
El florero de Llorente fue el detonante, en apariencia casual, de la revuelta del 20 de julio de 1810 en Bogotá que, eventualmente, llevó al Grito de Independencia. Pero, en realidad, fue la excusa para expresar un malestar acumulado contra el poder. Esta vez no fue un 20 de julio, pero sí el pasado 15 de julio, durante un Consejo de Ministros, que se terminó de romper un símbolo en el gobierno Petro, confirmando el malestar interno y quiebre entre él y su vicepresidenta y exministra de Igualdad, Francia Márquez, al revelar que ella se opuso a nombramientos como el de Juan Carlos Florián y Amaranta Hank.
“A mí nadie que sea negro me va a decir que hay que excluir…”, dijo el presidente, refiriéndose a la resistencia a esos nombramientos. La afirmación provocó —con justa razón— la indignación y rechazo de activistas y organizaciones antirracistas que de inmediato señalaron su racismo. “Esto no son sólo errores retóricos. Es racismo. El presidente Gustavo Petro ha hecho declaraciones que no solo desautorizan a dos ministros afrodescendientes, sino que trivializan y deslegitiman las luchas históricas de la población negra”, afirmó en sus redes ILEX Acción Jurídica, ONG liderada por abogadas afrocolombianas para la justicia racial en Colombia y América Latina.
En el mismo consejo, el presidente volvió a confirmar su machismo diciendo: “De los mayores problemas de este gobierno es la pelea a muerte, más en las mujeres (…) Yo me paso el 80% de mi tiempo atendiendo los problemas de los conflictos entre las mujeres, interinos”. Organizaciones de mujeres y activistas feministas también le señalaron lo misógino del comentario.
¿Qué es lo que pasa con el Ministerio de Igualdad?
El Ministerio de Igualdad fue creado en enero de 2023 mediante la Ley 2281, en cumplimiento de una de las promesas más destacadas del presidente Petro en campaña, para avanzar en justicia racial, de género y territorial. La vicepresidenta Francia Márquez fue designada como ministra de Igualdad y se posesionó en junio de ese año, el 29 de junio, en Riohacha, cuando el presidente firmó los decretos reglamentarios para el inicio de funciones de la cartera. Desde sus inicios, el ministerio enfrenta duras críticas por falta de claridad en su estructura, bajo presupuesto y poca autonomía.
En octubre de 2023, Juan Carlos Florián, politólogo con experiencia en cooperación internacional y defensa de los derechos LGBTI, es nombrado viceministro de Diversidades; sin embargo, su posesión fue bloqueada por la propia Márquez, en medio de polémicas por su pasado en el porno y el trabajo sexual. Pero el tema con Florián va mucho más allá de que haya sido actor porno; eso ni le quita ni le resta a sus capacidades. Lo realmente preocupante es que lo han señalado por presunto maltrato e instrumentalización de la causa trans y, aunque las denuncias no prosperaron, varias organizaciones defensoras de los derechos LGBT desconfían de él y su decisión de hacerse nombrar en femenino sin ser una mujer trans. Esto, sin duda, detonará nuevas rupturas y conflictos en caso de que el nombramiento quede en firme y será el nuevo florero de Llorente del ministerio, en detrimento de lo poco que se ha podido avanzar.
En abril de 2024, la viceministra de las Mujeres, Diana Marcela Gómez Correal, presentó su renuncia irrevocable, sin detallar públicamente los motivos, pero medios como El Tiempo, El Espectador y El País mencionaron desavenencias con Márquez. En su reemplazo fue nombrada Tamara Ospina Posse.
En mayo de 2024, la Corte Constitucional, mediante Sentencia C-161 de 2024, declaró inexequible la Ley 2281 de 2023, que creó el ministerio, por no cumplir con el análisis fiscal requerido (como exige la Ley 819 de 2003) y por delegar funciones legislativas al Presidente; esto es inconstitucional. La Corte aplazó los efectos del fallo hasta el 20 de junio de 2026, es decir, que el Ministerio puede seguir funcionando con normalidad hasta esa fecha, pero el Congreso debe aprobar una nueva ley, esta vez corrigiendo los errores señalados. En caso de no corregirlos, la Ley 2281 perderá validez definitiva, por lo que el Ministerio quedaría sin sustento jurídico y se disolvería.
