Dos boxeadoras cisgénero han sido señaladas de ser mujeres trans en la categoría femenil en las Olimpiadas. Estos señalamientos falsos responden a un discurso transodiante que ha logrado instalarse al punto de discriminar incluso a mujeres cisgénero (que se identifican con el sexo asignado al nacer). Los señalamientos falsos recaen sobre la taiwanesa Lin Yu-Ting, que participa en la categoría de 57 kilogramos y la argelina Imane Khelif, que participa en la categoría de 66 kilogramos, ambas mujeres cisgénero.
La indignación se desbordó en medios y redes sociales después de que este 1 de agosto, Imane venciera a la boxeadora italiana Angela Carini. Carini se retiró en lágrimas y, tras la pelea, declaró: “Nunca en mi vida me habían golpeado tan fuerte. Depende del Comité Olímpico Internacional juzgar”.
Rápidamente personajes transodiantes como el escritor Agustín Laje, el empresario Ricardo Salinas Pliego, y claro, J.K. Rowling aprovecharon para desinformar sobre el tema. Algunas figuras políticas también se sumaron. La primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni, dijo que Imane no debía participar por sus “atributos masculinos”. La respaldaron Eugenia Roccella, ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades en Italia y Matteo Salvini, viceprimer ministro de Infraestructura y Transporte de Italia. Salvini incluso aseguró que Imane era trans y que su inclusión era “fruto de la hipocresía de la corrección política”. En el escenario internacional también aprovecharon para desplegar su transfobia Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; Javier Milei, presidente de Argentina y América Rangel, transodiante y diputada electa del Partido Acción Nacional en México.
Lo irónico es que, aunque la derecha asegura en sus críticas contra Imane que lo que les preocupa es el borrado de mujeres, intrínsecamente están haciendo eso mismo. Imane es una mujer, una mujer cisgénero de hecho, por lo que son ellxs quienes están intentando borrar los logros deportivos de una mujer que no encaja en sus estereotipos de “lo femenino”.
¿Por qué creen que Imane es transgénero?
El 24 de marzo de 2023 la Asociación Internacional de Boxeo publicó un informe en el que anunciaba la eliminación de dos participantes del Campeonato Mundial de Boxeo Femenil en Nueva Delhi. Las afectadas fueron precisamente Imane Khelif y Lin Yu-Ting. En el documento detallaron que la descalificación de las deportistas “fue el resultado de no cumplir con los criterios de elegibilidad para participar en la competencia femenina, según lo establecido en las Regulaciones de la IBA (Asociación Internacional de Boxeo)”. Sin embargo, la Asociación Internacional de Boxeo en ningun momento refirió en su informe que alguna de las boxeadoras fuera una mujer transgénero.
De hecho, si Imane y Lin no fueran mujeres cisgénero tendrían prohibido participar en cualquier competición oficial internacional. Así lo confirmó el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán quien aseguró en enero de 2023 en una entrevista para La Jornada que “las personas trans no tienen oportunidad de desarrollarse en el boxeo profesional”.
Aunque las evaluaciones de testosterona son una práctica común en deportistas de alto rendimiento, son pruebas problemáticas pues han impedido la participación de diversas atletas que naturalmente producen distintos niveles hormonales. Como ejemplo están la corredoras Caster Semenya de Sudáfrica además de Christine Mboma y Beatrice Masilingi de Namibia.
Desmantelemos discursos transodiantes
Los ataques contra Imane Khelif y Lin Yu-Ting no se fundamentan en hechos. No existe prueba alguna de que ellas sean mujeres trans. Lo único que hay son prejuicios y desconocimiento sobre los cuerpos de las mujeres, que también pueden producir testosterona. Una mayor presencia de esta hormona puede ocurrir de forma natural, también por razones médicas como cáncer de ovario, un trastorno de la glándula suprarrenal, o por síndrome de ovario poliquístico.
La idea de que Imane Khelif y Lin Yu-Ting son trans, por lo que “injustamente dominarán una categoría en la que no deberían estar” siguiendo la lógica transfóbica, tampoco se basa en la realidad y reafirma estereotipos de género machistas según los cuales mujeres así de fuertes “deben ser hombres”. Pero además, esta no es la primera vez que ellas compiten en una justa olímpica. Las dos boxeadoras participaron en Tokio y fueron eliminadas en cuartos de final, y en ese momento no se cuestionó su identidad de género, esto solo ocurre cuando ganan. Además, Mark Adams, portavoz del Comité Olímpico Internacional declaró que todas las personas que compiten en la categoría femenina son mujeres. En el caso de Imane y Lin enfatizó que “han competido muchas veces antes durante muchos años, no acaban de llegar”.
Adicionalmente, en el caso de Imane, en Argelia una persona puede ser sentenciada hasta a 3 años en prisión por su orientación sexual. Además, el país africano ni siquiera reconoce el cambio de identidad de género. Si el pasaporte oficial argelino de Imane señala que es mujer, es porque es una mujer cisgénero.
La transfobia se ha normalizado tanto que ahora, incluso, afecta a las mujeres cisgénero, por lo general racializadas, por no cumplir con las espectativas físicas y de feminidad de lo que “debe ser una mujer”.
Excelente aporte a una situación desbordada por la ignorancia y el miedo. Además, por el uso interesado de algunos, para llevar agua a u molino político. Lo agradezco verdaderamente, porque me indigna profundamente que se use así a personas que ninguna culpa tienen en la polémica, sin pensar en su propia dignidad como personas.
Muchas gracias por este análisis. Es necesario e importante para tomar postura crítica en estos tiempos.