Después de conocerse la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, llegaron las reacciones misóginas en redes sociales de incels que salieron a celebrar y a decir sin ningún reparo “tu cuerpo mi decisión”, como lo hizo el ultraderechista Nick Fuentes. En cuestión de horas el hashtag #YourBodyMyChoice (tu cuerpo mi decisión) llenó la red social X y mensajes del tipo “Las mujeres son propiedad” llegaron incluso a campus universitarios.
Y esta reacción predecible y esperada ha desatado un interés particular de las mujeres estadounidenses en apuestas como las del movimiento 4B, una postura de las surcoreanas que se resume en las cuatro negativas de donde viene el nombre: bihon (NO al matrimonio), bichulsan (NO a tener hijos), biyeonae (NO a las citas) y biseksu (NO a las relaciones sexuales con hombres cis).
El movimiento 4B surgió en el 2017, en pleno auge del #MeToo. La brecha salarial, el acoso sexual, la misoginia y la violencia de género han motivado a cada vez más mujeres a sumarse al movimiento, que fue tomando fuerza hasta alcanzar su punto más alto en 2019. Si bien el movimiento nació como uno de mujeres, es fundamental recordar que los hombres trans y las personas no binarias asignadas femenino al nacer también pueden gestar y también pueden sumarse a las 4Nos.
En 2022, Corea del Sur registró una tasa de natalidad de 4.9%, la más baja del mundo, un problema cada vez mayor para las sociedades y economías del mundo entero, que sigue sin ser atendido con la perspectiva de género y clase que merece y que incide directamente en la economía de los países. ¿Y esto es culpa de las feministas y de las mujeres? No. Es culpa de las sociedades, los gobiernos y los estados por no ofrecer garantías a las mujeres ni a la maternidad.
Otro referente surcoreano del que se está hablando en la postelección es el libro “Kim Jiyoung, nacida en 1982”, de la escritora surcoreana Cho Nam-Joo, publicado en octubre de 2016. Es la historia de una mujer común con la que se identificaron muchas surcoreanas haciéndolo todo un fenómeno cultural. El libro aborda las desigualdades de género de la sociedad coreana desde lo cotidiano, la discriminación laboral, las expectativas sociales y el aislamiento emocional. La novela fue adaptada al cine en 2019, ampliando aún más su alcance e influencia.
En vista de la amenaza a la autonomía reproductiva que representa el triunfo de Trump, el aumento en las búsquedas en Google sobre el movimiento 4B, y mujeres jóvenes promoviendo estos ideales en plataformas como TikTok y X demuestra la posibilidad que las estadounidenses adopten las 4B como una protesta tras la llegada de Trump. “Los hombres jóvenes esperan tener sexo, pero también quieren que no podamos tener acceso al aborto”. No pueden tener ambos”, dijo Michaela Thomas, una joven artista de 21 años a The Washington Post. “Las mujeres jóvenes no quieren tener intimidad con hombres que no luchan por los derechos de las mujeres”. Eso demuestra que no nos respetan”, agregó Thomas.
Lo cierto es que a lo largo de la historia, desde la huelga sexual de la comedia Lisístrata de Aristófanes hasta la huelga de “piernas cruzadas” de Barbacoas, Nariño (Colombia), las mujeres han sabido que si ellas quieren el mundo para, y en varias ocasiones lo han conseguido. ¡Si las sociedades siguen demostrando su desprecio por las mujeres, que produzcan (y reproduzcan) sin nosotras!