
La polémica batalla legal entre Johnny Depp y su ex esposa Amber Heard tiene al mundo dividido y con las dudas machistas que nuestra sociedad guarda para las víctimas de violencia doméstica alborotadas. Es una conversación difícil y necesaria: ¿será que las víctimas mienten? ¿Se han instrumentalizado las denuncas por violencia y acoso sexual que en EEUU se conocen como el movimiento #MeToo? ¿Será que ahora sí se pasaron de la raya las feministas?
Depp y Heard se conocieron en 2012. Iniciaron una relación cuando Depp aún estaba con Vanessa Paradis y se casaron en 2015. Quince meses después Heard pidió el divorcio, acusando a Depp por violencia doméstica y pidiendo una orden de alejamiento. En la demanda, Heard dijo: “Soporté abuso emocional, verbal y físico excesivo por parte de Johnny, incluyendo agresiones furiosas, hostiles, humillantes y amenazantes cada vez que cuestioné su autoridad o no estuve de acuerdo con él”. Luego hicieron un acuerdo millonario y, poco después, Heard pidió que retiraran la orden de alejamiento.
En diciembre de 2018, Heard hizo un artículo para The Washington Post presentándose como una víctima de violencia doméstica y sugiriendo que su agresor había sido Depp. Según Depp, la columna hizo que lo despidieran de la serie de Piratas del Caribe, aunque también hay un documento de Disney en donde se explican los motivos del despido como “mal comportamiento reiterado”.
A raíz de la columna, Depp decidió iniciar una batalla legal contra Heard por calumnia y en esta demanda la acusó a ella de ser la agresora en la relación. Como la razón social del Washington Post está en Virginia, el juicio está teniendo lugar en ese estado, en vez de California que es donde residen Heard y Depp y en donde sucedieron la mayoría de las agresiones que ambos denuncian. Esto fue una victoria para Depp, porque en California hay lo que se conoce como ley “Anti-SLAPP”, que consiste en una protección extra a la libertad de expresión de las personas que hacen denuncias o hablan sobre temas de interés público. En Virginia hay leyes similares, pero su alcance es mucho más acotado, e incluyen la excepción de cuando esas afirmaciones le generan pérdidas en su área de trabajo a la persona acusada. El juicio que estamos viendo en estos momentos es puntualmente por la demanda por 50 millones de dólares que puso Depp contra Heard por calumnia y por la contrademanda que puso Heard contra Depp en respuesta, por 100 millones de dólares.
Depp también demandó al diario inglés The Sun por un titular en el que decían que lo habían sacado de la franquicia Fantastic Beasts y lo llamaban “wife-beater”. Esto se fue a juicio en el Reino Unido y un juez determinó que las acusaciones de abuso contra Depp eran “sustancialmente ciertas” en un documento de 130 páginas en donde se detallan una seguidilla de incidentes y peleas en donde ya se nota que ambos, Depp y Heard, son muy reactivos. En la larga serie de incidentes y peleas que detalla el fallo, hay algunos patrones: Depp está borracho o consumiendo otras drogas, usualmente cocaína o MDMA, con frecuencia tomando vino. Rompe copas y casi que por cada pelea hay mínimo dos botellas rotas. Entre las evidencias que se presentaron está un video de Depp destruyendo cosas en la cocina. Nunca se acerca a pegarle, pero sí le tira cosas, la insulta y la agarra del pelo. Durante su relación y matrimonio, Depp estaba en rehabilitación por una adicción a los opiáceos. Heard, por su parte, también consume drogas (Ambien para dormir, y parece que marihuana y MDMA de forma recreativa). El juez, en su fallo, rechaza la teoría de que todas las acusaciones de Heard sean un montaje, ya que estás también han sido catastróficas para la carrera de ella. Así que el juez falló que el periódico The Sun sí podía referirse a Depp como un golpeador de mujeres, y el intento de censura por parte del actor no prosperó.
Hay algo importante en la serie de incidentes que se narran en el fallo, y es que no es la primera vez que Depp, en una pelea con su pareja, destruye cosas: En 1994 se estaba quedando en un hotel carísimo en Nueva York, The Mark Hotel, con su entonces novia la modelo Kate Moss: “Un altercado tuvo lugar, lo suficientemente ruidoso como para que las autoridades fuera a ver qué pasaba. Encontraron a Depp y a Moss en un cuarto totalmente destruido después de una supuesta pelea. El oficial que llegó dijo que encontró a Depp fumando calmadamente, pero que la escena era horrorífica: “Había vidrios por todos lados, muebles patas arriba, mesas con las patas rotas”. Depp dijo que “un armadillo furioso se había estado escondiendo en el closet” y que la destrucción de la habitación era el resultado de los intentos de Depp para protegerse de la criatura. El armadillo nunca fue encontrado y Depp fue arrestado con cargos por 10,000 USD en daños. El mismo Depp habla del incidente, casi que con orgullo, en una entrevista para la revista Esquire: “Tienes que tener un canal disponible para el desfogue, un estímulo, ¿me entiendes? Pero no me dio pena entonces y no me avergüenzo ahora. Quiero decir, ya sabes, estaba en un mal estado de ánimo, tenía mal genio, y asalté un cuarto de hotel. Rompí muchas cosas. Y se sintió bien. Me sentí mejor después. No puedo decir que lo recomiende pero, ya sabes, haces lo que tienes que hacer en el momento. Así que tienes que hacerlo. Luego te envejeces, y te botan a la basura, y lo único que te queda es que te pregunten: ¿acaso no eras tú Johnny Depp?”
