octubre 7, 2023

La transfobia se ‘coló’ en los reglamentos internacionales de deportes

En los últimos años los niveles de testosterona en deportistas se han convertido en la excusa para la discriminación y exclusión de deportistas trans de las grandes competencias. Decisiones sustentadas en estudios científicos igual de transexcluyentes han terminado por afectar también a deportistas cis racializadas. 

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Reglamentos de deportes incurrieron en transfobia. / Ilustración: Lina Rojas
Reglamentos de deportes incurrieron en transfobia. / Ilustración: Lina Rojas

¿Cómo pasó esto?

Desde 2015 la reglamentación del Comité Olímpico Internacional establecía que lxs atletas trangénero podían competir solo si sus niveles de testosterona estaban por debajo de 10nmol/L durante al menos 12 meses antes de su primera competición. En 2021 el Comité publicó un nuevo marco normativo en el cual ningún atleta debe ser excluidx de una competición por una supuesta ventaja debido a su género o diferencias en el desarrollo sexual (DSD). Sin embargo, esta decisión no fue jurídicamente vinculante y hasta hoy cada Federación tiene la responsabilidad de determinar los requisitos para la competición de les atletas. Así se empezaron a tomar decisiones transfóbicas. 

Federación internacional de Atletismo

Desde el 31 de marzo de 2023 entró en vigor la nueva directriz de la Federación Internacional de Atletismo, que prohíbe a cualquier mujer trans participar en cualquier competición femenina de clasificación mundial. La regulación establece que las atletas deben reducir su nivel de testosterona de 5 nml/L a 2,5 nml/L, como determinaba la norma anterior, durante al menos 24 meses para poder competir en cualquier evento de categorías femeninas.

Federación Internacional de Ajedrez

El 21 de agosto de este año entró en vigor la nueva normativa de la Federación Internacional de Ajedrez, llamada “Diferencias de Desarrollo Sexual”, que prohíbe a las mujeres trans competir en eventos femeninos oficiales hasta que sus funcionarios evalúen el proceso de cambio de género en documentos. El “análisis exhaustivo” podría durar hasta 2 años. Con la medida, serán abolidos los títulos obtenidos de hombre trans obtenidos antes de hacer su transición. La Federación aclaró que les jugadores trans podrán seguir compitiendo en las categorías “abiertas” de los torneos. Una medida confusa pues se ha hablado de las diferencias en el rendimiento y con esta la idea de que los hombres son más inteligentes que las mujeres. 

Federación Internacional de Natación

En junio de 2022, la Federación Internacional de Natación votó a favor de prohíbir que deportistas trans compitan en las pruebas élite de mujeres si han pasado “por cualquier etapa del proceso de pubertad masculina”. La reglamentación implica que las competidoras trans tengan que haber completado su transición antes de los 12 años para poder participar en eventos femeninos. La FINA la describió como “el primer paso hacia la completa inclusión de atletas trans”. Esto, porque según los expertos que asesoraron a la federación, durante la pubertad, la testosterona altera los factores fisiológicos determinantes del rendimiento humano. “Aún si la testosterona se suprime, los efectos que alteran el rendimiento se retienen”, aseguró el fisiólogo Michael Joyner. 

Unión Ciclista Internacional

A este marco reglamentario se sumó, en julio de 2023, la Unión Ciclista Internacional, que estableció que ciclistas trans no podrán disputar pruebas femeninas de talla internacional que sean organizadas por elles en cualquier categoría. Su fundamento es “el conocimiento científico actual” sobre la supuesta influencia en el rendimiento deportivo de los tratamientos para cambiar de sexo. 

La UCI indicó que les atletas trans podrán participar en las pruebas internacionales Masters, no profesionales, en las que la categoría masculina se rebautizará como “Masculina/Abierta”, que incluirá a quienes no cumplan las condiciones para estar en las femeninas.

El caso de Lia Thomas y su lucha por ocupar un lugar en el deporte

Lia Thomas ha sido uno de los rostros de la lucha trans por un espacio digno en las competiciones internacionales. La nadadora pasó a la historia en marzo de 2022 al convertirse en la primera persona trans en ganar un campeonato de la División I en Estados Unidos. Cinco días después de su triunfo, el congresista Ron DeSantis publicó un comunicado asegurando que Emma Weyan, quien quedó en segundo lugar, era la oficial ganadora, desconociendo el triunfo de Thomas. Los organizadores de la competencia fueron fuertemente criticados por permitir la participación de Thomas. No obstante, la reglamentación estadounidense permite participar a deportistas trans en eventos femeninos si se han sometido a la supresión de testosterona durante un año. 

El undergendering: una cuestión de raza

Fiordaliza Cofil, velocista dominicana ganadora de la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo del 2022, no pudo competir este año en los Mundiales de Atletismo en Budapest por tener un elevado nivel de testosterona. También fue el caso, en otras competencias, de la atleta sudafricana Caster Semenya, la atleta india Dutee Chand y la atleta de Namibia Christine Mboma. Todas ellas mujeres racializadas. 

El problema se conoce como ‘undergedering’ y consiste en la eliminación o descalificación de género de las mujeres negras, presente a lo largo de la historia y que se sigue manifestando con este tipo de medidas basadas en estándares supremacistas blancos y segregacionistas como: la testosterona. 

Este tipo de medidas también resultan discriminatorias para las mujeres cisgénero que tienen diferencias en el desarrollo sexual como el síndrome de ovario poliquístico  y deben medicarse para mantener los niveles de testosterona. 

Y aunque todas las federaciones establecieron que la decisión podría ser revisada en un futuro, pues no hay consenso científico sobre las supuestas ventajas de las mujeres trans en los deportes, excluir a las atletas también repercute en los estudios científicos pues competirán cada vez menos mujeres trans y se necesitarán más esfuerzos para estudiar las aparentes ventajas. El Tribunal de Arbitraje Deportivo ha afirmado que las reglas para atletas con DDS son discriminatorias pero necesarias para proteger “la integridad del deporte femenino”. Resulta cuando menos cuestionable que se “proteja” a razón de la discriminación y transfobia bajo argumentos esencialistas que no tienen peso científico, mientras las denuncias a agresores sexuales (por lo general hombres cis), parecieran no importar para proteger la integridad del deporte femenino. 

¿Se te ocurren otros ejemplos de cómo la transfobia se ha colado en los deportes?

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