Jhosivani Guerrero de la Cruz:

Cómo el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) dio más certeza a las investigaciones 

 Días después de que 70 organizaciones internacionales se sumaron a un llamado colectivo por el Caso Ayotzinapa, el 16 de diciembre de 2015, la PGR comunicó que la Universidad de Medicina Innsbruck había encontrado material genético del normalista Jhosivani Guerrero de la Cruz en los restos hallados en Cocula.

Mientras la PGR dijo que la identificación era “evidencia moderada”, el EAAF subrayó que no era considerada un “resultado identificatorio definitivo” dado que la coincidencia genética era baja en términos estadísticos. Paralelamente, la familia de Jhosivani reclamó a la entonces titular de la PGR, Arely Gómez González, que publicó los avances de la investigación en los medios antes de hablar con ellxs. 

A mediados de junio de 2021, después de que Alejandro Encinas enviara 16 restos a la Universidad de Innsbruck para su análisis, el abogado Vidulfo Rosales confirmó que una de las vértebras halladas en Cocula en una diligencia a cargo de Omar Gómez Trejo en octubre de 2020 correspondían a Jhosivani.

Al respecto, el EAAF compartió: “El resto óseo analizado tiene al menos mil millones de probabilidades más de pertenecer al estudiante desaparecido que a una persona no relacionada a esta familia. El EAAF analizó el dictamen y concuerda con sus resultados. Además, realizó un dictamen de genética complementario, con cálculos estadísticos adicionales sobre probabilidad de parentesco y genética poblacional, que arroja un porcentaje de parentesco superior al 99,99%, teniendo en cuenta las variables estadísticas aplicables a este caso”.