Esto es importante porque, aunque Depp es la encarnación contemporánea del héroe byroniano de Hollywood: “chico misterioso, alternativo, romántico, torturado por un profundo dolor que lo hace sensible pero a la vez esquivo e inalcanzable” pero eso no lo exime de ser un machista. La suya no es una “nueva masculinidad”, es la misma masculinidad tóxica que resuelve los problemas con fiestas, mujeres, abusos de sustancias, que romantiza la idea del “genio” y que sistemáticamente hace “love bombing” (recordemos que Depp es famoso por tatuarse los nombres de sus novias y proponerles matrimonio de forma apresurada). En los mensajes que se han divulgado en el juicio usa todo tipo de insultos misóginos para referirse a Heard, la llama “puta barata” de varias maneras, y con mucha creatividad, y fantasea con matarla y violar su cadáver. Así piensa el galán más sensible de Hollywood.
Heard, no se queda atrás. En 2009 fue arrestada por presuntamente agarrar del brazo y manotear a su novia, Vanessa Van Ree, en un aeropuerto en Seattle. Hoy Van Ree dice que el arresto fue injusto, que el incidente fue sacado de proporción, en parte, por la homofobia de la policía: “Recuerdo señales de actitudes misóginas, que luego me parecieron homofóbicas, pues cuando se dieron cuenta de que éramos pareja y no ‘solo amigas’ el problema escaló. Amber es brillante, honesta y hermosa y la respeto mucho. Pasamos 5 años maravillosos juntas y seguimos siendo cercanas”. Tanto Depp como Heard tienen un historial de reacciones extremas, a veces violentas, y ex parejas que los defienden y aseguran que son personas dulces y pacíficas.
El juicio, lleno de celebridades como testigos, se ha convertido en un fenómeno de la cultura pop en el que todo el mundo está tomando partido. Depp tiene una cantidad de fans especialmente virulentas que atacan a personas online y, como no los dejan acampar fuera de la corte, llegan a parquearse afuera desde las cinco de la mañana con carteles que dicen “JusticeForJohnny”. Una reportera de Vulture cuenta que los y las fans se reúnen en un café cercano a hablar de lo mucho que odian a Heard. Los y las fans son una especie de coro griego para el juicio y aplauden y se ríen cada vez que algún testigo deja mal parada a Heard. Esto es particularmente grave porque la esposa de uno de los jurados es una de esas fans de Depp que odia intensamente a Heard, es una “Amberodiante”. Según la revista Vulture: “el momento favorito de los y las fans llegó poco después de que un jurado prospectivo le dijera a la jueza Azcarate que su esposa “está del lado de Depp” en este caso. Tuvo un intercambio de mensajes de texto con ella en la mañana contándole que había equipos de televisión y periodistas y un grupo de chicas jóvenes con letreros afuera. Azcárate le pidió leer los mensajes. Y lo hizo: “Amber Heard es psicótica. Johnny es víctima de un montaje”, decía uno de los mensajes de texto de su esposa. “Nadie le pone atención a la violencia doméstica cuando las víctimas son hombres”. Diles que yo te pego LOL” decía otro mensaje. Los mensajes fueron recibidos con aplausos por parte de los espectadores”. La jueza permitió que se incluyera a esta persona como jurado, y eso también fue recibido con aplausos.
En este juicio Depp tiene que probar que las acusaciones de Heard en la columna del Washington Post son falsas y, sin embargo, el juicio se ha tratado más de probar que ella es una agresora. Y parece que esto sí se puede probar. Hay audios de Heard admitiendo que le ha pegado a Depp. Parece que muchas de las peleas tenían que ver con que Depp seguía consumiendo licor y drogas a pesar de estar supuestamente rehabilitado. Parece que Heard también era una jefa grosera y explotadora y se la pasaba con un grupo de amigos odiosos y caprichosos. Parece bastante probable que en uno de esos chistecitos con sus amigos, Heard defecara en la cama de Depp, en venganza por haber llegado tarde y borracho a su cumpleaños. También se dice que Heard le metió cachos a Depp con James Franco y Elon Musk (tiene pésimo gusto ella).
