“Es hora de que la sociedad macho-patriarcal que trivializa la violación cambie. Es hora de que cambiemos la forma en que vemos la violación”, aseguró Gisèle Pelicot este martes 19 en Avignon, Francia, donde ocurrió la última audiencia del juicio contra 51 hombres acusados de violarla y abusarla sexualmente. Entre ellos está Dominique, su exesposo, quien por una década la drogó por las noches, escondiendo sustancias en su cena para dejarla inconsciente. El resto de los acusados fueron contactados por Dominique a través de internet. El señor Pelicot les permitía entrar a la casa para violar a Gisèle que permanecía inerte en su cama mientras él grababa.
En su declaración final, refiriéndose a los acusados, Gisèle dijo que este había sido “el juicio de la cobardía” y añadió: “Siento enojo por aquellos detrás de mí quiénes en ningún momento pensaron en reportarlo. Ninguno lo reportó. Eso genera cuestionamientos”. Gisèle, que decidió hacer público su juicio para que “la vergüenza cambiara de bando” aseguró que nunca perdonará a Dominique, y concluyó:
“Hoy soy conocida alrededor del mundo, me guste o no. La gente va a recordar a Madame Pelicot, mucho menos a Monsieur Pelicot”.
Gisèle Pelicot se enteró que había sido sometida químicamente y violada por decenas de hombres hasta que se lo notificó la policía. Dominique fue descubierto tras su detención el 12 de septiembre de 2020 por grabar debajo de la falda de una mujer en un supermercado. Ella denunció los hechos a la policía. Tras revisar el equipo electrónico de Dominique encontraron la evidencia del abuso a Gisèle.
En los videos aparecían hombres de 26 a 74 años de edad, entre ellos bomberos, comerciantes, un enfermero y un periodista. La mayoría tienen pareja e hijxs. De los 51 acusados, 49 enfrentan cargos por violación (entre ellos Dominique), uno más es acusado de abuso sexual y otro es señalado por violación en grado de tentativa.
En su declaración final, Dominique explicó que drogó a su exesposa, y buscó a hombres que la violaran, para “ofrecerles la egoísta fantasía de someter a una mujer rebelde”. También añadió entre lágrimas que mantiene a Gisèle “en el fondo de su corazón” y que “morirá como un perro”. Dominique no morirá como un perro, sino como un violador y abusador.
Lxs hijxs de Gisèle le dieron a ella todo su apoyo. Florian, de 38 años, aseguró que “perdió a su padre” porque para él Dominique está muerto. Además pidió a la corte imponerle “una dura sentencia para que las víctimas ya no tengan miedo de alzar la voz”. David, de 50 años, señaló a Dominique y pidió que se castiguen a todos los hombres acusados “por los horrores a los que sometieron” a su madre. El señor Pelicot interrumpió la declaración de David para pedir su perdón, a lo que el hijo de Gisèle respondió: “¡Jamás!”. Caroline acompañó a su madre en el juicio. Al tomar la palabra aseguró que ella creía que también había sido abusada por su padre. Esto porque la policía encontró fotografías semidesnudas de Caroline durmiendo en la computadora de Dominique.
Al hacer público el caso, como lo solicitó la propia Gisèle, el mundo ha podido conversar y comprender mejor cómo opera la violencia machista, la violencia sexual y la sumisión química, muchas veces dentro de los hogares. Gracias a Gisèle la vergüenza está cambiando de bando.
Dominique Pelicot será sentenciado el próximo 20 de diciembre y podría enfrentar un máximo de 20 años en prisión.