El 4 de febrero de este año, en el Consejo de Ministros transmitido en vivo por televisión, Francia Márquez confrontó abiertamente al presidente Petro por el nombramiento de Armando Benedetti -señalado por violencia de género- como jefe de gabinete y luego ministro del Interior, y el de Laura Sarabia como canciller; ambos, tanto Benedetti como Sarabia, han estado envueltos en escándalos de presunta corrupción. Este episodio dejó en evidencia la tensión entre Márquez y Petro.
También en febrero, Sandra Milena Cobos Angulo, lideresa del Pueblo Muisca de Bosa y exgobernadora indígena, renunció tras seis meses en el cargo, denunciando acoso sexual y laboral por parte de Nelson Lemus Cruz, viceministro de Pueblos Étnicos y Campesinos, y señalando el silencio institucional. El 14 de febrero, aparecieron mensajes en los baños del viceministerio en cuestión: “¡CUIDADO, en vicepueblos hay un acosador sexual! Hay denuncias”. Tras la denuncia, la ministra Márquez ordenó medidas internas como acompañamiento y remisión de la denuncia. Lemus fue apartado del cargo y enfrenta investigaciones en la Procuraduría y Fiscalía General de la Nación.
A finales de febrero, después de varios momentos que evidenciaban su distanciamiento con Petro y rumores de maltrato y ninguneo político hacia la vicepresidenta al interior del gobierno, se confirma la salida de Márquez como ministra de Igualdad. Márquez denunció corrupción, falta de apoyo y autonomía en el cargo y presiones políticas. Petro nombra a Carlos Rosero en su reemplazo.
Terminando el pasado mes de junio, el diario El País de España reveló audios filtrados de Álvaro Leyva, exministro de Relaciones Exteriores, en los que propondría un plan para destituir a Petro, gestionando apoyo con políticos de EE.UU. Si bien se quiso involucrar a Francia Márquez en un supuesto golpe, no hay evidencia de esto. Leyva confirma que nunca habló con ella y la misma Francia exigió a Fiscalía investigar el caso. “Se los dije antes y lo repito ahora, no existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones que atenten contra nuestra democracia (…) No cabe duda que este episodio les sirvió a quienes les molesta mi presencia en un cargo que democráticamente ganamos para dañar mi nombre. Incluso algunos que se llaman progresistas no dudaron un segundo en calificarme de traidora y todo por ese racismo solapado que a muchos les avergüenza reconocer”, dijo Francia Márquez al respecto.
En julio, la vicepresidenta de las mujeres, Tamara Ospina, renuncia tras denuncias en su contra por acoso laboral y racismo estructural.
El lugar de Francia Márquez en el gobierno.
Después de haber sido una figura clave durante la campaña y en el triunfo de Gustavo Petro en las elecciones del 2022 Francia Márquez ha sido evidentemente desplazada y su lugar en el gobierno ha sido minimizado. El asunto de Florián es, en realidad, una pugna menor frente al abismo político que hay entre Petro y Márquez, que ha sido quizás la única funcionaria capaz de cuestionar y confrontar al Presidente Petro en sus decisiones, cuando estas van en contravía de luchas que ambos abanderaron, como la igualdad y los derechos de las mujeres.
¿En qué queda el ministerio ahora?
El ministerio parece estar atrapado entre disputas simbólicas y poder real. La salida de Francia Márquez profundizó la crisis interna y, desde entonces, el ministerio quedó sin un liderazgo legítimo. Con los nombramientos presionados por Petro, parece ser él quien asume el control del ministerio.
El ministerio, que en su momento fue visto como símbolo del cambio y cumplimiento de una promesa de Petro con los sectores que le dieron sus votos en apoyo a Francia Márquez, se quebró entre las contradicciones del discurso y las prácticas tradicionales de poder. Legalmente, el Ministerio se encuentra “en vilo”, con un plazo para su consolidación o desaparición. Simbólicamente, roto como el florero de Llorente.
Este artículo fue actualizado el 14 de agosto tras declaraciones de Juan Florián sobre nombrarse en femenino.