26 y 27 de septiembre de 2014:

La noche-madrugada de Iguala

Alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos (mejor conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa) que participarían en la marcha anual por el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, CDMX, fueron atacados por la policía local en presunta complicidad con organizaciones criminales en Iguala, Guerrero. Desde entonces, no se ha sabido el paradero de 43 estudiantes. 

Además de las desapariciones, en su libro Procesos de la noche (2017), la ensayista Diana del Ángel recuerda que esa noche-madrugada fueron ejecutadas seis personas: tres civiles (Víctor Manuel Lugo Ortiz, David Josué García Evangelista y Blanca Montiel) y tres normalistas (Julio César Ramírez Nava, Daniel Solís Gallardo y Julio César Mondragón Fontes). Medios como La Verdad también han subrayado que, sumado a las 43 desapariciones y seis ejecuciones, 40 personas resultaron lesionadas y otros dos estudiantes presentaron afectaciones graves y permanentes a la salud. Entre las páginas de una obra en memoria de Julio César Mondragón se ofrece un acercamiento narrativo-cronológico a esa noche-madrugada, ocasionalmente referida como “el infierno”:

“Sabemos que los normalistas se separaron en dos grupos de autobuses. Que a uno de estos lo persiguieron a balazos los municipales por la avenida Juan N. Álvarez hasta el centro de Iguala (…) Los muchachos en esos camiones pidieron ayuda a sus compañeros y a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), dirigiéndose hacia el Periférico norte de la ciudad, donde reunidos con los demás informarían a la prensa (…) Las y los periodistas llegaron y tras ellos la fuerza pública en un amasijo inexplicable, pues su primera línea [de la fuerza pública] la formaban hombres encapuchados y la segunda era de patrullas”. 

De acuerdo con Pablo Ferri, corresponsal de El País,  se calculó que esa noche-madrugada estuvieron implicadas “400 personas por acción u omisión”. Asimismo, alrededor de 700 personas fueron afectadas indirectamente, considerando a las familias de los 43 jóvenes desaparecidos, como apuntó Centro Prodh. 

El periodista John Gibler ha descrito la noche-madrugada de Iguala como “una secuencia de los hechos [que] aparece como un rompecabezas de piezas inconexas”. La Plataforma Ayotzinapa (www.plataforma-ayotzinapa.org/ ), proyecto de la agencia de investigación Forensic Architecture, el Centro Prodh y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF),  fue la primera representación visual de los ataques contra los normalistas: una cartografía de la violencia que detalla las locaciones principales de Iguala. 

También puedes consultar la cartografía realizada por Volcánicas. Da click aquí para acceder a los mapas.