Por otro lado, las evidencias presentadas por la defensa de Heard no han sido las más sólidas: no han querido entregar las fotos de los golpes para un análisis forense de la metadata. Días después de uno de los altercados que ella denuncia, salió en un programa de televisión sin marcas visibles de esas agresiones. La maquilladora testificó que no había visto tales marcas, aunque Heard aparentemente le dijo algo como “¿puedes creer que hice este programa con dos ojos morados?”. Heard dijo que había usado un corrector marca Milani para cubrirse los morados. La marca aprovechó para pescar en río revuelto y dijo en Tik Tok que su producto no estaba a la venta en ese entonces, pero luego se encontró referencia al corrector en un artículo de la revista Glamour UK de 2016. En todo caso, el corrector, por bueno que sea, no cubre la inflamación de una nariz rota.
Hubo otro incidente en el que Heard acusó a Depp de destruir cosas y romper botellas de vino en uno de sus apartamentos en L.A. Sin embargo, cuando llegó la policía, que llegó dos veces, Depp ya no estaba presente, solo Heard con sus amigos quienes se mostraron reticentes a dejarlos entrar. Cuando llegó el segundo grupo de policías con cámaras en sus uniformes, observaron la misma reticencia, pero además registraron en video que el apartamento estaba limpio y ordenado. También está el infame incidente del “dedo en Australia”, en el que en una pelea Depp terminó con la puntita de uno de sus dedos rebanada y tuvo que ir al hospital. Esto hace que Depp tenga un registro médico de las agresiones y Heard no. No es claro si el accidente fue provocado por haber agarrado un Iphone roto (como dice Heard) o por una botella de vodka que arrojada por Heard (como afirma Depp).
En resumen, Heard es una mujer que puede llegar a ser realmente detestable (o encantadora, como el mismo Depp la describe en el comienzo de su relación), y parece que en esta denuncia ha dicho bastantes mentiras. Es una villana. Y ante eso Depp deviene en “la buena víctima”, porque es más fácil ver las cosas en blanco y negro y porque como sociedad aún nos cuesta imaginar que una mujer pueda ser a la vez víctima y victimaria. Esa complejidad humana es un privilegio que reservamos para los hombres a quienes, por ejemplo, podemos verlos acusados de todo tipo de atrocidades, particularmente de violencia sexual y acoso, y aún así reconocer que son talentosos en su campo, que han hecho aportes a la humanidad y hasta excusamos sus terribles temperamentos con la idea de que son “genios”. Nyla Burton dijo en febrero de 2020 en la maravillosa Bitch Magazine -que lastimosamente acaba de cerrar- que “En una cultura que a menudo parece incapaz de matizar, existe una necesidad persistente de ver a las víctimas y los perpetradores a través de una lente poco realista antes de reconocer el daño en sí. Las mujeres están sujetas a un estándar imposible en casos de violencia doméstica y violación, y tienen la tarea de probar su propia perfección a lo largo de toda su vida antes de que la violación de sus cuerpos o espíritus pueda aceptarse como válida”.
Par la filósofa Diana Tetjens Meyers, hay dos tipos de víctimas que son “aceptables” en nuestras sociedades: la víctima “patética” (que es algo así como la damisela en apuros que necesita que la rescaten) o la valerosa heroína de caricatura que está dispuesta a poner el bien común primero que el propio (Manne, P. 227). Toda desvíación de estos dos paradigmas implica poner a la víctima bajo sospecha y esto es muy evidente con las violencias por acoso o violencia sexual. Heard, específicamente, es la desviación de estos paradigmas encarnada.
¿Es posible que Heard sea víctima de violencia de género y de misoginia y al mismo tiempo sea una abusadora y una persona moralmente cuestionable? ¿El entusiasmo con el que mucha gente la critica y persigue en este momento se debe únicamente a que su caso es débil y que parece ser también una agresora? Nos cuesta trabajo entenderlo porque estamos acostumbrades a narrativas muy reduccionistas sobre las relaciones entre víctima y victimario. La filósofa Kate Manne tiene un largo trabajo para entender cómo funciona la misoginia en nuestras sociedades: “Tenemos la tendencia a pensar en las víctimas como inocentes, sin culpa alguna, o peor, como si tuvieran necesariamente que ser así. Tenemos una persistente resistencia para reconocer a alguien como una víctima, cuando se sospecha que son culpables, o de hecho son culpables de alguna perfidia menor. En el momento en que el foco de la conversación pasa de la agresión que se hizo contra alguien, a las formas en que la (a veces genuina) imprudencia, o incluso, comportamiento moralmente problemático, de la persona que recibe ́do la agresión, contribuyó de alguna manera a ponerla en una situación en que la agredieron, su rol como víctima en la narrativa queda totalmente comprometido” (Manne, P. 225).
