Disputa por el control territorial de Iguala y nexos políticos
El 5 de octubre de 2014, el procurador de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera, informó que policías federales y estatales hallaron 28 cuerpos calcinados en Loma de Coyote y un cerro de Pueblo Viejo, municipio de Iguala. No obstante, apuntó que no podía adelantar que los cuerpos pertenecieran a los 43 estudiantes.
En la misma conferencia de prensa, Blanco Cabrera dijo que, bajo la instrucción de Francisco Salgado Valladares, director de seguridad pública municipal, policías de Iguala entregaron a 17 normalistas a Guerreros Unidos, cártel que los habría asesinado en una zona cercana a las fosas localizadas.
A lo largo de octubre de ese año, medios nacionales e internacionales dedicaron decenas de notas explicando la conformación y el funcionamiento de Guerreros Unidos: uno de los siete grupos disidentes de la Organización Beltrán Leyva (OBL) que desde 2011 opera en la región central de México y se dedica, principalmente, a la extorsión, el secuestro y el tráfico de heroína a Estados Unidos; su mayor disputa es con el cártel Los Rojos, como resume Insight Crime.
Actualmente, Guerreros Unidos coopera con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el control de rutas de drogas y redes de distribución.