuando es su turno de encontrar el amor con Colin Bridgerton (interpretado por Luke Newton), pareciera que solo es merecedora de ello gracias a una drástica pérdida de peso. En cambio, en la serie, decidieron enfocar la transformación de Penélope en la seguridad que encuentra en ella misma.
Cada vez es más frecuente la representación de cuerpos diversos en los personajes de películas y series pero, en la mayoría de los casos, su peso es lo único que los define o lo más relevante de sus historias y de las tramas que viven. Especialmente en las mujeres; el respeto que merecen y la atracción que pueden generar, es inversamente proporcional a su talla. De esto hay ejemplos absolutamente trágicos, cómo el storyline de “Mónica Gorda” en Friends o el personaje de Debby Ryan en Insatiable, dónde ambas son la burla de todos los que las rodean hasta que bajan de peso. Aunque también existen algunos enfoques un poco más positivos, cómo el personaje de Kate Pearson en This Is Us, pero, a pesar de sí recibir amor y ser tratada como una persona, todos sus problemas siguen girando en torno a su peso. Mientras que en Bridgerton, vemos probablemente uno de los primeros personajes femeninos de talla grande para quien su peso no es un impedimento para ser vista, como una mujer capaz de lograr lo que quiere, además de guapa, sexy y deseable.
Nicola Coughlan, la actriz irlandesa que da vida a este personaje y la estrella de esta temporada, ha comentado en varias entrevistas cómo tuvo que sentarse con la coordinadora de intimidad1 de la serie, Lizzy Talbot, y tomar la decisión sobre qué quería mostrar, qué no quería mostrar, qué decía el guión y qué era lo que ella quería agregar. “Hay una escena en la que aparezco muy desnuda en cámara y eso fue mi idea, mi decisión. Se sintió cómo el más grande ‘Váyanse a la mierda’ a toda la conversación que estaba circulando en torno a mi cuerpo; fue asombrosamente empoderador”
Hace unas semanas, durante la sesión de preguntas de una proyección en Dublín, un periodista le dijo a Nicola que “[Nicola] Tenía que reconocer que era ‘muy valiente’ por interpretar ese rol”, queriendo decirle que era valiente por salir desnuda siendo una mujer gorda, a lo que la actriz respondió: “¿Sabes? Sí es difícil porque creo que las mujeres con mi tipo de cuerpo, las mujeres con senos perfectos, no nos vemos lo suficiente en la pantalla.” Y así, queridos lectores, el Diamante de la Temporada se ganó los aplausos del público y calló, una vez más, la conversación en torno a su cuerpo.
Pero, esta no es la única conversación que cobró relevancia en redes sociales con la nueva temporada. Al final de esta, Francesca Bridgerton (interpretada por Hannah Dodd), contrae matrimonio con el conde de Kilmartin, John Stirling (interpretado por Victor Alli), tal como ocurre en los libros. Sin embargo, el revuelo entre algunxs fanáticxs se provocó cuando John le presentó a Francesca a su prima Michaela Stirling (interpretada por Masali Baduza), quien de acuerdo a los libros, debía ser un hombre, Michael Stirling, el primo de John y futuro segundo esposo de Francesca cuando John fallece. De hecho Michael y Francesca son los protagonistas del sexto libro, “El corazón de una Bridgerton” (o, su muy diferente título en inglés, “When he was wicked”) y es de los favoritos de los fans; en parte por tener las escenas más hot de todas las 8 novelas.
Es curioso que un fandom que se dice amante de todos los tropos de romance habidos y por haber, no esté nada contento con la insinuación de que una relación sáfica pueda ser la protagonista de una futura temporada. Y es imposible dejar de lado que gran parte del descontento se debe a que se trate de un romance entre dos mujeres, más allá del cambio en la historia, porque cuando la historia del segundo hermano Bridgerton, Benedict, fue cambiada para que comenzara a tener tríos con mujeres y hombres, regalándonos grandes momentos de tensión homoerótica, nadie pareció tener ninguna queja. Incluso muchas personas han dicho que hubieran preferido que la temporada de Benedict fuera la que se cambiara para que él tuviera un romance con un hombre, en lugar de que Francesca tuviera un romance con una mujer.
Y esta no sería la primera vez que la representación sáfica en televisión no reciba el mejor trato. De acuerdo con la organización GLAAD (La Alianza de Gays y Lesbianas Contra la Difamación2), durante los últimos dos años, a pesar de que ha habido una mayor cantidad de personajes mujer LBTQ+, en televisión, que hombres GBTQ+, es el grupo que cada año más disminuye su representación en televisión. De 36 series que fueron canceladas en el periodo de 2023-2024 que incluían personajes LGBTQ+, 53% de dichos personajes, eran mujeres, en su mayoría bisexuales, lesbianas o queer.
En el caso particular de Netflix, además, hay un historial de pocas protagonistas sáficas en sus contenidos, en contraste a protagonismos de romance gay. Veamos el caso de Heartstopper y First Kill: ambas series estrenaron en 2022, con unos cuántos meses de diferencia. En su primera temporada, First Kill, que narra el romance entre una vampira y una cazadora de vampiros, logró el doble de vistas que la primera temporada de Heartstopper, una historia de amor adolescente entre dos chicos de preparatoria (Que es preciosa, ¿eh? Si pueden, véanla). Pero esto no importó y First Kill no fue renovada para una segunda temporada mientras que Heartstopper tendrá el estreno de su tercera temporada en octubre de este año.
Sólo el tiempo dirá si Netflix decide darle una oportunidad esta vez al romance sáfico, que tanta falta sigue haciendo en pantallas, y, apostar por el romance entre Francesca y Michaela, o si terminarán por retractarse. ¿Cuándo? No lo sabemos, pues aún no hay ningún anuncio oficial sobre cuándo saldrá la cuarta temporada de Bridgerton, la serie en la que no pasa nada pero detona conversaciones que nos encantan, así que estaremos atentas para las que vengan.
- Los coordinadores de intimidad son los encargados en una producción de todo el proceso de filmación de escenas que sean íntimas para los actores; en su mayoría suelen ser temas sexuales pero también pueden trabajar escenas en las que un actor se enfrente a un tema que le sea muy difícil o traumático emocionalmente. El coordinador de intimidad se encarga de preservar la naturalidad en esta clase de escenas y es el intermediario entre los actores y el equipo de producción, y son los responsables de comunicar las necesidades y límites de los actores a la producción, para que así se puedan planificar y ejecutar las escenas respetando los límites personales y garantizando el consentimiento de todos los participantes. ↩︎
- La cuál se dedica a promover imágenes veraces y objetivas de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero en los medios de comunicación para eliminar la homofobia y la discriminación basada en la identidad de género y orientación sexual. Lee más sobre su labor en: https://glaad.org/. ↩︎