Manne explica que el sexismo es algo así como la ideología que justifica al patriarcado y que la misoginia es mucho más que un odio personal contra las mujeres: es una función social que sirve para mantener a las mujeres en el lugar que nos ha reservado el patriarcado. La misoginia, según Manne, exige que las mujeres sean “generosas, amorosas, atentas, en oposición a estar hambrientas de poder, ser descuidadas y dominantes”. Manne añade que “las mujeres están posicionadas en una relación asimétrica en lo que se refiere al apoyo moral que le dan a los hombres, que históricamente les han requerido que muestren respeto, aprobación, admiración, deferencia y gratitud, además de atención moral, simpatía y preocupación. Cuando ella rompe el personaje y trata de hacerle críticas y acusaciones morales, le está quitando esa buena fé que mantiene su sentimiento de autovalía. El resentimiento de ella puede ser para él como una traición, que lo puede llevar a buscar venganza y retribución”. Esta es una de las razones por las cuales las mujeres que denuncian acoso o violencia sexual suelen ser luego acosadas judicialmente por sus agresores, cuando estos tienen el poder económico para tomar acciones legales.
Por otro lado, la misoginia es algo que todas las personas, hombres y mujeres, y hasta feministas, podemos ejercer. Manne dice que la misoginia “si se siente como algo, se siente como altitud moral, como defender la justicia, como una cruzada moral y no como una cacería de brujas”. Cuando leo online las críticas a Heard tengo la sensación de que quienes la critican no sienten que están siendo misóginos, por el contrario, sienten que están siendo justos y que esta sanción social es necesaria. Me llama particularmente la atención como muchísimos hombres, que jamás han mostrado interés alguno por la crisis de salud pública que es la violencia doméstica, de repente se muestran más involucrados que nunca con este caso. Es como si creyeran que al demostrar la falsedad o culpabilidad de Heard se fuera a exonerar a todos los hombres acosadores, abusadores y agresores.
Pero así no funciona, bebés. Este es un caso excepcional. Lo que las estadísticas muestran es que, según cifras de 2020, los hombres en relaciones de pareja heterosexuales son víctimas de violencia doméstica “con una prevalencia entre el 3.4% y el 20.3%”. Las cifras también muestran que la mayoría de los hombres que han sido víctimas de algún tipo de violencia doméstica también habían sido violentos contra sus parejas. Entre el 10.6% y el 40% fueron víctimas de violencia en la infancia. Los celos, el abuso de consumo de alcohol, los problemas de salud mental, alguna limitación física y relaciones de corta duración, son factores asociados a un mayor riesgo de violencia doméstica.
Las consecuencias de dicha violencia cometida en contra de hombres incluyen lesiones físicas menores, deterioro a la salud física, problemas de salud mental como ansiedad o un desorden disruptivo, e incremento en el consumo de alcohol u otras drogas ilegales. Depp parece encajar en este perfil, pero eso no cambia la terrible realidad de que la mayoría de los victimarios en casos de violencia doméstica son hombres y que se estima que alrededor del mundo, 1 de cada 3 mujeres ha sido víctima y que el 38% de todos los asesinatos de mujeres en el mundo son feminicidios cometidos por una pareja íntima.
En el juicio, la defensa de Depp ha hecho todo mejor: lograron pintar al actor como una víctima de una mujer malvada, sobreviviente de abuso en la infancia, un hombre generoso, un hombre del común (que es dueño de una isla en las Bahamas). Cabe decir que la mayoría de los testigos que declararon a su favor, incluída su hermana, son también sus empleados. El mayor acierto fue el testimonio del mismo Depp, que es un tipo magnético y carismático, y logró sortear muy bien su larga estancia en el estrado.
Depp está aprovechando lo que Manne ha definido como Himpathy: una tendencia generalizada en nuestra sociedad por empatizar siempre con los hombres. Cultural y socialmente estamos entrenadas para asumir el punto de vista de los hombres como la mirada neutral, estamos acostumbradas a verlos como seres humanos complejos, así que sentir simpatía y empatía por ellos es irresistible. Viven vidas que “valen la pena ser vividas”, como diría Butler. Y como las vidas, sueños, deseos y experiencias de los hombres sí valen la pena, nos preocupa muchísimo que “una mentira” se las “arruine”.
Esta empatía que la gente siente por los hombres -incluso por desconocidos- se hace muy evidente en casos en que las mujeres denuncian violencia sexual: hay una “tendencia a perdonarle a los hombres privilegiados sus errores y crímenes, argumentando que son muy vulnerables a nosotros, a las críticas, a la cancelación, mientras somos marcadamente hostiles con las víctimas que denuncian”, dice Manne. A pesar de estas preocupaciones, lo que muestra la experiencia es que la himpathy es tan poderosa que les permite a los hombres remontar, incluso cuando han admitido ser culpables. Luis C.K. a quien cinco mujeres denunciaron por acoso sexual, se acaba de ganar un Grammy por Mejor Album de Comedia, con una obra en la que se burla de las mismas denuncias.
