
Este sábado 14 de junio, Estados Unidos vivió una jornada de protestas masivas bajo el lema “No Kings”, contra las redadas migratorias del ICE, las acciones autoritarias del actual gobierno y el extravagante desfile militar en Washington con motivo del aniversario No. 250 del Ejército y el cumpleaños 79 del presidente Trump.

Se estima que millones de personas marcharon en más de 2.000 ciudades, incluyendo las 50 capitales estatales, convocadas por el movimiento 50501 (50 protestas, 50 estados, 1 movimiento). La consigna fue clara: “¡No queremos reyes, queremos democracia!”.
Las movilizaciones se enmarcan en un clima de creciente violencia política contra lxs demócratas. En la madrugada de ese mismo sábado, la senadora demócrata Melissa Hortman fue asesinada en Minnesota y el senador John Hoffman también recibió disparos en su hogar, a pocos kilómetros. Dos días antes, el senador demócrata Alex Padilla fue agredido por la fuerza pública por confrontar las políticas anti-inmigrantes en Los Ángeles, California.
El contraste entre el “No Kings” y el desfile militar confirma la polarización política de un país que advierte sobre las tendencias fascistas y una ciudadanía que rechaza el avance autoritario del gobierno Trump, exacerbado por el uso del aparato militar tanto en las conmemoraciones de Washington como en las protestas de Los Ángeles, donde el mandatario decidió desplegar la Guardia Nacional y militarizar la ciudad, dejando, a la fecha, más de 500 detenidos.
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