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Este miércoles 10 de abril, el Centro de Derechos Reproductivos y el Centro de Derechos de Mujeres llevaron al Estado de Honduras ante la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para denunciar su inoperancia en la protección de los derechos de las mujeres al impedir el aborto, bajo todos sus condicionantes, en el país.
Las dos organizaciones presentaron ante las Naciones Unidas el caso de Fausia, una mujer indígena que fue violentada y abusada sexualmente por dos hombres que la atacaron por sus procesos de defensa del territorio y a favor de los pueblos indígenas. Producto de la violación, Fausia quedó en estado de embarazo.
Cuando intentó acceder a la pastilla anticonceptiva de emergencia, supo que esta estaba prohibida en todo el país en ese momento y recién el año pasado fue aprobada. Después, buscó atención en un centro médico para recibir la interrupción voluntaria del embarazo. Pero, los miembros del equipo médico que la atendieron empezaron a amenazarla e intimidarla.
Por todo esto, Fausia tuvo que asumir una maternidad forzada que le causó profundas afectaciones físicas y psicológicas: “El caso de Fausia es un caso testigo de las múltiples violaciones a los derechos humanos que se derivan de la penalización de un servicio esencial de salud. La penalización del aborto afecta a todas las personas que pueden necesitar un aborto y en particular a aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, como las sobrevivientes de violencia sexual. Con el litigio buscamos justicia para Fausia y que hechos como los que ella enfrentó no se repitan. Los Estados deben garantizar la autonomía reproductiva de todas”, aseguró en un comunicado Carmen Cecilia Martínez, Directora de Estrategias legales del Centro de Derechos Reproductivos.
Con este caso, las organizaciones buscan restaurar los derechos de las mujeres Hondureñas y que se respete el que sean ellas quienes tomen decisiones sobre sus propios cuerpos pues, de acuerdo con las cifras entregadas con la demanda, el panorama en el país centroamericano es alarmante: cada día en Honduras 3 niñas menores de 14 años son obligadas a ser madres, incluso cuando el embarazo es producto de abusos sexuales. Pese a estos hechos, las demandantes aseguran que en los últimos años, sólo 4 países en el mundo han tenido retrocesos en el acceso al aborto. Uno de ellos fue Honduras.
En el comunicado, las organizaciones solicitan que se tomen medidas apropiadas y urgentes para restaurar los derechos de las mujeres hondureñas yafirman que: “Las políticas regresivas de Honduras en materia sexual y reproductiva constituyen claras violaciones de los derechos fundamentales de mujeres y niñas, incluyendo su derecho a la vida, la salud, la privacidad, la autonomía e integridad corporal, así como a vivir una vida libre de discriminación, tortura, violencia y persecución. Además, sus efectos son devastadores, como lo prueba el caso de Fausia. Estas vulneraciones a derechos humanos hacen que se perpetúen ciclos de pobreza que no sólo afectan a estas mujeres sino a sus familias”.