Toda esta empatía hacia Johnny Depp parece querer pasar por alto todos sus comportamientos machistas y probablemente ayudará a que Depp gane el caso. Sí, lo más probable es que Heard si fuera una agresora, pero de lo que se trata la demanda es de si ella mintió cuando dijo que había sido víctima de violencia en la columna del Washington Post y que dicha columna fue la causante del despido de Depp de la franquicia de Piratas del Caribe y de The Fantastic Beasts. Lo del despido es difícil de probar porque, como señalé antes, parece que muchos de los problemas en el set de la quinta película de Piratas del Caribe tenían que ver con que Depp llegaba borracho al set, al punto de necesitar que le dictaran su líneas a través de un aparato en el oído. Y, a pesar de todas sus mentiras, parece que Heard sí fue víctima de abuso. Hay suficiente evidencia para mostrar que Depp la insultaba, le tiraba cosas, y que estaba teniendo consumos problemáticos de drogas y alcohol. La terapista de pareja de ambos célebremente dijo que el abuso había sido mutuo. Pero de alguna manera, estos comportamientos agresivos de Depp, que son tan graves como para admitir que la columna de Heard no fue calumniosa, se han minimizado en la discusión pública.
Como explica Manne, este juego entre misoginia y empatía selectiva con los hombres hace que “las mujeres sean juzgadas más duramente que sus contrapartes hombres por las mismas acciones”. Por ejemplo, en el juicio la defensa de Depp llamó al estrado a una perita psicóloga quien diagnosticó a Heard con Trastorno Límite de la Personalidad, en inglés, Bordeline Personality Disorder. Según la Clínica Mayo, los síntomas del TLP incluyen “un miedo intenso de abandono, incluso llegar a medidas extremas para evitar una separación o un rechazo real o imaginario, un patrón de relaciones intensas inestables, enojo intenso, inadecuado, como perder el temperamento con frecuencia, ser sarcástico o amargado o tener peleas físicas”. Es decir, no parece descabellado que Heard tenga TLP. Lo que es muy interesante es que este diagnóstico, en el juicio, favoreció a la defensa de Depp y ayudó a afianzar la imagen de Heard como abusadora, estigmatizando, de paso, a las personas con TLP. Nótese que, por el contrario, cuando los hombres son agresores y se señala que tienen alguna condición que afecta su salud mental, estos diagnósticos sirven para exculparlos de sus conductas. Por ejemplo, los evidentes problemas de adicción y de abuso de sustancias de Depp han servido para decir que él en general es un gran tipo, salvo cuando se le sale lo que el mismo ha denominado como “el monstruo”: su faceta violenta es una “excepción” a su “verdadera personalidad”.
Muchas personas están entusiasmadas con este caso porque lo ven como el fin del movimiento #MeToo. Durante años nos estuvieron diciendo que “denunciar así como así” era “peligroso” pero no para las víctimas, sino para unos pobres hombres de paja inocentes que verían sus vidas arruinadas por una malvada mujer con hambre de venganza. Este es un tropo común en la ficción y las telenovelas, aunque en la vida real es tan raro como una estrella fugaz. Pero aquí lo tienen: el caso paradigmático que se usará por siempre para justificar la sospecha de cualquier mujer que denuncie. Y un poderoso mensaje de advertencia a todas aquellas que quieran denunciar: si no tienen evidencia pura y dura, ni se molesten en hablar. Si Amber Heard mintió a ustedes nadie les va a creer.
Pero, si Heard miente, ¿significa que cualquier mujer que haga acusaciones por violencia machista puede fácilmente estar mintiendo también? Si es cierto que Heard miente, lo más probable es que sus acusaciones no resistan la prueba de tiempo, modo, lugar y circunstancia. Las denunciantes de violencia machista tienen todo el sistema en su contra y una sospecha permanente encima que buscará exhaustivamente grietas en su historia. La carga de la prueba siempre está en las víctimas que denuncian, así que no, ni la han tenido, ni la tienen, ni la tendrán fácil. Las víctimas lo saben y por eso la gran mayoría no denuncia. Heard es una mujer excepcionalmente privilegiada, y aún así su carrera va a quedar arruinada por esta denuncia sin importar si es cierta o falsa (en cuyo caso, además le costará 100 millones de dólares). Así que no hay tal cosa como la posibilidad de que una mujer haga una denuncia, pues, si es cierta, vendrá el castigo de la misoginia por salirse del corral y esto implica cosas tan terribles como la quiebra económica, verse forzada a migrar a otro país para hacer una nueva vida sin la sombra de la denuncia, la destrucción reputacional, problemas de salud mental y mucho más.
