
Cada 15 de septiembre México celebra “el Grito”, recordando el llamado a la Independencia hecho por Miguel Hidalgo la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Siguiendo la tradición, el presidente de la nación, hoy presidenta, sale al balcón del Palacio Nacional alrededor de las 11:00 PM del 15 de septiembre para hacer la arenga patriótica (los “vivas”) y agitar la bandera mexicana. Este año, por primera vez en 215 años, fue una mujer, la presidenta Claudia Sheinbaum, quien encabezó el acto oficial desde el balcón del Palacio Nacional. Se acostumbra que cada presidente repita el núcleo tradicional de “vivas” e incorpore los suyos propios.
Las heroínas subrepresentadas
Vestida de morado, con bordado artesanal nahua (Tlaxcala), Sheinbaum inició su discurso saludando a las mexicanas y mexicanos; luego desplegó los vivas tradicionales e incorporó los nombres de mujeres históricas invisibilizadas o subrepresentadas en la historia de la independencia, como Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y Manuela Medina. Sheinbaum también incorporó a las heroínas anónimas, las comunidades indígenas, lxs migrantes, la libertad, la justicia, la igualdad y la democracia a la arenga:
Viva la Independencia.
Viva Miguel Hidalgo y Costilla.
Viva Josefa Ortiz Téllez-Girón.
Viva José María Morelos y Pavón.
Viva Leona Vicario.
Viva Ignacio Allende.
Viva Gertrudis Bocanegra.
Viva Vicente Guerrero.
Viva Manuela Medina, “La Capitana”.
Vivan las heroínas anónimas.
Vivan las heroínas y héroes que nos dieron patria.
Vivan las mujeres indígenas.
Vivan las hermanas y hermanos migrantes.
Viva la dignidad del pueblo de México.
Viva la libertad.
Viva la igualdad.
Viva la democracia.
Viva la justicia.
Viva un México libre, independiente y soberano.
¡Viva México, Viva México, Viva México!
Guardia de honor ante Leona Vicario
Claudia Sheinbaum hizo la guardia de honor ante el retrato de Leona Vicario en el Salón de Recepciones del Palacio Nacional, antes de salir al balcón para el Grito. Históricamente, los presidentes han rendido homenaje a Hidalgo, Morelos, Guerrero y otros hombres insurgentes. Esta es la primera vez que se pone el retrato de una mujer —Leona Vicario— en el espacio central de honores.
Leona Vicario (1789-1842) fue una de las figuras más destacadas de la lucha por la independencia de México, considerada la “Madre de la Patria”. Fue una mexicana nacida de una familia criolla acomodada que quedó huérfana joven y con una fortuna considerable que le permitió cierta independencia económica, poco común para una mujer de su época. Se unió a los insurgentes en 1811, vinculándose al movimiento encabezado por José María Morelos y los Guadalupes. Utilizó su fortuna para financiar el movimiento insurgente: compraba armas, medicinas, ropa y enviaba recursos a los combatientes. También fue espía y mensajera, transmitiendo información clave desde la Ciudad de México a los insurgentes en el campo. Fue descubierta y encarcelada en 1813, pero logró escapar con ayuda de insurgentes. Se casó con Andrés Quintana Roo, otro destacado insurgente, con quien siguió colaborando en la lucha. Es una de las pocas mujeres reconocidas oficialmente como Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria. Su nombre está inscrito en el Muro de Honor del Congreso de la Unión y sus restos reposan en la Columna de la Independencia, junto a otros héroes insurgentes. Fue una estratega, financiadora y militante comprometida con la causa independentista.
Josefa Ortiz Téllez-Girón
Otro gesto destacado fue la mención a Josefa Ortiz Téllez-Girón, con su apellido de nacimiento, en lugar de “Ortiz de Domínguez”, su apellido de casada. Con este simple cambio, Sheinbaum reconoció su participación autónoma en la gesta, reivindicando su identidad propia e independiente.
María de la Natividad Josefa Ortiz Téllez-Girón (Morelia, Michoacán, 1768) estudió en el Colegio de las Vizcaínas en la Ciudad de México, una institución que aceptaba mujeres criollas, mestizas e incluso indígenas, lo que le dio una formación inusual para la época. Se casó con Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro, por lo que era conocida como “La Corregidora”. Fue pieza fundamental en la conspiración de Querétaro (1810), junto con Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama. Cuando la conspiración fue descubierta, encerrada en su casa por su propio esposo, logró avisar a Hidalgo y Allende a través de Ignacio Pérez, permitiendo adelantar la insurrección. Esto ocurrió el 13 de septiembre y fue el “chispazo” que detonó la lucha de Independencia. Sin su aviso, los insurgentes habrían sido apresados y probablemente la independencia sofocada antes de empezar.
La escolta
Al igual que con Peña Nieto, la escolta estuvo conformada solo por mujeres militares y la bandera fue entregada por una mujer oficial (teniente); sin embargo, el militarismo sigue siendo uno de los puntos reprochables en el gobierno de Claudia Sheinbaum, ya sea representado por hombres o por mujeres.
Sin duda, este grito tuvo una importante carga simbólica que se espera se traduzca en políticas reales: mayor protección a los derechos de las mujeres, acción contra la violencia de género y los feminicidios, garantía de autonomía reproductiva, reconocimiento del trabajo de cuidado, acceso a la justicia y reparación, en especial para las madres y familias buscadoras.