Nyla Burton cita a Danielle Tcholakian quien dice que “cada vez que se presenta una complicación, ves quién odia el movimiento #MeToo, en algún nivel. Salen a borbotones, declarando que el movimiento finalmente ha ido demasiado lejos, o está muerto, o ambas cosas. Se visten con un manto de neutralidad, la protección del espectador, en contraposición a la de un participante. Era inevitable, dicen”. A esto Burton contesta que “cuando surjan tales complicaciones, y lo harán, les defensores de les sobrevivientes de violencia doméstica y violación no deben ponerse a la defensiva, sino que deben reconocer una verdad fundamental que está en el corazón de este movimiento: debemos apoyar a les sobrevivientes y trabajar para crear un mundo donde se erradica la violencia. Casos como el de Argento [quien denunció a Weinstein, y luego también fue acusada por abuso sexual] y Heard se cooptan de mala fe para cerrar conversaciones sobre cómo crear ese mundo. Pero también podemos usar estos casos para reavivar, ampliar y profundizar esta discusión. Reconocer cuán complejos son los problemas de violencia doméstica, no niega el increíble trabajo del movimiento #MeToo, sólo lo continúa”. Burton también explica que “los mitos de la ‘víctima perfecta’ y del ‘típico abusador’ van en detrimento de todas las personas sobrevivientes de abuso. Al aceptar que les perpetradores son víctimas también, podemos entender mejor y atender las dinámicas de la violencia interpersonal”.
No todas las víctimas se quedan llorando bajo la ducha ante una agresión. Algunas responden, contestan, muerden, pegan. Algunas deciden vengarse de su agresor. Es más raro, de hecho, que una mujer muestre sumisión absoluta ante la agresión de una pareja. Vivimos en un mundo que insiste en que la solución a la violencia doméstica es que “no nos dejemos”, pero cuando, de hecho, alguna mujer “no se deja” entonces tiene que pensárselo dos veces antes de denunciar, porque el agresor le puede fácilmente “voltear la arepa” y acusarla a ella de agresora si en algún momento ha reaccionado de forma alterada, o con ira o si no se ve frágil y llorosa como esperamos que sean “las verdaderas víctimas”. Quizás este no es el caso de Heard, o quizás sí. La verdad es que no tenemos cómo saberlo, eso en este momento es problema de una jueza. El problema nuestro es qué vamos a hacer para construir un espacio seguro para que las mujeres denuncien incluso si no son “la víctima perfecta”.
Scrolleando en redes sociales vi pasar un meme que decía que Johnny Depp había probado que “no se es culpable por ser hombre ni se es víctima por ser mujer”. Las feministas jamás hemos dicho eso, lo que decimos es que vivimos en un sistema que minimiza, invisibiliza y hasta celebra la violencia de los hombres contra las mujeres y que castiga y reprime duramente a las mujeres que se salen de los roles femeninos de subordinación, sea porque denuncian y exponen a su agresor, o porque son ellas las agresoras. Lo que decimos es que los hombres tienen más poder que las mujeres y las personas trans y no binarias, y que esa desigualdad hace que sea fácil y tentador abusar de ese poder, sobre todo cuando hay una garantía de impunidad que supera el 90%.
Me deja perpleja, aunque no me sorprende, que cuando un hombre (especialmente un hombre blanco, heterocis, con algo de poder social) es acusado de conductas machistas (que van desde el mansplaining y el gaslighting hasta la violencia física y sexual) la gente enseguida salta a decir el ya clásico “¡no todos los hombres!”. Sin embargo, si una mujer entre millones la caga, o miente, o se aprovecha de las circunstancias para convertirse en victimaria, entonces parece que su comportamiento sí representa al de todas las mujeres, al de todas las víctimas y, especialmente, al de todas las denunciantes. Ese doble rasero no se explica sencillamente al exponer con detalle las razones por las cuales alguien puede pensar que Heard sí es culpable de ser una agresora. La misoginia comienza cuando empezamos a pensar y decir que el comportamiento de Heard “desprestigia” la palabra de todas las mujeres, como si cualquier mujer tuviera la posibilidad de demandar a su marido por 100 millones de dólares. La himpathy, comienza cuando nos negamos a ver o minimizamos los comportamientos machistas de Depp: “nunca le pegó un puño, solo le arrojó un iPhone a la cara”.
Decir que el comportamiento de Heard es “moralmente problemático” es poco. Precisamente por eso este caso está poniendo nuestros principios feministas a prueba: ¿cómo asimilar que las mujeres son agresoras, y que mienten, y al mismo tiempo seguir creyéndole a las víctimas? Se escucha decir que Amber Heard está dañando a todas las víctimas de violencia machista sentando este precedente de mentiras, pero quienes les estamos haciendo un potencial daño somos nosotros, que preferimos simplificar los dilemas morales, que no entendemos la complejidad de las víctimas, y que nos escudamos en Heard para crear un ambiente hostil que silencia a las futuras denunciantes.
“No se es culpable por ser hombre ni se es víctima por ser mujer”. Las feministas jamás hemos dicho eso.
Negar la presunción de inocencia al hombre, por ser hombre, es justamente eso.
Bueno, entonces las mujeres que Amber golpeó y humilló (su ex novia y su asistente) también son mujeres machistas que no entienden que la víctima es Amber? O acá no culpamos al machismo? Será que como feminista hay que estar de lado de el agresor si sus genitales son los correctos? Por qué en el caso de la violencia hacía la exnovia y la asistente no consideramos que sea violencia hembrista, solo lo dejamos pasar por qué para el feminismo “esas no son víctimas de violencia”
Holaaaa! Gracias,gracias,gracias. En tooodo esto pensaba, estoy muy preocupada, me sorprendo de ver que pude conseguir este articulo y fue porque me puse a buscar y cada cosa que has dicho aqui la tenia en mi cabeza dando vueltas pero yo no tengo tanta habilidad para hacer un articulo ni todo el conocimiento necesario. Es frustrante. Es como el alma silenciada con esto de este juicio. Hasta personas que hacen videos sobre abuso Narcisista algunas de ellas se han ido de parte del JD asi sin escudriñar ni analizar. Y es aterrador. Una de ellas hasta les hablo de una manera a personas que les expresaron que no les gusta su analisis que se fue de un solo lado o sea si en vez de analizar las cosas a la luz de los hechos y analisis de comportamiento evidente y de estos huecos sociales como hiciste tu aqui pues no se fue totalmente de un lado de la balanza y hasta quiso callar a las personas tratandolas de que ellas no saben y que esto no es cuestion de opinion porque pues estas personas que en su mayoria son victimas de abusos silenciosos no se supieron defender diciendole a ella que respetara sus opiniones en el canal en vez de expresar que son observaciones no opiniones y que bien ella sabe que las victimas de abuso en especial las empaticas y altamente sensibles tiene sus sentidos bien perceptivos de lo malo de lo bueno de tantas cosas por años de abuso que han vivido. Pues esta persona los acribillo, como rebajandolos y haciendoles ver que lo que dicen no es o sea y es que ella esta de parte de el JD. Y no es cuestion de estar de parte de nadie aqui. Se puso con una actitud bien anti professional. Tengo algo escrito cuando lo termine se lo envio porque de la manera que lo hizo siendo una profesional de ayuda a victimas de abuso Narcisista pienso que es contraproducente para las victimas que siguen su canal. Soy una persona sensible y todo lo que he visto en este juicio y ese odio y ver que el sistema esta bien arcaico mas de lo que creia me agota mas emocionalmente. Me facina este articulo porque explicas todo tal y como se muestra. Haces un analisis a la luz de las cosas como son sin nada personal y ,muy entendible. No me siento sola.
Catalina estaría excelente que te atrevieras a investigar de manera correcta, pero es demasiado pedir de la gente militante de tu movimiento, eso y pedirles que no traten de defender lo indefendible, pero acá hay datos puros y duros:
https://justiciadegenero.com/estudio-sobre-el-maltrato-en-la-pareja-pask/
Y el hecho de que tengas que darle el mensaje de “si no tienen evidencia pura y dura, ni se molesten en hablar. Si Amber Heard mintió a ustedes nadie les va a creer.” solamente a las mujeres espero te muestre la posición de privilegio en la que se encuentran, porque hoy día un hombre maltratado tiene que demostrar que está diciendo la verdad, una mujer no y sólo tiene que decir lo que le salga de la cabeza para joderle la vida a un hombre, y por eso les asusta el resultado de este juicio y por eso le haces esa observación exclusivamente a las mujeres.
Soy mujer y he sido victima de mujeres narcisistas como Amber Heard. Al ver todo lo que ha hecho a otras personas, no solo a Johnny Depp, me hace sentir desprecio por ella. Para mi es una abusadora y manipuladora. Es sabido que Depp ha tenido serios problemas de violencia y drogas, pero Ambet Heard tambien ha admitido drogarse. Ella ha hecho un drama de cada palabra q sale de su boca. Yo he trabajado con personas que de verdad han sido victimas de abuso y esta mujer no tiene nada de victima, es una ofensa a las verdaderas victimas. Y otra cosa, que pado con los millones que Depp le.dio? Que hizo el dinero? No lo dono por completo. Aca hay muchas aristas que hay que evaluar como un todo. Por favor no saque el texto del contexto. Para mi Amber Heard es una mentirosa, aprovechada, falsa. Aunque gane el juicio su ambicion por el dinero es simplemente asquerosa.
que interesante articulo, llevo semanas siguiendo el caso como un autentico fenomeno sociologico y no era capaz de entender lo que esta pasando, hasta que he leido este articulo.
gracias. genial trabajo
Estás equivocada, quién está creando un potencial daño para víctimas son las mujeres como Amber Heard. Ni siquiera en el perfil de Víctima Imperfecta ella puede entrar. Una víctima imperfecta podría ser alguien como Aileen Wuornos . A pesar de que fue una asesina serial de hombres, logró despertar en la sociedad de aquel entonces y hasta la actualidad , empatía y compasión por ella gracias a la veracidad de su brutal historia de vida. Aún y con todos los medios estadounidenses retratándola cómo un mounstro de maldad. Gracias a ella , se logró que el sistema de Estados Unidos tome la responsabilidad que le corresponde por mujeres como Aileen , que crecen en un entorno familiar y social sin ningún tipo de cuidado , protección, ayuda , vigilancia y seguimiento. Cyntoia Brown , ha sido una de las mujeres beneficiadas de este cambio en los juicios de Estados Unidos y todos los elementos que hoy en día toman en cuenta en los casos de mujeres hayadas culpables de asesinato. Fue revocada su sentencia de cadena perpetua y obtuvo su libertad. Con Amber Heard ha sucedido todo lo contrario; si fuera una sobreviviente de violencia doméstica el hecho de que no tenga pruebas de los abusos que sufrió sería lo de menos. Con el testimonio de cómo fue que salió adelante, que decisiones tomó para sanar, cuál fue la terapia que eligió, que piensa de si misma, cómo ha tratado de ayudar directamente a otras mujeres, cómo es que canaliza su dolor, cómo se vuelve a recuperar el amor propio y la confíanza cuando queda tan lastimada. La evidencia del daño psicológico, emocional, mental, espiritual y moral que deja el abuso en la persona , sería su mayor prueba. Ni siquiera estas situaciones tan humanas ha podido probar. Amber Heard a mal utilizado todo el poder por el que han luchado incontables mujeres a lo largo de los siglos para que nosotras las mujeres de las actuales generaciones , y las venideras , tengamos una vida en plenitud sin morír en el intento. Lo tomó todo para sí con el único fin de sacar provecho para su imagen pública y carrera , y por supuesto, arruinar a su ex esposo. Su historia de vida pudo haber sido un parteaguas para las víctimas de abuso que no tienen evidencias, y que no son precisamente unas “blancas palomas” si hubiera podido demostrar al menos, lo mucho que duele en el fondo del alma que una persona haya abusado de la confianza y el amor que ella le dió para maltratarla y violarla. Tomando también sus miedos , traumas, culpas,, vergüenzas e inseguridades para someterla. Si a las actuales y futuras víctimas de abuso qué no tienen pruebas, no se les da la credibilidad que merecen tener, va ser por culpa de mujeres narcisistas cómo Amber Heard
Gracias, Gracias,Gracias! Xq realmente reflejas lo que pienso siento y veo en Nuestra sociedad
El caso de Heard me hizo buscar las posturas feministas en google y me encontré esta página, que tiene este texto que reafirma, aclara e invita a mirar desde más perspectivas; mis hijos, la novia de mi hijo y yo comentábamos esto mismo ayer al saber el resultado final y ellos me decían que el tema de este resultado es sobre un precedente que queda y yo quise ser neutral indicando que si no hubo las pruebas suficientes acorde con las leyes de ese país, pues a asumirse en lo que les toque a ambas partes, independientemente de que ambas personas sean como dicen (otras y otros, el público) que son lo que son como personas (violentas, complicadas en su salud emocional y mental o…no y sólo es una forma de vida elegida, no lo sabemos); ahora que leo este artículo me doy cuenta que estoy siendo misógina y me asusta y me pondré a leer porque yo soy una sobreviviente de la violencia silenciosa de pareja (económica, psicológica y mensplaining) y bueno… todo esto para decir GRACIAS por acercarme otra mirada.
Maravilloso!!! Gracias… necesitaba leer algo así entre tanta oscuridad.
Le he dado sin querer a “me indigna” y nada que ver!
Beso gigante!
Lo sienti. Puse me indigna. Pero, fue por error. Quería poner que es útil. Pero mo aparece una función de como corregirlo. Así que el número 78 es un error.
Excelente tu artículo. Felicidades.
Me encantó y coincido 100% con todo el contenido.
He tratado de explicar mil veces que se perdió el punto central de la demanda para volcarse en juicios morales contra Amber. Que desde que él le prometió que “no volvería a mirar sus ojos”, hay violencia contra ella.
Ella dijo que era víctima de violencia doméstica y es obvio que, de muchas maneras, eso es cierto.
¿Dónde puedo seguir tus publicaciones?
Al fin doy con un punto de vista objetivo!!!
Creo que todo lo que escribes está muy bien y lo creo, mejor dicho no podría estar…
Todo lo que redactas es lo que he venido dándome cuenta desde un tiempo….